Un grupo de investigadores ha desarrollado una técnica que ha permitido a un hombre recuperar parcialmente la visión. Los resultados son aún muy limitados, pero plantean una potencial forma de lograr que ciertas cegueras hereditarias puedan ser tratadas con la llamada optogenética.
Un voluntario de 58 años fue tratado con una terapia genética, y con el uso de unas gafas especiales logró percibir de forma difusa objetos en un campo de visión limitado. La técnica es resultado de 13 años de trabajo, y aun siendo un logro modesto, plantea avances importantes en este área.
El cerebro debe aprender un nuevo lenguaje
Este tipo de ceguera hace que las personas que la sufren carezcan de ciertas proteínas necesarias para la visión. Cuando el ojo capta la luz, lo hace a través de células fotoreceptoras, pero estas personas carecen de dichas células.
Lo que precisamente han logrado estos científicos es usar terapia genética para convertir células ganglionares en células fotoreceptoras. El método fue además desarrollado para crear proteinas optogenéticas sensibles solo a la luz ámbar, algo importante porque es un tono más adecuado para evitar destellos que podrían dañar el tejido de la retina.
A partir de ahí crearon unas gafas especiales que permiten interpretar esa información y lograr que el paciente reconozca en cierta medida formas y objetos.
Las gafas, indicaban los expertos, hacen necesario que "el cerebro aprenda un nuevo lenguaje", pero aún así los responsables del desarrollo comprobaron el resultado gracias a un paciente al que se le aplicó esta técnica.
No hubo más pruebas por culpa de la pandemia, que paralizó casi todo el proyecto, pero durante estos meses ese paciente se fue poniendo las gafas y entrenando esa visión limitada, lo que permitió que tras pruebas posteriores se comprobara cómo era capaz de diferenciar objetos con el ojo que había sido tratado, aunque los viera de forma borrosa.
La técnica espera ahora ser pulida junto a unas gafas mucho menos aparatosas que podrían hacer que estos pacientes acabaran recuperando parcialmente la visión. Ya hay otro grupo de investigadores que trabajan en usar ese principio para detectar la luz sin la ayuda de gafas, y la técnica es ciertamente prometedora.
Vía | NYT
Más información | Nature Medicine
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