Las impresoras 3D siguen mostrando su capacidad en todo tipo de ámbitos, aunque con ciertas limitaciones como el tamaño de los modelos -a no ser que unamos diversas piezas- o los materiales utilizados. A los polímeros que han sido base fundamental de estos dispositivos se han unido algunos metales e incluso desarrollos especiales que imprimen comida.
Ahora esa versatilidad en materiales se amplía con un sistema que mejora esta tecnología de impresión al dar soporte a la impresión de cerámica. Un grupo de investigadores de los Laboratorios HRL ha anunciado este logro que se basa en un peculiar truco: no calentar el polvo cerámico con el que se van elaborando las figuras y objetos.
Los estudios llevados a cabo por este grupo demostraron que si se trataba de calentar ese componente aparecían problemas de consistencia en el objeto final que podían dar lugar a grietas y fracturas. Para lograr el resultado buscado han creado los llamados "polímeros precerámicos".
Estos materiales permiten imprimir el objeto en cuestión como si fuese un modelo 3D impreso con polímeros convencionales en esta tecnología, y luego se calienta el objeto resultante para que esos polímeros tan especiales se conviertan en cerámica. Los investigadores creen que esta tecnología, que mejora de forma notable la velocidad de la estereolitografía tradicional, puede ser vital en industrias como la aeronáutica se usan componentes cerámicos de forma masiva.
Vía | MIT Technology Review
Más información | ScienceMag