No el de la foto, claro. Sé que suena a ciencia ficción, pero me temo que lo tenemos a la vuelta de la esquina. La estimulación transcraneal permite potenciar el desempeño cognitivo sin producir efectos secundarios. Es decir, un puñado de electrodos bien colocados pueden darte más rapidez mental, mejorar tu atención o hacerte un crack de la multitarea.
El Ejército de Estados Unidos ya está utilizando técnicas para mejorar las capacidades mentales de sus pilotos y sus operadores de drones. Y, según las investigaciones, funciona. ¿Cuánto queda para usarlas para aumentar la precisión de las cirujanas o la empatía de los trabajadores de un callcenter?
Presionar los botones que esconde el cráneo

Históricamente, la frontera más inexpugnable siempre ha sido la misma: el cráneo. Lo que ocurre dentro de la cabeza ha sido un misterio que sólo en las últimas décadas hemos sido capaces de empezar a comprender. De hecho, en los últimos años hemos ido desarrollando métodos no invasivos para poder manipular directamente el funcionamiento de las neuronas.
Hay distintos tipos de estimulaciones transcraneales, pero todas ellas se basan en los mismo: estimular distintas partes y sistemas neuronales mediante estímulos eléctricos o magnéticos sin tener que abrir el cráneo. Y sinceramente, como investigador que ha tenido que abrir varias decenas de cráneos (animales) para estudiar el funcionamiento del cerebro, sólo puedo decir que estas técnicas, con sus limitaciones, son una maravilla.
Fácil, cómodo y seguro

Y muy accesible: Los kits actuales de estimulación transcraneal con corriente directa usan 5 electrodos gracias a los que enviamos señales eléctricas directamente a partes específicas de la corteza cerebral. Es cierto que "estamos empezando" a experimentar con estas técnicas, pero ya hay evidencia suficiente para decir que hay ciertos patrones o estimulaciones concretas que aumentan determinadas capacidades cognitivas.
Además, estas técnicas no tienen efectos secundarios. Al menos, no a corto plazo. Y es que, aunque necesitamos tiempo para descartar efectos a muy largo plazo, ya son mejores que las alternativas farmacológicas para mejorar el desempeño mental.
Hasta ahora, el uso de medicaciones psicoestimulantes emparentadas con las anfetaminas (y con los fármacos del TDAH) era habitual en este tipo de trabajos. Según se dice, el metilfenidato se consume como chucherías en entornos como la banca de inversión inglesa o las universidades del sudeste asiático. Éstas técnicas, en comparación, son mucho más seguras.
Pero, ¿funciona?

Científicos de la Base Aérea Wright-Patterson en Ohio han realizado una serie de experimentos en los que parecen demostrar que mediante estimulación transcraneal de corriente directa se puede mejorar las habilidades multitarea de las personas y evitar la caída en el rendimiento que viene con la sobrecarga de trabajo. Según el estudio, esta técnica tiene un "profundo efecto" en el desempeño de las personas.
El éxito de los primeros experimentos hace que cada vez sea más probable que los soldados usen dispositivos capaces de enviar impulsos eléctricos al cerebro y mejorar la eficacia de las tareas en situaciones de alta presión (o, ya de paso, disminuir la empatía o los conflictos morales).
Y, a poco que lo pensemos, no sólo soldados: la aparición y, sobre todo, el abaratamiento de dispositivos que nos ayuden a estimular nuestro cerebro, abren la puerta a su uso en entornos laborales. Cuando ser más productivos, más rápidos o más eficaces esté a un estímulo de distancia, no me cabe duda de que la estimulación transcraneal y sus derivadas éticas serán uno de los próximos grandes conflictos laborales.
Imágenes | Eli Meir Kaplan, Karl Anderson, Neuralengr
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whisper5
Vaya artículo tan sensacionalista. No, tu jefe no te va a poner electrodos ni tú le vas a dejar, ni se aprobará en muchos años (si es que alguna vez se aprueba) su uso para cambiar las condiciones de trabajo. (De verdad, ¿a la vuelta de la esquina?).
Existen dos tipos de estimulaciones transcraneales: la magnética y la eléctrica. La primera se realiza con una bobina cercana al cráneo que genera un potente campo magnético. La segunda se realiza colocando electrodos sobre el cráneo que transmiten al cerebro pequeñas corrientes eléctricas. Las dos tienen sus riesgos y efectos secundarios. Es cierto que conforme pasa el tiempo se sabe más, pero en algunos casos pueden producir pérdidas temporales de la capacidad cognitiva y memoria, molestias, nausias, dolores de cabeza, mareos y casos extremos desvanecimiento.
Que lo pruebe el ejército no es extraño. El siglo pasado experimentaron en soldados con heroína, radiaciones atómicas, etc.
Conocemos cada vez más del cerebro, pero demasiado poco como para entender qué pasa cuando se estimula desde el exterior y además decir que no es malo para la salud.
sarpullido
Estoy en un grupo de control como coballa experimentando con estos dispositivos, dicen que algunos de los demas que estan en mi mismo grupo han tenido perdidas de memoria u otros problemas derivados como psicopatias o sintomas extraños como dormirse y caer sobre el ordenador de pruebas, a mi sin embargo nunca me ha pasado nada similar y puedo deciros que he hotado como he notado un incremento de rendimiento brutal, asi que para mi al menos esta resultando un gran avance y sin efectos secundarios.
royendershade
He hablado con algun amigo psiquiatra y por lo que ellos han podido investigar parece que en efecto, los estudios son bastante serios y el asunto funciona muy bien, sin contratiempos. Aparte de pequeñas pruebas que han hecho, sobre concentracion, hasta ahora no lo habian utilizado para nada mas que para terapias con pacientes con ciertos problemas mentales (mayoritariamente depresiones) a quienes ayuda mas que ningun otro tratamiento. Por supuesto, en este ultimo caso, no funciona con cualquier enfermedad pues cada una puede depender de mil factores.
Pero vamos, que personalmente me gustaria probarlo por ejemplo antes de ponerme a hacer problemas de electromagnetismo, a ver hasta que punto ayuda.
theo.veganoma
Este mismo año asistí a las charlas Naukas de neurociencia en A Coruña.
Una de las conferencias trataba sobre la plasticidad cerebral y la aplicación de estimulación electromagnética transcraneal en diferentes casos, como por ejemplo para realizar una operación de un tumor, acelerando el proceso de "migración" de actividad cerebral del lugar afectado a uno nuevo.
Pero también hablaron de una investigación relacionada con las aptitudes matemáticas. Le aplicaron la EET a personas con pocas aptitudes, debido a falta de atención, ansiedad, etc, y a gente con buenas aptitudes matemáticas.
Tras aplicar la ETT, el primer grupo aumentó su rendimiento matemático bastante pero el segundo grupo empeoró.
Explicó el ponente, esto lo digo así mal explicado y mal recordado, que el cerebro es una máquina que consume una unidad de energía, por ejemplo, y que aplicar modificaciones en una zona significa que otra también acabará forzosamente alterada porque no se aumenta el nivel de rendimiento total, se está desplazando, no creando. Vaya explicación de mis cojones. Me preocuparé de buscar la original XD
Después de esto, advirtieron que se está poniendo de moda la EET incluso para videojuegos cuando existen evidentes peligros de que se altere un buen funcionamiento.
Spaniard37
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DarkDudae
Lo siento, pero dudo mucho que unos electrodos en la cabeza puedan "vencer" a millones de años de evolución.
Es probable que la estimulación funcione, y parezca ser inocua para el organismo, pero seguro que si esta estimulación no está en nuestro cuerpo de forma natural, es porque tiene efectos adversos.
theo.veganoma
Me imagino que estaría muy bien algo así como la Estimulación Electromagnética Transescrotal vinculada a la nueva realidad virtual. Podría funcionar, digo yo eh? no sé, veo negocio ahí, y luego si eso ya nos ponemos con el cerebro, el intelecto y tal.
el.serg
Pues yo me apunto a estos experimentos, a mi sí me hace falta estimulación cerebral xD