Hace unos años, al lingüista estadounidense Mark Liberman (muy conocido por fundar el histórico blog de Language Log) le comentaron que era curioso que, cuando un hablante de inglés no entiende algo dice "it's greek to me". Es decir, "me suena a griego". En cambio, los hablantes de hebreo dicen "me suena a chino" y los coreanos, "me suena a hebreo". ¿Pasa esto en todos los idiomas?
A Liberman le picó la curiosidad y se puso a rastrear el origen de la expresión. Encontró el origen de la expresión inglesa y descubrió la hipótesis (discutida) que dice que el término "gringo" dirigido a los extranjeros viene de la expresión "hablar en griego". Pero lo más interesante que hizo fueron un par de gráficos a los que llego por Juan Ignacio Pérez.
A qué nos suenan las cosas que no entendemos
Unificando un par de tablas de equivalencias (la de Wikipedia y la de Omniglot) y un hilo de wordreference, Liberman confeccionó un gráfico que nos permite ver de forma sencilla a qué nos suenan las cosas que no entendemos en muchos idiomas y culturas del mundo.
En el mismo artículo, Liberman decía que no había encontrado ningún trabajo académico serio sobre el asunto. No obstante, en los comentarios, varios lectores le recomendaban un texto de Arnold Rosenberg, 'The Hardest Natural Languages', y sobre las ideas de ese trabajo (que no son exactamente iguales que el gráfico de equivalencias), Liberman completó el gráfico original.
Evidentemente, se trata de una aproximación muy parcial. En castellano, además del chino se usan expresiones como "me suena a ruso", a "arameo" o, incluso el "háblame en cristiano" (que parece un vestigio de la Reconquista y hace referencia al hebreo y al árabe); y es razonable pensar que esta pluralidad ocurre en todos los idiomas haciendo el gráfico real mucho más complejo. Lo que sí me parece interesante es que, como discute el propio Liberman, pese a ser una representación indirecta de la ininteligibilidad, el gráfico no es circular.
Aunque es verdad que, en un primer momento, puede parecer sorprendente que casi todas les flechas acaben coincidiendo en el chino y el griego, si lo pensamos un poco no resulta tan extraño. Este tipo de gráficos no solo miden la dificultad para entendernos, sino la imagen cultural que de cada lengua hay en cada sociedad. Es posible que haya lenguas amazónicas que por su rareza sean menos inteligibles que el chino, el hebreo o el griego, pero no están presenten en el imaginario colectivo de muchos países (al menos, no tanto como para integrarse en el lenguaje común).
En este sentido, estos grafos no son solo mapas de la dificultad de entendernos, sino representaciones sociales de cómo vemos el mundo. Y son realmente interesantes.
Imágenes | Mark Liberman
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