Quintanilla del Coco es una pequeña villa de la comarca de Arlanza, en Burgos, donde viven apenas medio centenar de vecinos. Desde hace días protagoniza sin embargo titulares, tuits, reportajes en cadenas y emisoras estatales y sobre todo un encendido debate sobre el bienestar animal en el sector ganadero. El motivo: allí, en sus campos, se levanta "la granja del terror", apodo con el que Observatorio de Bienestar Animal se refiere a la explotación porcina del alcalde del pueblo.
El título que Bienestar Animal (OBA) ha dado a la granja quizás parezca exagerado, pero el colectivo lo ha acompañado de un vídeo desde luego aterrador que muestra animales con hernias brutales, úlceras y graves heridas, cochiqueras con purines, larvas y ratas e incluso cadáveres y escenas de canibalismo entre los propios cerdos. Su propietario ya ha negado la mayor y asegura que tanto la Junta como los inspectores de Seprona han comprobado que "todo está correcto".
"La granja del terror". Así se refiere OBA a una explotación porcina de Quintanilla del Coco, Burgos, que está formada por media decena de naves con aproximadamente 5.000 cerdos. La ONG está convencida de que los animales del recinto están condenados a un "sufrimiento" tan "extremo" que han denunciado el caso y acudido al Juzgado de Lerma para presentar una querella contra el negocio. Le acusan de supuestos delitos de maltrato animal, con agravante de muerte, y otros relativos al mercado y los consumidores. También de estafa.
Más vale una imagen… que mil palabras, dice el refrán. En el caso de la explotación de Quintanilla del Coco lo que ha aportado OBA no es sin embargo una imagen, sino un vídeo de algo más de dos minutos en el que se pueden apreciar las condiciones en las que —asegura— viven los cerdos de la instalación burgalesa. La pieza la ha colgado en YouTube y en su propia web para que pueda verla quien esté interesado en el caso, pero no es apta para todos los públicos. La grabación muestra animales con graves lesiones, cadáveres y escenas de canibalismo.
De larvas a ratas, cadáveres, heridas y canibalismo. La lista de desmanes que se ven en el vídeo es larga, y difícil de digerir. Ahí va un resumen no apto para todas las sensibilidades: cadáveres en descomposición y arrojados entre basura, crías temblando y atrapadas en las rejas, lechones moribundos, descomunales hernias, tumores de mama y prolapsos de útero, heridas sangrantes, cerdos chapoteando en purines, entre larvas y ratas y cuidadores golpeándolos.
Una de las grabaciones más terribles es sin embargo la que muestra comportamientos caníbales entre los animales. "Varios cerdos se estaban comiendo a otro que aún estaba vivo —explica a la agencia Europa Press el autor de las grabaciones divulgadas por OBA—. Le mordían la pata derecha delantera y estaba sangrando. Incluso el agua del bebedero estaba teñida de color rojo".
El vídeo muestra también un animal con una hernia de alrededor de siete kilos y otros con lesiones gangrenadas en el rabo o las orejas, lo que demostraría para el colectivo que las escenas de canibalismo no son una excepción. La ONG advierte de que las condiciones que hay en la granja entrañan riesgos que pueden afectar a los consumidores, como la transmisión de salmonelosis o leptospirosis.
Imágenes captadas durante meses. El País precisa que al menos parte de los vídeos los grabó un hombre que se acercó a la granja tras percibir los chillidos de los animales y el hedor. A lo largo de meses, entre mayo y octubre de este año, se habría infiltrado varias noches en las instalaciones de Quintanilla. "Lo que vi allí es lo más horroroso que he visto en mi vida", asegura: "Cerdos ciegos o con hernias de más de siete kilos, otros que no se podían mover y tenían que arrastrarse para comer. Tampoco tenían asistencia veterinaria y algunos murieron de inanición".
Desde OBA se habla directamente de "uno de los casos de maltrato animal más severos" que ha abordado hasta el momento. "El sufrimiento de los cerdos en esa explotación es extremo, muchos padecen una muerte lenta y dolorosa", censura Julia Elizalde, mánager de campañas. Tanto en su web, como en redes y el propio vídeo de YouTube, la ONG señala además a una cadena de supermercados que, asegura, recibe carne de la granja burgalesa. Incluso ha lanzado una recogida de firmas para que la multinacional "implante estándares de bienestar básicos".
Sellos de bienestar animal. Si el supuesto caso de maltrato animal de la explotación burgalesa ha logrado semejante repercusión no es solo por la crudeza del vídeo distribuido por OBA. Hay otro factor igual o incluso más llamativo, como desvela El País: la granja logró en 2019 dos sellos de bienestar animal emitidos por las prestigiosas AENOR e IRTA —esta última ligada a la Generalitat de Cataluña— y durante más de cuatro años ha disfrutado de la certificación Welfair. Es más, AENOR la habría auditado seis veces y el último registro es de agosto.
Tras saltar la polémica y realizar una inspección de urgencia, ambas entidades habrían decidido suspender el sello y sacar también a la explotación burgalesa del sistema Welfair. Desde AENOR recalcan al diario de PRISA en cualquier caso que desde 2018 han anulado la certificación a algo más de un centenar de empresas, lo que supondría una parte mínima de todas las acreditadas, algo "menos del 1%". La entidad ha explicado además a La Voz de Galicia que durante sus auditorias en las instalaciones "no se apreciaron situaciones" como las que muestra el vídeo.
Todo en orden. Eso es lo que sostiene el dueño de la granja, Domingo del Pozo Martínez, que ejerce además como alcalde del pueblo. En declaraciones a Europa Press, el empresario ha negado que sus animales se encuentren en las condiciones que muestra la ONG en su vídeo e insiste que tanto la administración autonómica como la Guardia Civil han podido comprobar que está todo en orden. "Lo único que puedo decir es que por aquí han estado técnicos de la Junta y miembros del Seprona y han visto que todo está correcto y perfecto", recalca Del Pozo Martínez antes de deslizar que el vídeo de OBA puede mostrar otra explotación.
"Totalmente falsas". "Ya hace tiempo otra granja de no sé dónde se enteró de que circulaban fotos dobladas, o yo que sé", insiste el ganadero. En la suya asegura que tanto los permisos como la documentación veterinaria, la relacionada con la cadena de alimentación y la correspondiente a bienestar animal están "en orden".
El consejero de Industria, Comercio y Empleo de Castilla y León, Mariano Veganzones, ha asegurado también que las imágenes de OBA son "totalmente falsas" y "no corresponden a la realidad". El colectivo mantiene en cualquier caso su denuncia, en la que incluye la estafa por la presunta incongruencia entre lo que debe acreditar el sello de bienestar animal y las prácticas apreciadas en la granja, y reclama medidas de "carácter estructural". Es más, ya valora presentar otra querella por un supuesto vertedero de cadáveres próximo a la explotación.
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