Buenas (y malas) noticias para los autónomos. El Gobierno ha alcanzado un acuerdo con las diferentes instituciones para establecer cuál será el nuevo régimen de cotización para los próximos años. Según este, el autónomo cotizará en función de sus ingresos netos y no por libre elección como ocurre ahora, lo que lleva a un 80% de ellos a pagar la cuota mínima. Bajo este nuevo sistema, se beneficiará aquel que tenga rentas bajas, y lo sufrirá quien facture más. Pese a ello, España sigue siendo el país que más paga en cuotas, a diferencia de otros países como Alemania, Reino Unido o Francia. Eso sí, también tenemos más prestaciones.
El nuevo sistema de cotización. Se dividirá en 15 tramos, en función de los ingresos, que van desde los que ganan menos de 670€ mensuales a los que ganan más de 6.000€. Así, la cuota mínima será de 230€ en el 2023, de 225€ en 2024 y de 200€ en el 2025. En cambio, la cuota máxima queda igual, situándose en 500€ en el 2023, 530€ en el 2024 y 590€ en el 2025. Esto implica un ahorro de 1.000€ para los que ingresan lo mínimo.
Es decir, que se rebaja la cuota para los autónomos con ingresos inferiores a 1.300€, se mantiene igual para los que cobran entre 1300 y 1700€, y se aumenta para los que ingresan más de 1.700€. Estos incrementos, al igual que ocurre con las rebajas, serán progresivos, pero en lugar de en 8 años como estaba previsto, se hará durante tres, cuando se alcance el modelo definitivo y termine la transición.
Pagamos más que el resto de Europa. Aún cuando la mayoría cotiza por la base mínima, nuestro país tiene las cotizaciones más altas de Europa. Los autónomos de otros países asumen cuotas mucho más bajas y rebajas más grandes, como sucede en Reino Unido, Alemania, Francia o Portugal. En el país británico la cuota es de 14€ al mes para aquellos que no sobrepasen los 600€ de ingresos. Para los que facturen más, es de 58€. Eso sí: hay que sumar el seguro médico, que es de 3,77€ al día para los que ganen hasta 8.400€ al año y los que estén por encima aportarán un 9% de sus ingresos.
Otros casos europeos. La palma se la lleva Alemania, donde cualquier autónomo con ingresos mensuales por debajo de 1.700€ no paga nada, y si sus ganancias están por encima abona 170€. En Francia, sus emprendedores no pagan nada el primer año y a partir del segundo varía según la actividad: el 12% de los ingresos en actividades comerciales, el 21,3% para los servicios y el 18,3% para las profesiones liberales. En Portugal más de lo mismo: se paga en función de los ingresos.
Pero tenemos más prestaciones. Si bien es cierto que si sólo atendemos a la cuota a abonar a la Seguridad Social, el autónomo medio español paga mucho más que cualquier europeo, en nuestro país sí gozan de las mismas prestaciones que los asalariados y no se ven obligados a contratar seguros privados para coberturas tan necesarias como la sanidad o la jubilación que es lo que pasa en el resto del continente.
Es decir, los emprendedores españoles son los que cuentan con mayor protección: acceso a la jubilación, la incapacidad temporal, la baja por maternidad y paternidad o la cobertura por desempleo o accidente laboral.
Imagen: Moncloa