Envuelto entre nubes y situado en una región montañosa de fácil acceso en la actualidad, el pequeño poblado taiwanés de Jiufen sirvió de inspiración para una de las películas más aclamadas de Hayao Miyazaki, “El Viaje de Chihiro” (2001).
Muchas son las similitudes entre algunos de los escenarios que aparecen en la película japonesa y algunos de los rincones de este pueblo perteneciente a la ciudad de Nuevo Taipei. A pesar de que hayan pasado más de diez años desde el estreno del filme de Studio Ghibli, las hordas de turistas japoneses siguen abarrotando las callejuelas y los cafés del pequeño pueblo taiwanés tras la pista de la inspiración de Miyazaki para su oscarizado film.
La tetería A-mei (foto superior) es el lugar de peregrinación favorito para los turistas del país del sol naciente en Jiufen. Hay constancia de que Miyazaki pasó por allí, y muchos dicen que de este lugar sacó la inspiración para algunos de los personajes de la película como sin cara (Kaonashi), pero la verdad es que el creador de Totoro, la Princesa Mononoke o Ponyo nunca se ha pronunciado sobre esto último, que sepamos.
Lo que es innegable es la huella del color y la arquitectura del poblado taiwanés en la creación de muchos de los detalles del mundo fantástico del filme japonés. Las hileras de farolillos, los callejones intrincados o el aire festivo y enigmático de Jiufen tienen su marca en la aclamada obra de Miyazaki.
La historia de Jiufen –literalmente, “nueve partes”- se remonta a la época de la dinastía Qing. Sería en 1893 con el descubrimiento de oro en la zona y el posterior comienzo de la ocupación japonesa en Taiwán cuando la región vería aumentar su prosperidad. A lo largo del pueblo quedan muchos vestigios de los años de la colonización japonesa, trazas del pasado que siguen latiendo con fuerza en el imaginario colectivo taiwanés.
Antes de que el director de “Nausicaä del valle del viento” pusiera sus ojos en este enclave entre el mar y la montaña, el director taiwanés Hou Hsiao-Hsien utilizó algunos de sus enigmáticos emplazamientos como localizaciones para su film “Ciudad doliente” (1989). Para las autoridades de la zona fue con este film taiwanés, ganador del León de Oro en el Festival de Venecia, con el que la región se asentó con fuerza en la lista de los imprescindibles turísticos en el continente asiático.
Más allá de Chihiro y su mundo fantástico y otras películas filmadas en la zona, Jiufen sorprenderá al viajero con unos paisajes que quitan el aliento y sabores diferentes al paladar occidental, como el de las bolitas de taro. Si a la visita le sumas en tus cascos la banda sonora de Joe Hisaishi igual hasta te encuentras por la noche a alguno de los personajes de El Viaje de Chihiro…
Fotos | danigargon, moviecroft, Alphacoders