Vamos con un par de imágenes: primero, para 2050 habrá en España 77 jubilados por cada 100 habitantes. Segundo, en consecuencia llevan años bombardeándonos con la idea de que los jóvenes no vamos a tocar pensión pública para nuestra jubilación ni en sueños. Por eso nos dicen cosas como que dejemos de tomar café para mantenernos un año de vida o peor aún, tenemos al presidente del Gobierno que ha vaciado el Fondo de Reserva diciéndonos que vayamos ahorrando por nuestra cuenta que el día de mañana vete tú a saber.
Un detalle importante: el pacto de Toledo mantiene que tus cotizaciones, los impuestos que pagas hoy, ya están “generando” tu derecho a la prestación en la edad adulta. Otra cosa distinta es que a nivel financiero la Seguridad Social utilice tu recaudación fiscal del mes pasado para pagar la pensión de tu abuela ahora. Pero que te digan que te vas a quedar sin pensión es, a nivel de derechos, una injusticia.
Y hablando de tu abuela: hay análisis que determinan que en España hay una buena cantidad de gente que está cobrando sobreprestaciones. Es decir, que recibe más de lo que ha cotizado. Esto ocurre especialmente en la horquilla de gente que se ha jubilado en los últimos 15 años y que se jubilará en los próximos 10. Y quienes más extraen no son sólo los ancianos de pensiones no contributivas, sino también los de las pensiones de miles de euros: a día de hoy España está garantizando en torno al 90% del salario, muy por encima de países europeos.
¿Cómo, que los ancianos son ricos? No en plan Amancio, pero como colectivo, pobres tampoco, sobre todo si lo comparamos con la economía del conjunto de los españoles. Porque sí, es cierto que cuatro de cada diez pensiones por jubilación en España son inferiores al SMI, pero el riesgo de pobreza afecta sólo al 3% de los pensionistas, cuando entre los parados es del 37%… ¡y en los jóvenes del 15%! España es el país desarrollado en el que hay más diferencia entre el riesgo de pobreza de los jóvenes y los mayores.
Y ahora con la realidad: el sistema, tal y como está organizado en la actualidad, y como pintan las previsiones demográficas de España, no es viable. La Seguridad Social acumula ya siete años de déficit y ya no queda nada en la hucha de las pensiones.
Bienvenidos a la pelea generacional de España: la realidad es que a día de hoy hay una transferencia de rentas de los jóvenes a los mayores. Costeamos con nuestros sueldos mileuristas las prestaciones de gente que está cobrando rentas por encima de los salarios actuales y encima van y nos dicen que nosotros no veremos en nuestra vejez ese mismo poder adquisitivo. Sueldo más habitual en España: 1.375 euros mensuales. Pensión media actual en España por el Régimen General: 1.482,21 euros mensuales. Los jóvenes estamos a verlas venir mientras los mayores se van al Congreso porque “sólo” les suben un 0.25%.
Vamos a hablar de los ancianos activistas: como todos sabemos, el Gobierno actual no quiere meter mano a este problema tan urgente, más teniendo en cuenta el poder de movilización de este grupo, al que gran parte de su base electoral. Cuanto más esperemos, peor será.
¿Y cómo se puede solucionar esto? De muchas maneras, PP y PSOE flirtean con impuestos excepcionales para la financiación de las pensiones, otros países lo están abordando de otras formas. Una opción muy sensata sería revalorizarlas para racionalizar los tramos de modo que “por cuestión de justicia social” cobren más esos pensionistas pobres que vemos rebuscando en la basura… y se le baje a los pensionistas ricos. Hay que pensar que unas 600.000 personas cobran en España pensiones de más de 2.000 euros al mes, mientras que en toda Alemania son sólo unas 60.000. Claro que eso significaría eliminar derechos de cotizaciones anteriores a jubilados de hoy (lo cual, como hemos dicho en el punto dos, es una injusticia para ese trabajador que ya cotizó).
Vamos hacia un futuro negrísimo para los jóvenes: porque mientras discutimos todo esto las previsiones dicen que para 2060 se nos garantizará un máximo del 50% de nuestro salario. Tu salario ya es bastante ridículo, así que el tema va de que los jóvenes se "enfrenten" a la presión fiscal que va a suponer mantener a los mayores... o reír por no llorar.
