La idea de CaixaBank para que los mayores saquen efectivo sin cajeros ni oficinas: enviárselo por correo

  • Calcula que en España hay 900.000 personas que viven en localidades sin oficinas ni cajeros

  • Los usuarios podrán solicitar hasta 500 euros por teléfono y lo recibirán en casa con un coste de 7,15

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Un tiempo hubo, no hace tanto, en el que era difícil moverse por las calles de cualquier ciudad o pueblo sin encontrarse sucursales de bancos y cajas de ahorro por doquier. Eso, y cajeros. No hacía falta que la localidad fuese muy grande, ni poblada. Lo más probable es que las grandes entidades hubiesen clavado su pica allí. La realidad es hoy bien distinta. Entre 2006 y 2021 los bancos cerraron 9.700 oficinas y el número de terminales se ha retraído hasta sumar en 2022 menos de los que había en 2002. Así las cosas, CaixaBank acaba de hacer un movimiento llamativo: poner en marcha un servicio de envío a domicilio de efectivo.

Quizás haya menos sucursales, pero nos queda Correos.

El sector aligera peso. Los datos son rotundos. Y claros. La huella actual de las entidades financieras en España poco se parece a la que tenían antes de la crisis financiera de 2008. Al menos a nivel geográfico. La recesión, la paulatina digitalización del negocio y, ya en fechas más recientemente, la pandemia del COVID-19 han llevado a los bancos a redibujar su mapa de sucursales.

Entre 2016 y 2021 se calcula que los bancos bajaron la verja de 9.700 oficinas hasta quedarse con una red comercial de 19.338 sucursales. Y hoy el dato podría ser incluso inferior, según el balance publicado en septiembre del año pasado por el Banco de España. En algunas regiones del país los cierres fueron especialmente intensos y se elevaron por encima del 40%, dejando a pueblos sin servicio.

De oficinas bancarias… En una línea similar apuntan los datos del Banco Central Europeo (BCE). Si bien en 2021 estimaba que España era el segundo país de Europa con más oficinas por habitante, con un ratio de 58 por cada 100.000 personas, lo cierto es que la huella geográfica de los bancos es muy inferior a la de 2008. Desde entonces la red se recortó ni más ni menos que un 58,3%. Frente al pico de 45.662 que se alcanzó en el período comprendido entre 2006 y 2010, en 2019 su número se había reducido hasta quedarse en apenas 19.015.

… y cajeros automáticos. La situación es algo distinta si nos fijamos en los cajeros automáticos. Statista calcula que en 2019 había repartidos por España 54.300, lejos de los 59.300 que llegaron a alcanzarse en 2010 pero por encima desde luego de los 49.900 de 2015, cuando su gráfico alcanzó el valor más bajo de la década. En realidad su tendencia no ha sido homogénea: cayeron entre 2010 y 2015 y remontaron más tarde para estabilizarse. Hace poco el BDE mostraba un nuevo retroceso, con 38.203. Con todo, el BCE vuelve a situar a España entre los países con mejor ratio: 115 puntos por 100.000 habitantes, al menos en 2020.

A comienzos de 2022 el diario Cinco Días se hacía eco de una estadística del BDE que concluía que en 2021 operaban 48.081 cajeros, casi 1.800 menos que en 2022. Conclusión: la banca había reducido el número de terminales repartidas por la geografía patria hasta quedarse por debajo de las que tenía hacía dos décadas.

En la práctica y más allá de las estadísticas eso se traduce en que, en casos extremos, haya gente que necesita desplazarse decenas de kilómetros para encontrar un cajero. Lo contaba hace poco un vecino de una villa leridana que hace apenas 20 años acogía varias entidades bancarias y cuyos vecinos se ven obligados ahora a coger el coche y desplazarse casi 30 km para sacar dinero de un cajero.

CaixaBank mueve ficha. Con ese panorama como telón de fondo, CaixaBank y Correos acaban de hacer un anuncio curioso: una alianza para permitir que los clientes del primero puedan retirar dinero en efectivo… solicitándolo por teléfono. El proceso es bastante sencillo. Los usuarios de la entidad llaman a dos números gratuitos (900 404 090 o 900 365 065) y solicitan el envío a sus domicilios de dinero en metálico, cantidades que pueden oscilar entre 60 y 500 euros. Luego les toca esperar para recibirlo en casa gracias, precisamente, al apoyo de Correos.

Bajando al detalle. El servicio, eso sí, no les sale gratis. Aunque CaixaBank asegura que no aplica ningún coste adicional, hay una tarifa de Correos por la entrega a domicilio que se eleva a 7,15 euros por solicitud. "El cliente puede anular la entrega, sin penalización alguna, hasta el momento en que el cartero sale para iniciar el reparto", detalla. La opción está disponible únicamente para los clientes de CaixaBank y sus impulsores recalcan que el envío a domicilio de dinero contante y sonante podrá reclamarse "en toda la geografía española".

"El objetivo de este nuevo servicio de CaixaBank, que Correos presta a través de su red de 2.388 oficinas informatizadas y sus 30.000 carteros y carteras, incluidos los 6.000 servicios rurales, es asegurar el acceso sencillo a efectivo desde cualquier localidad del país", explican ambas entidades. Hace un año ya habían avanzado la firma de un acuerdo para la entrega de dinero en efectivo a domicilio.

Con la vista puesta en los mayores. En su comunicado CaixaBank no limita la medida a ningún perfil de cliente en concreto, pero su enfoque es claro: el nuevo servicio se dirige a usuarios que quieren efectivo —una opción de pago que goza aún de muy buena salud, pese a otras opciones— sin necesidad de usar apps o smartphones. Insiste además en que la amplia implantación de Correos en el país, incluido el rural, le permite atender solicitudes "en toda la geografía española".

“Una vez activada la petición a través de CaixaBank, Correos […] se encarga de la preparación y entrega del dinero en el domicilio del cliente, con todas las garantías de seguridad en el transporte e identificación del solicitante del servicio", abunda CaixaBank. Sus cálculos muestran que a día de hoy hay 900.000 personas que residen en alguna población de España que carece de oficinas y cajeros.

Una petición antigua. "Al factor geográfico hay que sumar el hecho de que buena parte de esta población es de edad avanzada, lo que dificulta todavía más su inclusión financiera", explica CaixaBank. El pacto con Correos abre la puerta a que, ya en una segunda fase, sus clientes puedan también ingresar y retirar efectivo en todos los puntos de atención presencial de la institución. La iniciativa surge en un contexto muy concreto, marcado por las protestas de usuarios mayores que llevan años denunciando que la digitalización de los bancos los deja al margen.

En 2022 Carlos San Juan, un pensionista español que se movilizó para que los bancos sigan atendiendo a sus clientes de forma presencial, en las sucursales, impulsó la recogida de cientos de miles de firmas contra la “exclusión bancaria”. El lema de quienes reclamaban una mejor atención: "Soy mayor, no idiota".

"La brecha digital es una brecha social”, clamaban. En algunos casos extremos, en localidades alejadas, hay usuarios forzados a desplazarse cerca de 30 kilómetros para encontrar una terminal. En Reino Unido han planteado por ejemplo que los bancos deban tener un cajero a un máximo de cinco kilómetros en las zonas rurales. De no cumplir esa pauta se expondrían a multas.

Imagen | Santiago SV /Flickr

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