Excelente noticia para todos los veganos amantes de la cerveza: Guinness, la gran productora irlandesa de cerveza negra (entre otras variedades), va a eliminar de su producto las trazas de pescado. En concreto, los restos de vejiga de pescado que hasta ahora eran esenciales para la producción de tan oscuro y preciado brebaje. Y sí, lo sabemos, la noticia lleva a diversas preguntas. Como "¿un segundo, pescado?" o "¿qué narices son las trazas y, un segundo, pescado?".
Ambas tienen sencillas respuestas. Lo primero, las trazas. Pueden estar en cualquier parte y son fruto de la producción alimenticia industrial. No todos los productos las tienen, pero aquellos que sí pueden tenerlas lo especifican por obligación legal. ¿Por qué aparecen? Pensemos que una empresa produce varios tipos de alimentos en una misma fábrica. Durante el proceso de creación, de forma accidental y pese a las inspecciones y a la limpieza rutinaria a la que las máquinas son sometidas, algún resto de cacahuete puede colarse, digamos, en una bolsa de pipas.
Aquí está explicado de forma más precisa. En general, son cantidades muy pequeñas y casi imperceptibles. No forman parte del listado de ingredientes, dado que han llegado ahí de forma accidental, pero pueden estar ahí. Para la mayor parte de las personas, esto no supone mayor problema, más allá de una leve sensación de desasosiego. Pero si eres alérgico, tienes mayores inconvenientes, dado que incluso cantidades muy pequeñas de una traza pueden afectarte.
Volvamos a Guiness. ¿Cómo han terminado trazas de pescado en una cerveza? ¿Acaso se limpia la panga en los mismos barriles en los que fermenta la cebada? No exactamente. Antiguamente, los cerveceros irlandeses filtraban su producto con isinglass, gelatinosa vejiga de pescado, para retirarle la levadura sólida que resistía al proceso de fermentación. La tradición se ha mantenido durante dos siglos y medio (es una tradición), hasta que la empresa ha anunciado su retirada. Ahora, utilizará filtros de gelatina artificiales, permitiendo a veganos y vegetarianos sentirse mejor consigo mismos.
Trazas: también en tu casa
Esto no quiere decir que, de repente, la cerveza Guinness deje de estar poblada de aletas de bacalao. No sucedía antes. La empresa se veía obligada a informar de las trazas porque, pese a ser muy pequeñas y apenas perceptibles a la hora de beber su cerveza, podían estar ahí de un modo u otro. Del mismo modo, no es probable que encontremos trazas de todos los productos que lo advierten. Y son muchos. Un rápido vistazo al frigorífico o a la despensa nos muestra su ubicuidad.
Nosotros hemos hecho la prueba. Y estos son algunos de los productos que, en una búsqueda poco exhaustiva en mis armarios y mi frigorífico, pueden contener trazas de otros alimentos:
Estos son sólo pequeños ejemplos de las muchas trazas que podemos encontrar a lo largo de nuestra vida. Durante un tiempo, gran parte de las bolsas de patatas y de otros snacks industriales advertían sobre toda clase de trazas (la más frecuente, la leche). Con la excepción de los alérgicos, que sí tienen motivos para estar preocupados, son inofensivas, aunque es divertido buscar las trazas más extrañas en los productos más inesperados. En ocasiones, llegan a resultar irónicas. Hace poco supimos que el 10% de los perritos vegetarianos contenían trazas de carne.
Sea como fuere, estamos de enhorabuena. Se acabaron nuestras Guinness al pescado.