Las 19 cosas que puedes leer para entender mejor el gesto de Carolina Bescansa

Las 19 cosas que puedes leer para entender mejor el gesto de Carolina Bescansa
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Hoy, en plena sesión constitutiva del Congreso de los Diputados, la esfera mediática española se ha pasado la mañana discutiendo sobre políticas de maternidad y de conciliación de la vida laboral con la personal. Los responsables han sido Carolina Bescansa, diputada de Podemos, y su hijo, Diego. Ambos han votado la mesa del Congreso y han jurado la constitución de forma conjunta. Entre tanto, un mar de críticas a un lado y a otro del espectro político, y la primera polémica de una legislatura incierta.

Podemos ha defendido la decisión de su diputada así: "Es un gesto simbólico por la reivindicación de todas las mujeres que tienen que poder conciliar vida familiar y personal y vida laboral y hoy día no pueden, que son muchas en nuestro país, millones de mujeres que se enfrentas solas a múltiples obstáculos". En el fondo, ¿en qué contexto se enmarca el gesto de Bescansa? En Magnet hemos recopilado algunas lecturas sobre maternidad, paternidad, permisos, conciliación laboral y visibilización de la lucha de las mujeres para obtener mejores condiciones en la crianza de sus hijos.

Allá van:

Carolina Bescansa no ha inventado nada

  • Antes que nada, su gesto no tiene apoyo unánime entre las feministas. Es una cuestión que se articula en torno a preferencias progresistas-conservadoras, pero no de forma extrema. Como recoge este reportaje de El Diario, ni siquiera entre los círculos feministas hay consenso sobre si llevar el niño al trabajo o al congreso es una buena idea. Para algunas, perpetua el mito de la mujer cuidadora, mientras que para otras pasa por encima del papel del padre, lo obvia.

  • El parlamento australiano se plantea normalizarlo (en inglés). El parlamento del muy próspero país anglosajón se está planteando la posibilidad de permitir (y por tanto normalizar) por reglamento que los diputados acudan a la cámara con sus hijos, además de amamantarlos. "El hecho de que un miembro tenga que cuidar de su hijo no debería impedir su ausencia", se apunta. Solución: que venga con él o ella. El debate también llega a Reino Unido.

  • En el parlamento europeo, la estampa ha sido habitual. Primero fue la eurodiputada danesa Hanne Dahl, quien se presentó en Estrasburgo dispuesta a asistir a una sesión parlamentaria con su recién nacido. Y después, Licia Ronzulli, quien ha llevado con gran frecuencia a su hija a la cámara europea. Ha sido tan habitual la presencia de la pequeña que hemos podido ser testigos de su crecimiento a lo largo de los años, en estampas muy enternecedoras.

  • En España tampoco es tan novedoso. El gesto de Carolina Bescansa ha tenido una repercusión nacional, posiblemente por tratarse del Congreso y de la sesión constitutiva, pero no representa ninguna novedad. La senadora de Entesa Iolanda Pineda acudió con su recién nacido a la cámara alta en 2012, ante la imposibilidad de votar de forma telemática. La diputada regional de Podemos en la Asamblea de Madrid Mónica García se deja ver con frecuencia por la cámara con su bebé, tanto en su oficina como en el pleno. Es por decisión personal, no reivindicativa.

  • En Chile también hubo una enorme polémica. La protagonizó Camila Vallejo, la carismática y jovencísima diputada de izquierdas que lideró las protestas estudiantiles del país. Vallejo ha acudido con frecuencia a las sesiones parlamentarias con su bebé, y ha sido criticada con dureza por algunos sectores de la derecha del país. Tanto ella como un diputado de una formación conservadora tuvieron acaloradas acusaciones y discusiones en Twitter en 2014.

  • Una buena forma de entender el contexto del gesto de Bescansa. Dentro de los propios límites del Congreso. Lo escribe Manuel Jabois en El País: Podemos es un partido de alto capital simbólico, y entiende el clima mediático del país como ningún otro. La decisión de Bescansa de llevar a su bebé a la cámara baja también se enmarca dentro de ese proceso, y produce escándalo por reacción, no por acción.

Los permisos de maternidad y de paternidad

  • Los permisos en Europa, un cuadro comparado. Nuestros compañeros de Bebés y Más han escrito mucho y muy bien sobre los permisos de maternidad y paternidad en Europa, comparando la legislación en la mayor parte de los países del continente. Aquí está su último y más completo resumen, con el cuadro que se incluye más abajo como apoyo. Los países nórdicos, a la cabeza. España. en una posición muy gris.

  • El extraño caso del diputado japonés. De ayer mismo. Bescansa no es la única política que ha utilizado su posición para reivindicar mejoras en el modelo de conciliación. En Japón, un diputado varón ha ejercido su derecho a acogerse a la baja de paternidad. Es una acción sin precedentes. En Japón, donde menos del 3% de los padres cogen baja, es un acto revolucionario, que pone de manifiesto lo discrecional de las bajas laborales por maternidad/paternidad.

  • Igualdad de género en la conciliación de la vida familiar. Es uno de los muchos artículos dedicados por Politikon a género y desigualdad. En este, Teresa Jurado Guerrero explica cómo pese a la intención de la mayor parte de parejas de adoptar roles igualitarios en la crianza de los hijos, a efectos prácticos casi nunca tenían éxito. Los permisos por maternidad, si no están acompañados por permisos iguales para ellos, penalizan a nivel laboral. Hay asimetría de permisos, y por tanto de roles. Y por ello defiende permisos de paternidad iguales y obligatorios.

  • Más mujeres trabajando = más productividad (en inglés). Favorecer las bajas de paternidad en lugar de aumentar las bajas por maternidad es el argumento de Gwynn Guilford en Quartz, no sólo en términos de justicia en el reparto del cuidado del niño, sino también como forma de mejorar la productividad y el desarrollo económico del país. A largo plazo, permitir que las mujeres no queden descolgadas de la vida laboral en favor de los hombres aumenta la productividad y el rendimiento económico de las empresas. La igualdad es rentable.

  • Más paternidad: mejor rendimiento escolar (en inglés). Son las conclusiones que sugiere este trabajo académico realizado por los investigadores Sara Cools, Jon H. Fica y Lars J. Kirkebøen, y centrado específicamente en el caso noruego. Según ellos, mayores permisos para los padres permiten mejorar los resultados escolares a largo plazo, especialmente en familias donde el padre tiene estudios superiores y la madre no, pero no es muy eficaz rediseñando y repartiendo los roles domésticos en casa.

  • Esto no lo tienes que leer, lo tienes que ver. Son escenas maravillosas de padres de toda condición cuidando a sus niños en casa, mientras la madre continúa trabajando. Las fotos ilustran a diferentes familias suecas, claro. El país cuenta con permisos de maternidad y paternidad compartidos que se extienden por más de 400 días. Una maravilla de la conciliación.

  • En primera persona: las madres son discriminadas por serlo. Es un relato personal de Gessamí Forner Vallés en Pikara Magazine sobre cómo la maternidad afecta de forma desproporcionada a las expectativas laborales de las mujeres. Todo ello, incluso cuando acuerda con el marido simultanear las carreras laborales en aras de repartir equitativamente el cuidado de los hijos.

Bebés en espacios públicos y de trabajo

  • Sobre el problema que tenemos en la sociedad occidental con las tetas de las mujeres que dan pecho. El gesto de Bescansa no sólo se dirige a los problemas de conciliación de la vida laboral con la familiar, sino también a la estigmatización de los bebés en espacios públicos. En especial, al problema que aún tenemos con la lactancia. En su momento, exploramos cómo amamantar a un bebé en público aún era visto como un acto censurable por gran parte de la sociedad, y cómo podíamos cambiar esa percepción. Bescansa hoy ha dado de amamantar a su bebé en el Congreso. Un problema que algunas presentadoras han llevado a la televisión.

  • Unicef considera positivo amamantar al bebé en el trabajo (en inglés). Dentro de la campaña de concienciación mundial para desestigmatizar tanto a los bebés como a la lactancia en espacios públicos, Unicef publicó el verano pasado este artículo en el que defendía los beneficios de amamantar en el puesto de trabajo. El texto lo firmaba Werner Schultink, jefe de nutrición de la organización, explicando la importancia clave de la lactancia en los bebés, y lo necesario de su normalización en los espacios laborales. Es una cuestión de salud.

  • Aunque no todo el mundo está de acuerdo. En esta columna de opinión, Belén Carreño se muestra crítica con la decisión de Bescansa, considerando que había otras opciones, como madre trabajadora, antes que amamantar y llevar al bebé al hemiciclo. Para ella, poner la sesión por delante de sus prioridades como madre es una forma de perpetuar la "patriarcalización" de los cuidados. ¿Y si Bescansa hubiera pedido a Patxi López ralentizar o hacer un receso en la sesión para que ella pudiera amamantar? El mensaje feminista hubiera sido igual de poderoso.

  • Cuidar al niño en el trabajo es cada vez más habitual (en inglés). En este reportaje, The Guardian se preguntaba si el futuro de los cuidados a los niños pasaba por compaginar de forma total la vida laboral con la familiar. Para muchos trabajadores, comienza a ser una solución atractiva, y gigantes corporativos como Goldman Sachs o Addison Lee están ofreciendo cada vez más soluciones innovativas y de compatibilización plena entre la crianza del bebé y el trabajo.

  • Es más, podría ser incluso una idea estupenda (en inglés). En Forbes, Gay Gaddis defiende no sólo lo apetecible de la crianza y cuidado del niño en el trabajo, sino sus beneficios para la empresa. Según la experiencia en su propia compañía, T3, Gaddis afirmaba que la posibilidad de llevar a los bebés al puesto de trabajo era positivo para el entorno laboral y mejoraba la calidad del desempeño de los empleados. El programa implantado en su empresa, primero experimental y luego formal, ha resultado ser un éxito. Obviamente, es otro punto de vista, que choca con los modelos de permisos nórdicos

  • Sin embargo, ¿para qué están las guarderías? Es la pregunta que se hace Mamen Borreguero en La Información en una carta abierta a Carolina Bescansa. En ella, se muestra indignada "no como mujer, sino como madre" por la decisión de la diputada de Podemos. Borreguero apunta a una cuestión clave en la conciliación y en los cuidados: las guarderías. La imagen representada por Bescansa es simbólica y no es real en tanto que muy pocas madres se la pueden permitir. Y menos aún, se pueden permitir una guardería tan barata y tan disponible como la del congreso.

Este post ha sido actualizado.

Comentarios cerrados
Inicio