Sudar es un proceso fisiológico totalmente normal, es así cómo el cuerpo regula su temperatura. La mayoría de veces se da en casos donde se produce un cambio brusco de esa temperatura, como en una sauna o haciendo deporte. Sin embargo, despertarse sudando por la noche es algo totalmente diferente. A esto se le llama hiperhidrosis nocturna. Según un estudio, el 41% de las personas afirma experimentar sudores nocturnos.
A pesar de que esta condición suele ser inofensiva (afectando principalmente a la calidad del sueño), a veces nos puede dar pistas de otros problemas de salud subyacentes y enfermedades que desconocemos.
¿Qué es? Es la sudoración excesiva durante el sueño y por las noches. Normalmente se manifiesta en las palmas de las manos, las plantas de los pies, axilas o el torso. La causa principal es la termorregulación corporal, que suele ocurrir en las noches de calor. Pero es algo a tener en cuenta ya que puede haber otras causas como enfermedades metabólicas, cardiorrespiratorias, o incluso algún tipo de cáncer de por medio.
¿Por qué es importante controlarlo? Porque puede no deberse simplemente a una habitación sobrecalentada, demasiadas mantas o una ola de calor. La Dra. Dee Anna Glaser, presidenta de la Sociedad Internacional de Hiperhidrosis, explicaba que "experimentar sudores nocturnos puede ser peligroso y no hay que ignorarlo". Tal y como explican desde la institución, muchas enfermedades diferentes pueden causar sudores nocturnos.
Estas incluyen: infecciones (la tuberculosis, la gripe y otras enfermedades que involucran fiebre pueden provocar sudores nocturnos); Hipoglucemia (un nivel bajo de azúcar en la sangre), enfermedad por reflujo gastroesofágico (aunque generalmente causa acidez estomacal, los sudores son una característica común); apnea obstructiva del sueño (restringe la respiración); enfermedad autoinmune (como la artritis reumatoide y la arteritis de células gigantes); trastornos neurológicos (accidentes cerebrovasculares y la neuropatía autonómica); y cáncer: los sudores nocturnos también pueden ser una indicación temprana de cáncer, especialmente linfoma o leucemia.
Otras causas comunes. Pueden ser cambios hormonales, como con la menopausia y la perimenopausia: los cambios significativos en la producción corporal de las hormonas estrógeno y progesterona son un factor importante de sofocos. Otros cambios hormonales en las mujeres (como los que ocurren en la adolescencia y el embarazo) también pueden causar sudores nocturnos. Por otro lado: las caídas de testosterona en los hombres también los causan.
Los medicamentos. Son una causa común de los sudores nocturnos. Los culpables suelen ser los antidepresivos (entre el 8% y el 22% de las personas que los toman experimentan sudores nocturnos). Incluso los medicamentos que se toman para bajar la fiebre (como el paracetamol) pueden causar sudoración. Lo mismo ocurre con la cortisona, la prednisona y la prednisolona. Y en la terapia hormonal: las personas transgénero a menudo tienen dificultades para dormir, según esta investigación de 2017.
Por último, algunas investigaciones sugieren un vínculo entre la sudoración excesiva y el trastorno de ansiedad social, y algunos expertos creen que un problema con el sistema nervioso central puede ser la base de ambos problemas. El estrés, el consumo de cafeína o de drogas también puede aumentar ese riesgo de sudar en medio de la noche.
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