El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acaba de debutar como columnista deportivo. Lo ha hecho en El Debate, un medio en el que publica sus textos analizando los partidos de España en el Mundial de Qatar 2022. Sus breves textos han acabado generando todo tipo de reacciones, incluida una singular.
Fantasía. Twitter se ha llenado de críticas humorísticas sobre la prosa de Rajoy, que se limitaba a dos párrafos en su primera columna y a tres en la segunda. Algunos ya le llaman con sorna "el mejor columnista vivo en la prensa española" mientras otros —con el mismo tono— aseguran tras la publicación de esa segunda columna que "su talento como columnista no tiene techo".
Alemania es Alemania. El lenguaje repetitivo sin miedo a la sinonimia es desde luego llamativo, y en su primera columna muchos se quedaron con ese "Alemania es Alemania" que se ha convertido con celeridad en un meme y al cual de hecho volvió tras el partido con la selección germana. El mismo reafirmaba la frase al titular esa columna "Alemania me dio la razón".
Estilo (in)imitable. Su estilo de redacción ha sido muy criticado por unos —a menudo, con humor— pero valorado por otros: "Leyendo el segundo párrafo sin saber su autor puedes deducir rápidamente que es Rajoy. Eso no lo consigue casi nadie". Esos dos primeros párrafos merecieron análisis mucho más largos que la propia columna, pero puede que imitarle sea más sencillo de lo que parece.
Una IA que escribe como Rajoy. El motor GPT-3 se convirtió en toda una revolución hace dos años. Dicho sistema de inteligencia artificial permitía ser entrenado para luego completar textos —y más tarde, código— a partir de una pequeña frase de introducción. Juan Alonso, un usuario que lleva tiempo experimentando con GPT-3, ha entrenado el modelo para que escriba como Rajoy. Ya ha previsto cómo será la tercera columna de Rajoy el próximo jueves, tras el partido España-Japón, y el resultado es desde luego sorprendente.
GPT-3 imita tics y estilo. El motor ofrece una columa llena de obviedades, como las dos primeras de Rajoy, y de un lenguaje sencillo que precisamente imita el de Rajoy, tics incluidos. Este mismo usuario ya explicó cómo entrenó el motor con la primera columna y adelantó cómo sería la segunda (previó un empate a cero, por cierto). El resultado de la segunda también cuenta con su particular 'making of', y es más larga gracias a una ligera modificación de los parámetros de la generación y al entrenamiento con las dos columnas previas.
Si GPT-3 ya imitaba a Shakespeare, puede imitar a cualquiera. El texto generado por una IA es ciertamente creíble y podría ser atribuido a Rajoy con facilidad, pero en realidad GPT-3 es capaz de imitar a virtualmente cualquier autor. Varios análisis mostraban cómo es capaz de escribir como Shakespeare, pero también es capaz de escribir como reputados filósofos e imitar nuestro particular afición a publicar comentarios ofensivos en Reddit.
Debates delicados. Este y otros motores han abierto también un debate sobre usos más delicados, como por ejemplo ocurrió con el desarrollador que creó un chatbot que escribía como si fuese su novia fallecida y otro aseguró firmemente que el motor de chat que había creado con Lamda —un proyecto de Google que compite con GPT-3— tenía conciencia.
Imitación / inspiración. La capacidad de estos motores es asombrosa y lo estamos viendo también en el ámbito de la generación de imágenes con DALL-E 2, Midjourney o Stable Diffussion. Como ocurre con el texto, esos motores pueden imitar estilos artísticos, y sus prestaciones y precisión es cada vez mayor. GPT-3 se acaba de renovar de hecho, y ya se habla de su sucesor, GPT-4, que será aún más potente y que augura un futuro en el que la generación de textos a través de la inteligencia artificial sea la norma, y no la excepción.
Imagen: La Moncloa
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