Desde hace un par de años, con la llegada de los nutricionistas a las redes sociales, cada vez se ha ido haciendo un mayor incapie en el papel que el alto consumo de azúcar añadido tiene en nosotros y en hasta qué punto ingerimos grandes cantidades sin darnos ni cuenta.
El debate sobre este azúar añadido no solo se ha dado en las redes sociales, sino que ha llegado al mundo político. Esto se ha notado en las políticas públicas que se han ido instaurando en numerosos países durante los últimos años. Una de las que más se ha ido repitiendo en distintos lugares del mundo han sido aquellas que afectaban a los refrescos y bebidas azucaradas. Sin embargo, las medidas adoptadas varian de país a país y los resultados obtenidos tampoco son los mismos.
Qué ocurre con España con los impuestos al azúcar
En nuestro país, Cataluña fue pionera a la hora de imponer un impuesto a las bebidas azucaradas. Desde mayo de 2017 esta Comunidad Autónoma aplica dos impuestos diferentes dependiendo de la cantidad de azúcar presente en las bebidas. Así, aquellas que contienen entre 5 y 8 gramos de azúcar por cada 100 ml tenían un precio superior de 8 céntimos más por litro. En el caso de que tengan más de 8 gramos de azúcar por cada 100ml el aumento de precio es de 12 céntimos por litro.
Este impuesto no solo se aplica a los refrescos azucarados, sino también a zumos, bebidas deportivas, bebidas vegetales, aguas con sabores, leches endulzadas, etc. Un año después de la puesta en marcha del impuesto, llegaron los primeros datos: el consumo de bebidas azucaradas había bajado. Esto se sabe, principalmente, porque con el mismo se recaudó un 30% menos de lo que se esperaba. Sencillamente porque se ha vendido menos.
Recientemente, el actual Gobierno español anunció que se estaba planteando la posibilidad de subir los impuestos a alimentos ultraprocesados, pero también a alimentos ricos en grasas y azúcares. Todavía no está claro a qué alimentos podrá afectar, pero es posible que las bebidas azucaradas entren dentro de las afectadas de este impuesto. Lo que si podemos ver en este sentido es que, en comparación con el resto de Europa, somos uno de los países que todavía no tiene un impuesto de este tipo.
Qué políticas tienen los países de nuestro alrededor con respecto al azúcar en los refrescos
Los países europeos están siendo pioneros a la hora de imponer políticas públicas con el fin de reducir el consumo de alimentos azucarados o ultraprocesados e incentivar el consumo de alimentos más saludables.
País | Impuesto | A qué productos se aplica |
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España (Cataluña) | 8 céntimos más a bebidas con entre 5-8 gramos de azúcar por 100ml de producto. 12 céntimos a las que tengan más de 8 gramos por 100ml. | Este impuesto se aplica solo en Cataluña a refrescos, zumos, bebidas deportivas o aguas con sabores, etc. |
Reino Unido | Dos impuestos de entre 21 y 24 céntimos más a productos: Uno de 5 a 8 gramos de azúcar por 100ml de producto y otro para los de más de 8 gramos. | Refrescos azucarados. |
Irlanda | A productos con más de 5 gramos de azúcar por litro. | A bebidas con base de agua o zumos. |
Francia | 7 céntimos por litro a bebidas azucaradas. | Es el que más productos abarca: refrescos, bebidas de frutas, bebidas lácteas y zumos. También aplica a las bebidas con edulcorantes. |
Hungria | 12 céntimos por cada litro de producto a los que tienen más de 8 gramos de azúcar por 100ml. | Bebidas carbonatadas. |
Noruega | 35 céntimos por litro. | Bebidas carbonatadas o elaboradas con concentrados. |
El caso de Reino Unido y los impuestos a las bebidas azucaradas
En los presupuestos de 2016-2017 Reino Unido introdujo una propuesta de impuestos a las bebidas azucaradas que se hizo efectiva en 2018. El impuesto tiene dos partes: una de ellas para las bebidas que contienen alrededor de 5mg de azúcar por cada 100 ml de bebida y otra para las que contienen alrededor de 8mg por cada 100 ml de bebida. De esta manera, estas bebidas tienen un precio entre 21 y 24 céntimos superior por litro.
¿Ha sido efectivo? Pues parece que entre 2015 y 2018 ha habido una reducción del 29% en la cantidad de azúcar vendido en refrescos azucarados - a pesar de que la venta de bebidas refrescantes ha aumentado -. Esto quiere decir, entre otras cosas, que las compañias que elaboran este tipo de bebidas han reducido la cantidad de azúcar libre que utilizan en ellas.
Irlanda impone impuestos a bebidas con base de agua o zumo con azúcar añadido
Desde enero de 2018, y tras cierto debate sobre si implicaba o no ayuda estatal, en Irlanda se aprobó la puesta en marcha el impuesto conocido como Impuesto de Bebidas Endulzadas con Azúcar y que afecta a los productos con base de agua o zumo que contengan más de 5 mg de azúcar por cada litro de producto.
En esta medida quedarían exentos los zumos de frutas puros y las bebidas lácteas sin azúcares añadidos, así como los refrescos y bebidas bajos en calorías, "cero" o "sin azúcares añadidos". La idea, igual que en Reino Unido, es intentar que las empresas cambien el uso de azúcar por otros edulcorantes.
El impuesto lleva apenas dos años en marcha y los únicos datos que se tienen, por el momento, son los del año pasado. Las autoridades irlandesas esperaban recaudar unos 35 millones de euros en todo 2019. Sin embargo, en total, la recaudación rondó los 31 millones. Esto quiere decir unos cuatro millones menos de lo esperado. Económicamente puede ser un problema, pero la realidad es que implica que el consumo de bebidas de este tipo se vio todavía más reducido de lo esperado.
En cualquier caso, algunas marcas de estas bebidas tomaron la decisión de usar menos azúcar y más edulcorante, lo cual también podría haber influído en la bajada de la consumición, pero debemos recordar que uno de los objetivos de este impuesto era precisamente este.
Francia aplica impuestos a bebidas endulzadas con azúcar o edulcorantes
En el caso de nuestro país vecino, desde 2012 se impone un impuesto a las bebidas endulzadas. La particularidad es que no solo afecta a los tradicionales refrescos, sino también a aquellas bebidas endulzadas con edulcorantes además de bebidas de frutas y aguas de sabores que también contengan azúcares y edulcorantes. Estas bebidas tienen un precio alrededor a 7 céntimos superior por litro.
En el caso de Francia, se observó una caída del 3,3% en la venta de las bebidas azucaradas en los primeros cinco meses desde que se aplicó la medida. Una investigación premilinar de Capacci y su equipo, en 2018, sí que encontraba una caída en la venta de bebidas azucaradas. Sin embargo, en 2019 este mismo equipo termina esta misma investigación modificando la metologia para hacerla menos sesgada y encuentran que la reducción es, en realidad, pequeña (alrededor de medio litro per capita por año).
Hungria tiene un impuesto para las bebidas carbonatadas
El impuesto de Hungria es similar al de Reino Unido ya que se impone en las bebidas que contienen más de 8 gramos de azúcar por 100 ml de bebida. La diferencia es que, en este caso, el impuesto es para las bebidas carbonatadas y no cualquier bebida. También es un impuesto algo menor ya que significa unos dos céntimos más por cada litro de bebida.
En el caso Hungria, el impuesto comenzó a aplicarse en 2011. Entre 2011 y 2013 la venta de bebidas carbonatadas llegó a caer un 15,1%. En cualquier caso, debemos tener en cuenta que en este país la venta de este tipo de bebidas ya se estaba reduciendo anteriormente (un 13,5% entre 2007 y 2011) por lo que el impacto real del impuesto no quedaría del todo claro.
Noruega fue uno de los primero países en imponer un impuesto al azúcar
Si ha habido un país europeo pionero a la hora de poner impuestos a las bebidas azucaradas, ese ha sido, sin duda alguna, Noruega. Desde 1981 este país cuenta con un impuesto de unos 35 céntimos por litro en bebidas que sean carbonatadas o elaboradas con concentrados.
En este país, además, se aplican impuestos especiales a otros alimentos azucarados además de a las bebidas. Esto ha provocado que el país tuviera en 2019 el consumo más bajo de azúcar conseguido en 44 años dándose una reducción del 27% en los últimos 10 años. Eso sí, según The Guardian, los noruegos cruzarían la frontera con Suecia de manera habitual para hacerse con productos azucarados por un precio más barato.
Finlandia y sus impuestos también a postres o helados
Finlandia es un caso curioso ya que comenzó gravando diferentes productos azucarados. Además de las bebidas azucaradas, los dulces, chocolate y helados también tenían un impuesto. Sin embargo, desde 2017 el impuesto se mantiene solo para las bebidas azucaradas. Aparentemente, los estudos revelaban que mientras el impuesto a las bebidas azucaradas funcionaban y animaban a los consumidores a hacerse con opciones más saludables -reduciendo su consumo alrededor de un 4,2% -, parece que no era el caso del impuesto a los dulces, por lo que este último se retiró.
Fuera de Europa también se están tomando medidas
Fuera de Europa y la Unión Europea, países como Estados Unidos, México, Chile, Barbados o Suráfrica cuentan con impuestos para las bebidas azucaradas. En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, el impuesto no se da en todo el país, sino en algunas ciudades desde 2014. En México, donde también se aplicada desde 2014 se ha visto un descenso del 7,9% en el consumo de estas bebidas desde que comenzó a aplicarse.
Chile y Suráfrica tienen dos de los impuestos más altos. En Chile es de alrededor de un 13-18% para bebidas azucaradas, zumos y otras bebidas con azúcar añadido, mientras que en Suráfrica es un impuesto del 20% a bebidas azucaradas que es efectivo desde 2017.
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