El tiempo apremia. Dentro de unas semanas caduca el plazo que el Parlament catalán tiene para investir a un nuevo president y evitar la repetición de elecciones. Conscientes de ello, los dos grandes partidos independentistas, Junts per Catalunya y ERC, han acordado la proclamación de Quim Torra como nuevo presidente. Torra se ha destacado durante los últimos años como presidente de Òmium Cultural, una de las dos grandes asociaciones cívicas por la independencia.
Y por algo más.
Los tuits de turno. La propuesta de Torra ha provocado que numerosos tuiteros rebusquen en su historial de declaraciones en Twitter. El resultado ha sido polémico en extremo: un largo listado de tuits xenófobos en los que carga contra los "españoles" de forma genérica. Torra interpreta cualidades malignas en los españoles, considera la presencia de castellano-parlantes en Cataluña como una suerte de colonización y les atribuye intenciones "aniquiladoras" de los catalanes.
Es un salto más, muy distinto y especialmente lesivo, en la escalada verbal habitual de independentistas y nacionalistas españolas. Tiene un carácter más agrio y... Xenófobo.
La polémica. Naturalmente, la designación de Torra ha causado un maremoto de reacciones, especialmente entre los catalanes no partidarios de la independencia. A esta hora es incierto si logrará acceder al Palau de la Generalitat o no: la CUP, cuyos votos mantienen un carácter trascendental para aprobar la nueva hoja de ruta independentista, aún no se ha pronunciado sobre la investidura. Los partidos constitucionalistas votarán que no, aunque el grado de crítica ha variado.
Más allá de Twitter. Las palabras de Torra no se limitan a una red social especialmente polarizada. Como presidente de Òmnium, Torra ha mantenido desde 2012 una retórica agresiva e inflada de patriotismo. Sus numerosos artículos revelan un carácter nacionalista muy agudo, donde la situación política de Cataluña describe un enfrentamiento binario (a menudo simplificando o reduciendo al absurdo a sus oponentes, "los españoles") que deja poco margen al acuerdo o al diálogo.
Para Torra, Cataluña vive oprimida y el procés es una lucha por su libertad. En ese contexto, la independencia es innegociable.
Homenajes varios. Sus actos públicos también son significativos. Torra ha acudido de forma habitual al homenaje de los hermanos Badia, dos figuras históricas extremadamente controvertidas que jugaron un papel clave en la proclamación del Estado Catalán de 1934 y en la sistemática persecución del sindicalismo anarquista. Torra es abierto admirador de figuras como Daniel Cardona, que en los años 30 contribuyó a dibujar un nacionalismo místico de carácter racial y esencialista.
Un nuevo procés. Sus primeras palabras como candidato a la investidura reflejan su compromiso con el ala más radical del nacionalismo catalán: Torra ha llamado a un "proceso constituyente" que vuelva a poner y activar el camino hacia la independencia de Cataluña. Quizá se trata de un guiño a la CUP, cuya posición contempla irreversible el camino andado tras el 1 de octubre y la DUI de finales de octubre. En cualquier caso, ilustra el carácter decidido y unilateral de Torra.