Es una de las revoluciones que siguen sin acabar de llegar al mercado. Las impresoras 3D han recorrido ya un buen trecho inicial y se han postulado como soluciones versátiles en todo tipo de escenarios, pero entre sus limitaciones hay una clara: son dispositivos leeentos.
Para solucionar ese problema aparece casi de la nada Carbon3D, una empresa que llevaba dos años trabajando casi en secreto en una tecnología de impresión 3D que promete cambiar esta industria para siempre. La llaman Continuous Liquid Interface Production (CLIP), pero con lo que nos quedamos de verdad es con su velocidad, que puede llegar a ser entre 25 y 100 veces más rápida que la de las impresoras 3D tradicionales.
Los principios sobre los que se asienta este desarrollo son a priori similares a los de la estereolitografía (SLA). Sin embargo en la tecnología CLIP no se imprime un objeto capa por capa, sino que se aprovecha tanto la luz como el oxígeno para ir dando forma a la resina y de hacerlo además con una orientación mucho más tridimensional.
Una revolución dentro de la revolución de las impresoras 3D
Según el doctor Joseph DeSimone, CEO y cofundador de Carbon3D, esta tecnología ofrece "velocidades, propiedades mecánicas consistentes y una elección de materiales necesarios para piezas comerciales de calidad que cambiarán la historia". El proceso fotoquímico elimina ese efecto de capas que aparece con las tecnologías actuales, y a priori es uno de los avances más prometedores que hemos visto en los últimos meses en este campo.
La tecnología se basa en el uso de una ventana transparente y permeable que permite que tanto la luz como el oxígeno la traspasen, haciendo que se comporte básicamente como una lente de contacto. La impresora permite controlar con exactitud cuánto oxígeno entra y cuándo entra en esa pequeña "piscina de resina" con la que se formará el objeto. El oxígeno actúa como inhibidor de que la resina se solidifique en ciertas áreas, y la luz convierte en sólidas aquellas zonas no expuestas por el oxígeno.
Los avances y demostraciones de esta empresa ya han atraído el interés de los inversores. Y no de unos desconocidos, no: Sequoia Capital ya invirtió en 2013 y en total la empresa ha levantado 41 millones de dólares en unas rondas que han pasado prácticamente desapercibidos por el resto de la industria. Uno de los miembros de Sequoia que ahora está también en el consejo de administración de Carbon3D dejaba claro que cuando vieron lo que esta empresa había logrado "se hizo inmediatamente evidente para nosotros que la impresión 3D nunca volvería a ser lo mismo".
Vía | 3dprint
En Xataka | Las impresoras 3D de alta velocidad están en desarrollo
Ver 23 comentarios