La humanidad afronta estos días una epidemia mundial cuyo alcance y verdadera dimensión aún desconoce. El coronavirus ha paralizado regiones enteras de China e Italia, forzado la cuarentena masiva de millones de personas y amenazado con generar una crisis de salud pública sin precedentes en Estados Unidos. La economía se está hundiendo. La industria se ha detenido. Medios y políticos sólo tienen tiempo para él.
Es una crisis grave. Seria. Que ha acabado ya con la vida de miles y miles de personas. Que ha forzado medidas drásticas. En condiciones normales y vista en perspectiva, se trata de una pandemia que obliga a reacciones severas, rectas, compungidas. Nada a lo que el ser humano se preste con frecuencia, mucho menos desde el advenimiento de Internet.
Hay dos fenómenos paralelos: el coronavirus, crisis mundial, pesadilla logística, amenaza certera a millones de seres humanos; y el coronavirus, meme andante, refugio de la sabiduría popular, imán de creatividad.
A los infinitos chistes que circulan durante las últimas semanas por WhatsApp podemos añadir un torrente de imaginación musical. Lo cuenta Quartz: durante los últimos días han brotado más de 65 canciones dedicadas al coronavirus en Spotify. En un magma creativo que prioriza la atención sobre el tema del día y que opera sobre herramientas de autogestión, miles de artistas están cantando y bailando sobre la pandemia.
Un ejemplo es Vietnam. Hace algunos días su gobierno lanzó una campaña de concienciación pública sobre la necesidad de lavarse las manos y tomar según qué medidas higiénicas para evitar la propagación del virus. Su acción estrella: una canción elaborada por un popular dúo local, Erik y Min, terriblemente adictiva. Viral, dadas las circunstancias.
Su insuperable estribillo y su cuidada producción la convirtieron en un hit instantáneo. Miles de adolescentes e influencers comenzaron a compartirla en TikTok, que rápidamente generó un challenge, la moneda de uso corriente por excelencia de la red, compartido en medio mundo. Pero Vietnam no ha sido el único país en entrever un filón musical en el coronavirus. Muchos, muchos más se han suamado.
Buscar "Coronavirus" ahora mismo en Spotify abre una puerta a todos los géneros en boga. El primer resultado, el más popular y el más alucinado es "La Cumbia del Coronavirus", un tremendo cumbiazo, como su propio nombre indica, firmado por Míster Cumbia, conocido por otros éxitos como "Pinche Cumbión Bien Loco" o "La Cumbia del Avión Presidencial". A esta hora supera las 140.000 reproducciones.
Es imposible no rendirse a su infeccioso ritmo, a su soberbia lírica:
Todo el mundo está espantado con una enfermedad / Se llama el coronavirus y es una alarma mundial / Se dice que nació en China, varios muertos hay por allá / Hay que ponernos atentos, nos tenemos que cuidar / Para ponernos las pilas, pa' eso hice esta canción / No todo en la vida es meme, como en la "Cumbia del Avión"
Entra el estribillo, el bombazo del invierno:
Coronavirus, coronavirus / Lávense las manos, háganlo seguido / Coronavirus, coronavirus / Póngase las pilas en lugares concurridos / Coronavirus, coronavirus / No se toquen la cara, evítenlo, amigos / Coronavirus, coronavirus / Usen desinfectante, es muy efectivo
¿La cumbia no es lo tuyo? Kaseeno te cuenta la epidemia en clave dembow ("el coronavirus, esa vaina está matando"); Milton y Noir Blanc en lenguaje trap; DJ Costi en ¿electrónica progresiva?; David Dakno en versión techno; y Dozethrone en una suerte de Sludge Metal poco logrado. En general, las canciones oscilan entre el vergonzante amateurismo y la mediocre competencia. Lo importante es intentarlo.
Mejor lo hace Yofrangel, dominicano algo más lúcido en las repetitivas parcelas del dembow. Su particular homenaje al virus acumula más de un millón de reproducciones en YouTube. Las autoridades chinas lanzaron hace medio mes "Believe Love Will Triumph", un recopilatorio de grandes estrellas nacionales prestando su voz a la esperanza y al duro batallar del pueblo chino contra el coronavirus, un "himno" para levantar la moral.
La versión cantonesa es indescriptible.
Por supuesto, TikTok está infectado de memes terribles sobre el coronavirus. El virus también ha dado pie a un rico mercado de productos relacionados con la enfermedad, en un inevitable desarrollo de los acontecimientos. En el caso de YouTube, es inevitable fijarse en los pequeños recordatorios que la OMS ha incluido bajo cualquier canción relacionada con la enfermedad. Un efecto cómico inmediato cuando se observa al simpar Míster Cumbia recitar sus recomendaciones.
La humanidad hace mucho tiempo que es incapaz de tomarse nada ni medianamente en serio. Era cuestión de tiempo que convirtiéramos el pánico a una muerte ridícula al coronavirus en un chiste.