En plena era de la información, la humanidad sigue desconociendo algunos datos básicos sobre el modo en que habita el planeta. El mejor ejemplo de ello es África. Numerosos países cuentan con pobres sistemas de recopilación y distribución de datos censales y demográficos, provocando que sea complejo saber su porcentaje de población alfabetizada, el número de personas que acceden a Internet diariamente o, más sencillo, el lugar exacto en el que viven.
Como vimos en su día, no es una cuestión liviana. Cuando un desastre natural azota a una región concreta contar con datos previos sobre su distribución poblacional es clave. En unas inundaciones, por ejemplo, las organizaciones de ayuda humanitaria se valen de mapas e información censal para acudir a las regiones donde había asentamientos y comprobar el número de supervivientes. Los datos salvan vidas.
¿Qué sucede en África? Que pese a que las cifras demográficas sí son exactas, su reparto sobre el terreno no lo es tanto. Sucede también en otros puntos poco desarrollados, o geográficamente complejos, del planeta. Facebook es consciente de ello, y lleva algunos años atrabajando con OpenStreetMap para desarrollar cartografías más precisas. El último y espectacular ejemplo es un mapa general de África.
La cartografía es, con toda probabilidad, la más precisa jamás realizada sobre la población africana. Para llegar a ella el equipo de Connectivity Lab ha utilizado dos herramientas fundamentales: por un lado los registros censales de cada país del continente; por otro, imágenes por satélite. A partir de ahí han subdividido el enorme continente en miles de pequeñas celdas de 30 metros por 30 metros y han buscado, una por una, las estructuras físicas levantadas por el ser humano. O sea, las casas.
Como se cuenta aquí, no es que la distribución general de la población en África fuera un misterio insondable. Pero no era lo suficientemente precisa. Por ejemplo, sabemos cuántas personas viven en un distrito en los alrededores de Kinsasa, pero no cuál es su posición exacta (muchas viviendas, especialmente en zonas rurales, ni siquiera tienen dirección). En situaciones de urgencia, la precisión es crucial.
El mapa lo arregla. Facebook ha empleado el algoritmo desarrollado por OpenStreetMap para discernir entre edificios y terreno natural. A través de sistemas de aprendizaje automatizados, la IA identifica con mayor o menor precisión si hay o no hay estructuras físicas en una determinada celda. El proceso implica un alto grado de verificación por parte del equipo humano, dado que no es lo mismo un conjunto de casas en el norte de Argelia que en el corazón del Congo.
Una vez limpiadas las fotografías tomadas por satélite, es tan sencillo como repartir el número de personas registradas en un distrito sobre los edificios encontrados. Los resultados saltan a la vista: el mapa elaborado por Facebook dibuja un reparto demográfico mucho más preciso que otros anteriores, ya muy impresionantes, comentados en su día. Y ante todo, es un herramienta de valor incalculable.
Se trata, además, de un hito: OpenStreetMap y Facebook ya habían desarrollado mapas similares en países y regiones concretas, pero jamás a la escala de África. Sus 1.300 millones de habitantes ya están, al fin, perfectamente localizados en un mapa.