2018 marcaba un antes y un después en la historia de la música popular. Por primera vez, el hip hop sobrepasaba al rock como el género predilecto entre las nuevas generaciones. Se trataba de la constatación de un hecho gestado al albur de una tendencia, la de la música urbana, gestada a lo largo de tres décadas. Mientras hoy resulta complicado caminar por la calle y topare con jóvenes escuchando rock, las variantes más electrónicas, fronterizas y rítmicas del pop, junto a la realidad ineludible del hip hop y del trap, dominan YouTube, las listas de venta y los programas de televisión.
¿Queda esperanza para el rock? De ser así, la encarna Tool.
Éxito. Trece años después de su último álbum y tras un largo serial de confirmaciones y desmentidos, Tool publicaron a principios de septiembre Fear Inocolum, siete largas canciones que oscilan entre los diez y los quince minutos y que abundan en los paisajes progresivos, duros y experimentales que ya predominaban en sus cuatro discos previos. Es decir, lo contrario a un producto de sencilla digestión entre el gran público. Pese a todo, la expectación era tal, y el predicamento del grupo tan grande, que han arrasado en las listas de ventas.
En su primera semana publicado, Fear Inocolum ha tomado el #1 de Billboard, la lista aún más importante para ponderar el impacto de un álbum.
Números. Lo ha hecho gracias a 270.000 "unidades", una medida elaborada por Billboard que computa las ventas directas (más de 240.000 en su caso), la reproducción de canciones y el número de escuchas vía streaming. Semejante irrupción ha terminado abruptamente con el reinado de Taylor Swift, cuyo último álbum, Love, dominaba las listas desde el inicio del mes. Antes de publicar Fear Inocolum, Tool ya habían logrado dos hitos: ocupar los diez primeros puestos de la lista de singles gracias a las canciones incluidas en sus trabajos anteriores, y romper el récord de la canción más larga de la historia en entrar en el top-ten de Billboard.
Contexto. ¿Qué tiene de especial todo ello? Por un lado, como la propia publicación de Billboard explica, que Tool han conseguido reventar el techo de ventas con una estrategia de márketing convencional. La compra del disco no incluía ofertas de descuento a la hora de adquirir entradas para sus conciertos, ni se abrió semanas antes en pre-order, tácticas empleadas por artistas como Beyoncé o Taylor Swift para generar expectación o incentivar la compra de copias físicas. Por otro, no es habitual que un grupo rock desbanque a uno de los fenómenos pop de la década.
La última ocasión en la que un disco no-pop no-hip-hop logró cifras similares fue hace más de un año, por obra y gracia de Dave Matthews, un artista de especial predicamento en Estados Unidos.
Importancia. El éxito de Fear Inocolum ha sido interpretado por algunos analistas, como Chris Krovatin en Kerrang, como un motivo para la esperanza dentro del universo rock. La música producida con guitarras aún puede tener trascendencia popular, aún puede convertirse en un fenómeno de masas. Lo interesante de Tool es que ha colocado al rock (y a una versión muy específica y en absoluto complaciente del mismo, el metal progresivo) en el centro de la agenda mediática con un producto nuevo, no a través de estudiadas apelaciones a la nostalgia (ya sea mediante giras de reencuentro o mediante éxitos cinematográficos).
¿Es así? Sí y no. Las circunstancias de Tool son muy específicas. Tras trece años de esperas, decepciones y noticias de toda condición, la expectación construida en torno a Fear Inocolum era gigantesca. Tool es un grupo experimental y vanguardista, pero en absoluto recóndito. Su masa de seguidores es alta y sus discos previos ya habían conquistado las listas de éxitos (10.000 Days llegó al #1 en 2006). Más que la constatación de una tendencia sobre la que construir un camino hacia el resurgimiento del rock, Tool son una excepción que surge su imagen de culto labrada a lo largo de treinta años y de su peculiar historia.
Fear Inocolum es la flor de un día, y no hay ningún grupo joven (surgido en esta década) que pueda replicar su éxito. A su espalda tan sólo hay pop, hip-hop y trap.