Nuestro planeta es uno de los más pequeños del Sistema Solar, pero el único habitable. De sus 510 millones de kilómetros cuadrados tan sólo 148 se componen de tierra firme, el terreno donde el ser humano ha desarrollado toda su historia como especie y que requeriría de casi toda la vida de uno solo de nosotros recorrer en su totalidad. Cada rincón. Son cifras que impresionan. Pero que palidecen si la comparamos con la superficie terrestre del resto de planetas.
Es lo que ha hecho Randall Munroe, quizá el mejor ilustrador de nuestro tiempo y autor del venerado cómic XKDC. Si su última magna obra fue una visualización de la temperatura de la Tierra desde la última glaciación hasta nuestros días, capaz de comparar con éxito el grado de calentamiento reciente al que estamos sometiendo al globo, la siguiente coloca pieza a pieza toda la tierra del Sistema Solar alrededor de un mapa mundi de nuestro planeta. Y es maravilloso.
El resultado ilustra, por un lado, la relativa insignificancia de la Tierra. Es cierto que en términos de masa es muy inferior a los gigantes del Sistema Solar, pero también que la mayor parte de ellos son gaseosos. Si pensamos en superficie terrestre, sólo Venus es ostensiblemente más grande. El segundo planeta del sistema es un infierno irrespirable, pero cuenta con tanta tierra como nuestro globo si quedara desecado. A su alrededor se ubican otros cuerpos celestes más pequeños.
Algunos son grandes, pero no tanto como podría intuir su título planetario. Mercurio, por ejemplo, cuenta con la misma superficie terrestre que el continente euroasiático (aproximadamente). Marte formaría el continente más gigantesco de la Tierra, pero la suma de África y América se le asemejaría (hace no tantos millones de años formaron un sólo continente). Sorprende lo respetable de la Luna, en especial si la comparamos con los satélites de Júpiter.
Ganímedes, Europa, Titán y un largo etcétera de lunas asociadas a los gigantes gaseosos representarían continentes de tamaño enorme sobre la superficie de la Tierra. Un detalle revelador es el de Plutón: diminuto, más que muchos satélites y que algunos continentes terrestres. Asombra observar la totalidad del suelo caminable de todo el Sistema Solar en un sólo mapa, aunque el mapa logra otro hito: ilustrar escaso de la tierra firme en nuestro universo cercano.