Muy a menudo, cuando publicamos cosas sobre el cambio climático y el aumento del nivel del mar, todo parece demasiado lejano y abstracto. Y, sin embargo, cada vez más estudios avisan que ya hay un efecto real: las propiedades en zonas sensibles a las inundaciones se están devaluando a marchas forzadas.
14.000 millones de dólares. Eso sólo en ocho estados de EEUU y en poco más de una década, según varios informes de la First Street Foundation. El más reciente ha analizado los precios de más de 9,2 millones de transacciones inmobiliarias (unos 20 millones de inmuebles) en los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut. Solo entre 2005 y 2017, el valor de las viviendas de las zonas inundables cayó en 6.700 millones de dólares.
Otro análisis previo habían hecho un estudio similar en otros cinco estados costeros del suroeste (Florida, Georgia, las dos Carolinas y Virginia). En este caso, la pérdida estaba valorada en 7.400 millones.
Devaluaciones de hasta un 7% Un estudio del Journal of Financial Economics señala que las viviendas expuestas al aumento del nivel del mar se venden ya un 7% más baratas que propiedades idénticas en zonas sin peligro.
Una mala inversión. Este asunto afecta especialmente a las personas que compran inmuebles como inversión a largo plazo. Algo muy habitual en EEUU donde se usan como forma de asegurar la jubilación. Ante esta incertidumbre (reforzada por los fenómenos meteorológicos adversos como en Texas, Florida y Nueva York) ha derrumbado el valor.
Un fenómeno global. Es algo que ocurre en todos los países costeros: cientos de miles de propiedades se está desvaneciendo a medida que los inversores empiezan a incorporar los riesgos climáticos a sus análisis. Las características particulares del mercado inmobiliario americano (como el uso como inversión a largo plazo o la escasa regulación costera de muchos estados) que lo hacen más sensible a los cambios, pero las autoridades llevan avisando de los riesgos (financieros y de seguridad) desde hace años.