Al parecer y por desgracia, sí.
De un tiempo a esta parte, la siempre vilipendiada combinación de sandalias de ducha con gordos calcetines de algodón blanco se ha convertido en una suerte de tendencia en Estados Unidos. ¿Los responsables? Como explican en The Wall Street Journal, un equipo profesional de fútbol americano. Tras ellos y su reivindicación ingenua pero práctica de tan horrenda combinación, algunas firmas y influencers norteamericanos han abierto la veda: quizá no sea tan mala idea.
Oh, ¿pero no lo es?
No pienses en sandalias y calcetines
El poder y los resortes de las altas tendencias son ajenos e ininteligibles para nosotros, ciudadanos mundanos del mundo. De ahí que leer "llevar sandalias con calcetines" suponga un lógico, tremendo impacto. A nivel popular, el consenso es claro: a no ser que quieras pasar por un turista británico o alemán, no es aceptable, no es bonito, no debería estar permitido pasear por tu ciudad poniendo un calcetín entre tu pie y tu sandalia. Algunos aceptan a duras penas la sandalia (masculina) como complemento callejero en verano, pero la unanimidad en torno al calcetín es abrumadora.
No en vano, la finalidad de la sandalia es precisamente airear el pie, permitirle respirar durante los fatigosos días de verano. ¿Qué sentido tiene cubrirlo con un grueso calcetín? En el look se juntan lo peor de dos mundos, y en España ha quedado proscrito a guiris despistados en Benidorm.
Sin embargo, cualquier cosa es reivindicable irónicamente o no en pleno post-modernismo. En moda femenina, el gusto es notorio en determinadas ocasiones. ¿Pero qué hay del hombre? ¿Pueden los creadores de tendencias conquistar un terreno que creíamos sólidamente apartado en los confines del turismo hortera? Puede y lo intenta. Desde Calvin Klein hasta Teva, pasando por Marni, la combinación, convenientemente adaptada a los estándares de lujo de la moda, se ha llevado a las pasarelas. No nos lo inventamos. Hay pruebas. Y pueden herir tu sensibilidad.
"¿Por qué no llevar tus sandalias favoritas todo el año con un par de preciosos calcetines de cachemir?", se pregunta en el artículo del WSJ Grant Wooldhead, estilista y director de la revista Out Magazine. Para él, el aspecto descuidado es "sexy". No está solo: el diseñador británico James Long enlaza el look con la tendencia actual de diseñar ropas de alto valor pero al mismo tiempo cómodas. Es informal, deportivo y relajado, según él. Durante la pasada primavera estrenó varios modelos en Londres con hombres vistiendo sandalias y calcetines.
Se ha colado en las pasarelas
Long lleva tiempo trabajando con el concepto. Por supuesto, no hablamos de las clásicas sandalias azul marino de Adidas con calcetines blanco nuclear por encima del tobillo. Es más refinado: los calcetines son de alta costura y cuentan con atractivos diseños, y las sandalias tampoco son enormes mazacotes de plástico, sino objetos refinados y, a priori, de buen gusto. Además, se combinan con pantalón trajo o, en el caso de Marni, con trajes. Es decir, no es esto.
En el fondo de la cuestión se encuentran los jugadores de los Giants de New York, reputado equipo de fútbol profesional norteamericano. O sea, que sí es esto en cierto modo. Aparentemente, cada vez son más los jugadores que caminan de forma despreocupada frente a la prensa llevando sandalias y calcetines. Es, según ellos, mucho más cómodo, y dado que no hay un código de vestimenta en el vestuario, ¿por qué no hacerlo? Para algunos ha sido así desde su infancia y para otros es un modo de no complicarse demasiado la vida. ¿Caminamos hacia su aceptación universal?
El tiempo dirá, pero de momento es posible aseverar que estamos lejos de ello. En cualquier caso, la cuestión es recurrente en el universo de la moda. No se trata de algo que acabe de llegar este año.
No todo el mundo dentro de la moda está de acuerdo en dar vida a un monstruo cuyas ramificaciones y evoluciones se antojan inimaginables. Otras revistas de tendencias, como GQ, optan por adveritr sobre los riesgos de las sandalias, y por negar la posibilidad de llevarlas con calcetines. En Trendencias Hombres hay más ejemplos: si quieres llevar sandalias, tienes todo un bello y estilístico abanico de posibilidades, pero nunca, bajo ningún concepto, deberías vestirlas con calcetines blancos. Invierte la ecuación: zapatos sin calcetines, bien; sandalias con ellos, mal.
En el fondo, es un look bastante sano
Todo ello habida cuenta de los beneficios para la salud y para la piel que tiene llevar sandalias casi siempre con calcetines. No nos lo inventamos: lo explicaron hace años un grupo de podólogos en el Congreso Nacional de Podología. No es buena idea tener el pie en contacto directo con el cuero o con el plástico. En El País, de hecho, también han recomendado llevar calcetines siempre, pese a la reciente moda de eliminarlos de los accesorios masculinos. En el reportaje, no obstante, Arturo Gil Bordes, fashion influencer, desaconseja pese a todo combinar sandalias y calcetines.
De hecho, como exploran en este otro texto de Yorokubu, lo más normal a nivel histórico ha sido llevar sandalias con calcetines. El origen de tan fascinante forma de vestir se remonta a los egipcios y continúa en la Edad Media europea. Fue introducida paradójicamente desde la península ibérica al resto del continente, donde, en latitudes más frías, tuvo una excelente acogida. No sólo eso: también servía como protector del pie para personas que quizá no tuvieran otro calzado.
Y pese a todo, pese a ser mejor para tu piel y a tener un respeable bagaje histórico, las preguntas por Internet se suceden las unas detrás de las otras. "¿Por qué los alemanes llevan calcetines con sandalias?" es recurrente en el verano de todo español. El choque cultural se produce especialmente cuando observamos que la tendencia no es tabú en otros países europeos. En España es el símbolo hortera por antonomasia. Y aquí, los influencers aún tienen mucho trabajo por delante.
Imagen | Tony Alter, Rohit Rao