El 9 de octubre se abrió la caja de los truenos para Harvey Weinstein. Varios artículos publicados en The New York Times y The New Yorker lo acusaban de haber acosado sexualmente a decenas de mujeres durante décadas, algunas de ellas actrices de renombre. En muchos casos había comprado su silencio con dinero y amenazas.
Aprovechando que el tema ocupaba titulares, muchas otras mujeres han aprovechado para alzar la voz y señalar todo lo que huele a podrido en Hollywwod. Pero no solo allí: miles más en todo el mundo llevan días compartiendo y denunciando casos personales o conocidos de acoso sexual sufrido durante su vida. Lo de Weinstein y Hollywood no es un caso aislado, no es una gota en el océano. Es el océano en el que viven mujeres de todo el mundo, sea cual sea su trabajo o entorno laboral.
¿Sabéis cómo estamos hablando últimamente del acoso generalizado en Hollywood y la industria del cine, no?
— Rocío Pérez (@galatea128) 23 de octubre de 2017
1. En el fútbol
Gunilla Axén es exfutbolista, campeona con la selección sueca en el europeo de 1984 y desde entonces directiva de la federación de su país. En una entrevista al periódico Aftonbladet, Axén ha señalado que fue acosada por tres jugadores de la selección masculina en el año 2000. Ha contado que en tres ocasiones recibió fotos de sus penes. No reveló sus nombres entonces (ni lo hace ahora) porque asegura que son "hombres muy conocidos, destacados y respetados", pero sí que informó a sus superiores en la junta directiva. "Se quedaron en silencio".
2. En el Europarlamento
Doce trabajadoras administrativas y asistentes del Parlamento Europeo aparecen en un reportaje publicado por el diario británico The Times denunciando acoso y comportamientos sexuales inapropiados por parte de europarlamentarios. Una de ellas cuenta cómo se sorprendió cuando uno de sus superiores, un hombre de unos 60 años, insistió en meterse en el ascensor con ella. Una vez dentro, comenzó a tocarla, a acariciarle el pelo y el cuello, a bajar por su espalda y a susurrarle comentarios inapropiados. "Me quedé congelada, me paralicé".
Se lo conté a mi compañera y me dijo que debía denunciarle... pero al final no lo hice. Me daba miedo perder mi trabajo, hacer frente a la vergüenza y arruinar mi carrera.
3. En el mundo de la moda
Cameron Russel es modelo y activista. A partir de las revelaciones en torno a Harvey Weinstein decidió poner su granito de arena para arrojar algo de luz en torno al acoso que se vive en el mundo de la moda. Comenzó a compartir en su Instagram historias anónimas de casos de acoso sufridas por modelos de todo el mundo.
En esas entradas, muchas modelos han contado como de jóvenes y con poca experiencia, quedaron en manos de auténticos depredadores, muchos de ellos fotógrafos, agentes, clientes y otros profesionales de la industria. Una de ellas cuenta que fue acosada a los 15 años por un fotógrafo cuyo nombre no revela con el objetivo de que "la foto parezca más sensual".
Russel no es la única. La modelo Christy Turlington se ha unido a la denuncia, señalando que nada de todo esto debería sorprender a nadie: "Puedo decir claramente que el acoso y el maltrato siempre han sido algo ampliamente sabido y tolerado en este sector. La industria está rodeada de depredadores que se alimentan del rechazo y la soledad que todas hemos sentido en algún momento de nuestra carrera".
4. En Hollywood, también en animación
El caso de Harvey Weinstein ha sido revelador en parte por lo sistemático de su actitud pero también porque las caras que lo han denunciado eran de actrices muy conocidas. Pero no son las únicas que en la industria del cine han denunciado un acoso generalizado. Doscientas trabajadoras de la industria de la animación han firmado una carta en la que exigen que se elimine el acoso del trabajo en los estudios, incluyendo los de Disney, Dreamworks, Warner Bros., Cartoon Network, Nickelodeon o Paramount.
A medida que comentábamos nuestras respectivas historias sobre sexismo, acoso sexual y, en algunos casos, agresiones sexuales, nos indignamos por la permisividad que hay con el problema. Cada una de nosotras tiene una historia que contar, desde comentarios hechos sobre partes de nuestro cuerpo que eran considerados "bromas" hasta mujeres arrinconadas en una habitación oscura por compañeros varones".
Y continúan: "Cuando un depredador sexual es sorprendido en su trabajo, parece que le cuesta muy poco encontrar empleo en otro estudio. A veces incluso siguen a su víctima de un trabajo en otro. Estamos cansadas de confiar en nuestras redes de susurros para saber con quién no es seguro tener una reunión a solas. Queremos que nuestros superiores nos protejan del acoso y las agresiones. Este abuso se tiene que terminar".
5. Para las fotógrafas de conciertos
"He trabajado como fotógrafa musical los últimos diez años. El mes pasado decidí dejar la industria musical para siempre. ¿Por qué? Estaba harta. Harta de oír las terribles historias de mis amigas, y de experimentarlas yo también y saber que hay unas normas para los hombres y otras para las mujeres".
Lo cuenta aquí la fotógrafa Sarah Ginn. No son solo más dificultades para trabajar o la necesidad de crear un falso manager masculino para que las negociaciones de tarifas sean más justas. Es que rechazar las insinuaciones y propuestas sexuales de un cantante o músico puede resultar en el ostracismo laboral y la caída de encargos de otros clientes relacionados con él.
"Hace falta que la gente, también la gente poderosa, sea hecha responsable de sus actos. No importa si eres un gran artista, si acosas a los demás, si les amenazas o de alguna forma interfieres con su trabajo, debes ser hecho responsable de tu comportamiento. Los demás no deberían simplemente darse la vuelta y no hacer nada".
6. En la industria de las bodas
Como decimos, no es solo Hollywood, ni siquiera el mundo del espectáculo en general. Las voces se están alzando desde todas partes. Algunas de ellas lo han hecho desde la industria de la organización y la celebración de eventos, especialmente de bodas. "Trabajando como fotógrafa de bodas me dijeron que ya me podía ir acostumbrando cuando un testigo del novio fue demasiado lejos. Yo era apenas una adolescente, era mi primer trabajo", cuenta Natalie Franke.
As a wedding photog, I was told to "get used to it" when a groomsman went too far. I was a teen and that was only the first time. #metoo
— Natalie Franke (@nataliefranke) 17 de octubre de 2017
Las mujeres que han hablado desde este sector señalan que las bodas son entornos muy propicios para estos comportamientos: son una celebración, hay abundantes bebidas alcohólicas a mano y normalmente los que se sobrepasan son invitados o clientes a los que no es fácil frenar sin arriesgar tu trabajo.
7. Científicas en la Antártida
El trabajo de campo que acompaña a muchas investigaciones científicas conlleva en muchos casos pasar tiempo aislado en lugares remotos. Uno de esos trabajos llevó a dos estudiantes de la Universidad de Boston a pasar una temporada en la Antártida con un reputado experto en geología antártica. Las estudiantes denuncian que mientras estaban allí, el científico las acosó y agredió sexualmente en varias ocasiones.
No son las únicas. Según una encuesta realizada en 2014, el 64% de las participantes habían sido sexualmente acosada durante campañas de trabajo de campo, y el 20% había sido víctima de una agresión sexual.
8. Más deportistas en competiciones de élite
McKayla Maroney es gimnasta y tiene dos medallas olímpicas, una de oro y otra de plata. Esta semana ha publicado una carta en la que cuenta que fue violada sistemáticamente por el médico del equipo olímpico estadounidense. Una de las veces, éste le dio una pastilla para dormir durante un vuelo y cuando despertó estaba con él a solas en su habitación. "Pensé que iba a morir aquella noche".
“Our silence has given the wrong people power for too long.”
— AJ+ (@ajplus) 18 de octubre de 2017
Olympic gymnast McKayla Maroney comes forward to describe her assault. pic.twitter.com/daTc4SvgGZ
"Es posible terminar con este tipo de abuso? ¿Es posible que las víctimas levanten la voz sin poner en peligro su trabajo y sus sueños? Espero que sí. Nuestro silencio ha puesto el poder en malas manos durante demasiado tiempo, es el momento de recuperarlo".
Weinstein no es la excepción, es la norma
Solo hay que hacer una búsqueda rápida en Google para darse cuenta de que Weinstein y su acoso sistemático no es un caso aislado. No es la excepción, sino que parece ser la norma en la que viven miles de mujeres, se dediquen a lo que se dediquen. Si algo bueno ha tenido este caso es que ha desatado la voz de miles de víctimas que han puesto de manifiesto que esto está pasando, hoy, ahora mismo, en cualquier sector laboral. Esperemos que no sea en balde.
Imagen | Todd Williamson/AP En Magnet | Emma Thompson tiene cuatro cosas que decir sobre el acoso sexual de todos los Weinsteins de este mundo