Gran parte de la producción alimentaria a nivel mundial depende de la polinización y, por ende, del trabajo de las abejas. El cambio climático, el uso de pesticidas o la agricultura intensiva son algunos de los responsables de que la población de estos insectos esté en declive. Como no podía ser de otra forma, ha sido en Australia donde una población de abejas invadió durante casi un año el tejado de una vivienda en Queensland. Para cuando la propietaria se quiso dar cuenta, en su patio había más de 66.000 insectos y 50 kilos en panales.
10 meses. Este es el periodo de tiempo que las abejas decidieron quedarse a vivir con Laurel Looshman, una vecina de Brisbane, la capital de estado de Queensland en Australia. Casi un año después de que más de 60.000 abejas colonizasen el tejado de su patio, la propietaria se dio cuenta de que su empatía con las abejas debía concluir y pedir ayuda. En su auxilio acudió el fundador de Brisbane Backyard Bees, una organización que se dedica al cultivo de miel y al activismo y rescate de estos insectos.
50 kilos. Según informa RTÉ, Paul Wood tuvo que trasladar hasta sus "colmenas corral" no solo una población de decenas de miles de abejas, sino también 50 kilos de panales que los insectos habían estado formando durante 10 meses. Tal ha sido la repercusión de la anécdota que el vídeo donde se aprecia parte del traslado de la miel y las abejas se ha viralizado en tan solo un día.
Sin embargo, no es la primera vez que Wood realiza rescates de este tipo. En su página de Facebook hay vídeos como este de hace un par de años donde trasladó a toda una comunidad de abejas que se habían instalado en las paredes de este domicilio en Eatons Hill.
70% menos de miel. Las altas temperaturas y sequías que ha dejado el verano australiano (diciembre-marzo 2019) han provocado una floración muy deficiente y por extensión una menor producción de miel. Si no llueve las flores se secan y las abejas no tienen polen con el que alimentar y sacar adelante a sus crías, algo que perjudica el desarrollo de las colmenas y por extensión la economía de los apicultores.
Polinización. El 75% de los alimentos que consumimos dependen de la polinización, un proceso natural que permite que las flores sean fecundadas para posteriormente dar frutos y semillas. De hecho, según estas cifras de la FAO, casi el 35% de los polinizadores invertebrados (principalmente abejas y mariposas) y en torno al 17% de los polinizadores vertebrados (murciélagos) están en peligro de extinción a nivel mundial.
Los datos de Europa. Según el último informe de Greenpeace al respecto, el 37% de las abejas en Europa están en declive. La causa principal gira en torno a la destrucción de habitats, el calentamiento global y el uso de pesticidas. Este mismo estudio advierte que de no revertirse la situación, la extinción de las abejas supondría una pérdida de 22.000 millones de euros anuales en Europa, 265.000 millones a nivel mundial y alrededor de 2.600 millones en el caso de España. Una de las soluciones que más promueven desde la Asociación Española de Apicultores pasa por impedir el uso de pesticidas en los cultivos.
Imagen: 9news