Un 10,2% de los pacientes graves de COVID-19 produce anticuerpos que boicotean a su propio sistema inmunitario en el combate contra la enfermedad. Esta "paradoja inmunológica" que publica 'Science' ha llevado a sus autores, entre los que hay varios hospitales españoles, a convencerse de que los factores genéticos e inmunológicos explicarían un 15% de los casos graves de la enfermedad.
Es decir, algunos anticuerpos de uno de cada 10 pacientes graves se dedican a bloquear el interferón tipo 1 en plena infección: es el sistema inmunitario poniéndose zancadillas a sí mismo e interrumpiendo las reacciones en cadena que defienden el organismo.
¿Qué han descubierto?
Para descubrirlo, los investigadores han analizado con detalle 987 pacientes con neumonía grave de todo el mundo y confirmaron la presencia (desde el inicio de la infección) de estos anticuerpos en un poco más de la décima parte de ellos. Curiosamente, de los 101 pacientes que tenían este tipo de anticuerpos en las muestras de sangre, 95 eran hombres.
Esto no solo sugiere algún tipo de factor genético vinculado al cromosoma X o, al menos, un fenómeno cruzado, enraizado en la dinámica inmunológica masculina, sino que podría explicar por qué los hombres son más vulnerables al virus. De hecho, por si fuera poco, más de la mitad de los 101 pacientes tenían más de 65 años. Es decir, el hallazgo puede llegar a explicar muchas cosas.
"Lo que nos ha sorprendido en este estudio es la elevada frecuencia con la que hemos encontrado estas alteraciones en pacientes con covid-19 grave", explicaba Roger Colobran, investigador del Instituto de Investigación del Vall d'Hebron. Si nos fijamos en sus datos, cuando examinaron la presencia de estos anticuerpos en la población sana descubrieron que solo 4 de las 1227 personas analizadas lo tenían.
¿Qué significa?
El descubrimiento es muy interesante. Primero porque puede darnos claves para entender (e identificar) en qué personas con infección por SARS-CoV-2 es más probable que desarrolle síntomas graves. Hay multitud de entornos en los que esto puede ser fundamental y permitirá avanzar más rápido en el desarrollo de vacunas y tratamientos.
En segundo lugar, porque da herramientas a los médicos e investigadores para tratar de abordar estos problemas autoinmunes a la hora de diseñar tratamientos de forma más personalizada. La retórica y la comunicación de crisis en una situación como esta normalmente nos lleva a olvidar que no estamos frente a una "sola" lucha. Contener la pandemia y aprender a combatir a la enfermedad es una guerra que se da en muchos campos de batalla: descubrimientos como el de hoy pueden parecer poca cosa, pero son victorias estratégicas.
Imágenes | Hospital Clinic
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