Con 171 fallecidos, al menos, y más de 8.000 afectados, el virus Wuhan ha pasado a ser oficialmente una preocupación internacional. Así lo ha declarado en una reciente reunión la OMS, quien ha puesto las alarmas.
Esto se debe, principalmente, a que el virus no solo está haciendo sus estragos en China, sino que este ha sido confirmado en todas las regiones del país además de en otros territorios circundantes, lo que se une a otros casos sospechosos pero sin confirmar, fuera de las fronteras del país. La decisión de la OMS es preventiva, y se suele tomar cuando una enfermedad contagiosa aparece en varios focos con el potencial de extenderse, especialmente cuando no se conoce su virulencia. La OMS ha indicado que han tomado esta decisión especialmente por la propagación fuera de China.
Emergencia internacional de salud pública por el coronavirus Wuhan
El 22 de enero, el comité de la OMS se reunía para informar del estado de la situación. Según informó el director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, todavía necesitaban discutir al respecto para ejecutar una acción. Ante la prensa declaró que: "La decisión sobre si declarar o no una emergencia de salud pública de interés internacional es una que nos tomamos muy en serio [en la OMS], y solo estamos dispuestos a declararla con la debida consideración de todas las evidencias". Un día más tarde decidieron no elevar la emergencia a un caso internacional.
Poco después la alerta pasaba de moderada a grave, pero solo en China. A la luz de la expansión dada por el virus durante los últimos días, y tras revisar todos los datos, la organización ha decidido declarar la situación como de emergencia para la salud pública, lo que conlleva a abrir el marco para que los Estados miembro puedan solicitar ayudas y asistencia internacional. También se preparan las vías de comunicación más efectivas, asesoradas por los expertos de la organización.
¿Qué va a pasar ahora y qué significa esta medida?
Como explicábamos, junto con estas vías comunicativas, comienza una monitorización aún más estrecha de la actividad del virus, de manera que se pueda controlar a cada paso fuera de China, que ya estaba controlando la situación de forma exhaustiva. Esto supondría adoptar medidas de control y cuarentena más fuertes en caso de que se siga dando . Pero, sobre todo, declarar la emergencia de salud pública supone mantener vías de comunicación inmediatas, claras y rápidas para que la población y los organismos y Gobiernos tengan acceso a la información más rigurosa en todo momento.
Por su parte, tal y como recogen desde la OMS, la organización ahora revisará con cada uno de los Estados afectados las posibles consecuencias de la presencia del virus. Analizando cada caso de forma pormenorizada, la organización determina una serie de consejos y medidas que adoptar. No obstante, es cada Gobierno el que tiene la responsabilidad y la decisión final de tomarlas. La designación significa que la OMS ha clasificado oficialmente el coronavirus como un evento extraordinario que pone en riesgo a otros países y necesita una respuesta coordinada. Dicen que les preocupa que la enfermedad se propague a países con malas capacidades de salud pública.
En España, por ejemplo, la alerta por coronavirus ya está activada de manera preventiva, incluso antes de la declaración de emergencia. Tenemos un protocolo de actuación ante el caso de sospecha de infección por coronavirus. Este protocolo se ejecuta solo ante la posibilidad de encontrar a alguien infectado de manera preventiva. Con la emergencia internacional se preparan todos los medios relacionados con el protocolo para una respuesta de emergencia. También podrían acrecentarse las medidas de control de los viajeros procedentes de otros países, pero no se tomarán medidas extraordinarias por ahora. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dice que desde la OMS "de hecho, nos oponemos" a que se limite el comercio y los viajes con China.
La emergencia de salud pública internacional es, al fin y al cabo, un aviso, sin intención vinculante. Es una manera de advertir y abrir la vía de cooperación y comunicación por parte de la OMS a toda la comunidad Internacional. Es cada país el que tiene la responsabilidad de velar por el bienestar de sus ciudadanos ya sea haciendo caso a las recomendaciones de la organización o mediante otros medios que el Estado crea apropiados.
¿Qué sabemos del coronavirus virus Wuhan?
A estas alturas, Wuhan sigue siendo un virus relativamente poco conocido aunque cada vez tenemos más información. Por el momento, sabemos que su origen está en un mercado de pescado en la ciudad china de Wuhan, donde en diciembre del año pasado aparecieron los primeros contagiados. Sabemos que ya hay miles de casos confirmados y otros tantos sospechosos. La gran mayoría de los fallecidos proceden de Wuhan, aunque no se descartan nuevas defunciones fuera del país.
Una de las razones para lanzar la alerta es que algunos contagiados fuera del país no habían estado recientemente en China, lo que muestra una de las incógnitas más inquietantes sobre el virus: todavía no tenemos claros sus mecanismos de contagio. Sí, esta es una cuestión suficiente como para llamar a la alarma internacional ya que es más difícil saber qué esperar del virus, aunque sabemos que su mortalidad, por el momento, es menor que la de otros virus de la gripe.
Durante la conferencia de prensa, el director general de la OMS reiteró sus elogios a China. "China está estableciendo un nuevo estándar en términos de respuesta al brote", dijo Tedros. "Ya habríamos visto muchos más casos fuera de China, y probablemente más muertes, si no fuera por los esfuerzos del gobierno".
¿Qué más sabemos del virus? Denotado como 2019-nCoV por la OMS, es un coronavirus de ARN monocatenario. Fue secuenciado a finales del año pasado, tras los primeros contagios, con el objetivo de poder detectarlo en los pacientes. A raíz de este trabajo, hoy sabemos que tiene muchas similitudes con los betacoronavirus de murciélagos. Esto lo diferencia de otros coronavirus, el virus típico de la gripe, causantes del síndrome respiratorio agudo, más conocido como SARS, o el Síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente, el MERS. Sin embargo, este es menos letal pero más contagioso, lo que supone una serie de problemas de control algo más peliagudas.
Como ya os contamos, los coronavirus son conocidos por contarse entre los ejemplos más comunes de zoonosis, es decir, de contagio a partir de animales. Estos virus, relativamente sencillos, suelen tener un acervo genético en poblaciones animales. Por el momento, todavía quedan muchas dudas al respecto... Sin duda alguna, nos encontramos ante un patógeno peligroso, especialmente por su virulencia, pero no tanto por su letalidad. Todavía deberemos seguir atentos, pues probablemente nos queden aún algunas semanas con novedades sobre el avance del virus.
Vía | WHO
Imágenes | CNN, Getty
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