Ya sabemos qué hacen con su tiempo libre extra quienes trabajan cuatro días a la semana (y tenemos envidia)

Dormir
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El economista John Maynard Keynes vaticinó en 1930 que en 100 años, los avances tecnológicos permitirían a las personas trabajar tan solo 15 horas a la semana. No hemos llegado aún a ese año, pero tampoco parece probable que su predicción se vaya a cumplir. De las 40 horas y los cinco días se han librado muy pocos en el último medio siglo. Sin embargo, lo que antes era una utopía prácticamente imposible de aplicar ahora está cobrando vida con la jornada laboral de cuatro días.

Hasta 180 empresas ya experimentan con ella en el mundo con resultados muy positivos, lo hemos contado en Xataka en varios artículos. Y de todos los proyectos extraemos una conclusión común: cuando los empleados pueden reducir su semana laboral de cinco días a cuatro días, tienden a asignar su nuevo tiempo libre a una actividad en concreto: dormir.

El estudio. Los trabajadores que han podido cambiar sus semanas laborales en programas pilotos a 32 horas registraron una media de 7:58 horas de sueño por la noche, eso es casi una hora más que cuando trabajaban 40 horas a la semana. Es lo que se desprende de una investigación de la socióloga y economista del Boston College Juliet Schor, que está rastreando más de 180 organizaciones a nivel mundial.

Es decir, los empleados pasaron casi siete de sus ocho horas recuperadas por semana durmiendo, en lugar de hacer actividades, deberes cuotidianos o socializar con amigos. El porcentaje de personas privadas de sueño (que duermen menos de 7 horas por la noche) se redujo del 42,6% al 14,5%.

¿Por qué? Es la pregunta que ronda nuestras cabezas. ¿Por qué los empleados que tienen los viernes libres terminan durmiendo una hora extra todas las noches de la semana en lugar de disfrutar de ocio, familia o amigos? Varios estudios han demostrado que el sueño y el trabajo compiten entre sí. Y cuando cambias el sueño por el trabajo, tienes un gran problema: sacrificas tu salud y tienes malos resultados laborales.

Y claro, cuando podemos tener la oportunidad de dormir, siempre la priorizamos. Incluso cuando desconocemos que las consecuencias de la falta de sueño incluyen enfermedades, un comportamiento poco ético, un menor compromiso con el trabajo, una peor socialización e irritación y tendencias de liderazgo agresivas.

El tiempo dormido es tiempo ganado. La evidencia demuestra que los trabajadores que han probado las semanas laborales de cuatro días vieron una mejora en una multitud de medidas de bienestar y productividad, como la satisfacción con la vida y el equilibrio entre el trabajo y la familia. Y el informe indica que estos resultados pueden estar correlacionados con el tiempo adicional que pasan durmiendo.

Clete Kushida, profesor de medicina del sueño en la Universidad de Stanford, explicaba en este artículo de Bloomberg que aumentar el sueño ayuda a los trabajadores a tener un mejor estado de ánimo, mejor memoria a corto plazo y concentración, mayores habilidades en funciones ejecutivas y menos conductas de riesgo. De hecho, una investigación de 2011 descubrió que cuando los miembros del equipo de baloncesto de la Universidad de Stanford añadían 90 minutos de sueño a su rutina, podían correr más rápido y disparar con mayor precisión.

La tendencia. El concepto de semanas laborales más cortas está cobrando fuerza desde que la pandemia alteró los horarios y la flexibilidad. Un caso notable lo explicamos en Magnet hace unos meses, donde Reino Unido emprendió el mayor experimento hasta la fecha sobre la semana laboral de cuatro días con 70 empresas de diversos sectores participando. El proyecto, denominado 4 Day Week Global, ya ha dado sus primeros frutos.

Una encuesta reciente concluía que el 78% de los líderes de esas 70 empresas afirman que su transición fue "buena" o no tuvieron problemas. Más esperanzador es que casi todas las empresas participantes (el 86%) señalan que mantendrán los horarios después de que finalice la prueba en noviembre. Incluso, casi la mitad, el 49%, dijo que la productividad había mejorado, mientras que el 46% dijo que se ha mantenido estable. Es decir, que el 95% rindió igual o mejor que trabajando cinco días.

Imagen: Unsplash

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