Hace unas horas, las imágenes de la estatua de una virgen ardiendo durante una procesión inundaban las redes sociales. Se trataba de la Virgen del Rocío de la hermandad de La Pollinica, que ha salido envuelta en fuego este Domingo de Ramos en la localidad malagueña de Vélez-Málaga tras caerse uno de los cirios. Las llamas han quemado al menos la saya, un brazo, parte de la cara de la virgen y el pelo. Y varias personas que se subieron al trono para intentar apagarlo con sus manos hasta que llegaron los extintores, sufrieron heridas leves.
Algunos horquilleros tuvieron que tumbarse en el suelo por el humo, la gente corría de un lado a otro por el pánico y los asistentes veían horrorizados a su patrona derretirse. Vamos, un caos.
No ha sido un caso aislado. El pasado viernes en la iglesia de San Telmo en Chiclana, salió ardiendo el manto de la imagen de María Santísima de los Desconsuelos, que sufrió daños severos en la policromía de la imagen y en la mano derecha aunque no hubo heridos. También lo causó la caída de una vela. Y hace unas horas, la Virgen de la Gracia de Almadén de la Plata (Sevilla) sufría otro incendio que ha provocado grandes daños en el altar en el que estaba situada la patrona. Las primeras hipótesis apuntan a que el fuego se ha producido por un cortocircuito en la parte trasera del retablo.
En menos de tres días, cuatro imágenes se han visto afectadas por el fuego. ¿Qué está pasando esta Semana Santa? El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, tras varios sucesos similares, lamentaba los "daños en el patrimonio histórico". Pero lo cierto es que el fuego no solo supone un problema para las celebraciones, sino un peligro para toda la inversión (económicamente hablando) que se lleva a cabo durante estas festividades religiosas.
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— elllamadorcsr (@elllamadorcsr) April 2, 2023
Cientos de miles de euros de inversión
El coste que asume una cofradía para salir a la calle es gigantesco. Hay que tener en cuenta que las vírgenes salen ornamentadas con coronas de oro y de plata, mantos bordados a mano de un valor enorme, puñales con piezas preciosas, gemelos con zafiros y multitud de joyas. El precio de un manto de salida, por ejemplo, puede oscilar entre los 80.000€ y los 350.000€. En él trabajan entre seis y ocho personas durante dos años, según explica la directora del taller de Sucesores de Esperanza Elena Caro, en este artículo.
Y no solo es el manto o las joyas. Tal y como se explica en este otro reportaje de Diario de Jerez, solo la canastilla suele ser rondar los 6.000€. El mayor coste viene del diseño de la talla en la madera, que varía entre los 100.000 y 300.000€. La peana sobre la que va montada la imagen de María puede llegar a costar unos 120.000€ y el juego de candelería, que suele ser de 90 piezas, hasta los 80.000€. Los candelabros de cola de entre 10 y 12 luces, rondan los 6.000€ cada uno. Lo más barato (a parte de las flores) es la parihuela y ya tiene un coste de unos 4.000€.
Desembolsando esa cantidad de dinero, no nos extraña para nada que hace unos años cortaran y robaran la cabeza de una virgen con su corona en plena Semana Santa en la Cofradía de Nuestra Señora de La Estrella en en el municipio de Los Santos de Maimona, en Badajoz.
Y tampoco nos extraña que algunas localidades hayan tenido que establecer una norma por la que las cofradías tienen que pasar una especie de ITV para pasos de Semana Santa. Las de Tarragona deben cumplir ahora con medidas de seguridad establecidas en un Plan de Autoprotección: llevar un extintor, revisar la batería y hacer una puesta a punto a los frenos y la dirección. Por otro lado, la Escuela de Seguridad Pública del Ayuntamiento de Málaga (Espam) y la Agrupación de Cofradías también han presentado a las hermandades de la ciudad algunas indicaciones y una guía para la creación de planes de autoprotección.
De hecho, el Real Decreto 393/2007 ya establecía medidas para facilitar la actuación en caso de emergencia. Planes de autoprotección diseñados para cualquier incidentes como un desvanecimiento, un incendio o una caída. Y, entre las medidas previstas para los actos celebrados en la calle se encuentran la existencia de un botiquín y la presencia de extintores en los tronos, que desde hace unos años son obligatorios. Aunque, por arte de magia, nunca lleguen a tiempo.
Imágenes: Twitter
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