Los Lumia 950 y 950 XL son los primeros smartphones de gama alta de la historia de Microsoft como fabricante de este tipo de dispositivos. Mucho hemos tenido que esperar para asistir a la presentación de estos dos productos que aportan todo lo necesario en su interior para competir con los mejores, pero que sobre todo destacan por una característica software diferencial: Continuum.
Conocimos esta tecnología hace un año, pero no fue hasta el pasado mes de abril que Microsoft nos mostró lo que seríamos capaces de lograr con ella en tablets y, sobre todo, en teléfonos móviles. Es sencillo de decir e incluso de mostrar, pero para algunos puede ser difícil de entender a pesar de la magnitud del logro: tu smartphone es por fin tu PC. Pero de verdad.
Qué necesitas para poder disfrutar de Continuum en tu smartphone
¿Por qué no puedo utilizar Continuum en mi Lumia 930, o mi 640 XL, o cualquier otro, y disfrutar de ese comportamiento camaleónico? ¿Por qué no puedo convertirlos en mi PC? Bueno, la razón es simple. John Belfiore ya explicó en el evento Build del pasado mes de abril que el hardware de estos smartphones con soporte para Continuum debía cumplir ciertos requisitos.
En concreto, debemos contar con procesadores capaces de lidiar con dos pantallas de forma separada, y ya entonces Belfiore comentó que por ahora los "nuevos procesadores" de Qualcomm eran los ideales para esa tarea. Eso se ha demostrado al comprobar cómo los Lumia 950 y 950 XL integran los Qualcomm Snapdragon 808 y 810 respectivamente, y es ahí donde reside el secreto de esta característica. Ese primer procesador, por cierto, es el mismo que integra el Acer Jade Primo con el que este fabricante presumió de ser el primero en ofrecer ese soporte.
De hecho se rumoreaba que dispositivos como el Lumia 1530 o el Lumia 930 ofrecerían esa opción tras ver cómo en una demo en el evento WPC 2015 estos eran los protagonistas de esa experiencia con Continuum: a pesar del soporte Miracast o Bluetooth de estos dispositivos, es el procesador el que no permitía llevar a cabo esa experiencia como Microsoft había planteado.
Ese soporte para mostrar vídeo en dos pantallas distintas (la del teléfono y la del monitor conectado) se aprovecha gracias a un pequeño dock, una base de conexión que Microsoft venderá de forma opcional a aquellos que quieran disfrutar de esta posibilidad y que permitirá conectar el móvil a un monitor vía el cable USB-C, la tecnología Miracast y los puertos HDMI o DisplayPort (de tamaño completo) que están presentes en ese dock.
Eso son malas noticias para los usuarios de smartphones anteriormente presentados por la firma, ya que esa capacidad de convertir el móvil en un PC de sobremesa no será posible. Es, nos tememos, el precio de un salto tecnológico tan importante. El soporte Continuum acabará siendo una constante en todo el catálogo de dispositivos basados en Windows 10, pero eso llevará algún tiempo: los microprocesadores móviles que integre la compañía tendrán que ofrecer ese soporte, y como en toda evolución tecnológica, esa capacidad llegará a más y más dispositivos más y más baratos con el tiempo.
¿Quién necesita Continuum?
Muchos usuarios pueden no verle el sentido a esta propuesta de Microsoft. "Ya tengo un portátil y un móvil, no necesito más". Y sin embargo, Continuum precisamente ofrece una interesante alternativa en muchos escenarios.
El más claro es aquel en el que contamos con un puesto de trabajo en nuestra oficina y otro en casa. En ese puesto de trabajo solo necesitaríamos contar con un monitor, un teclado y un ratón, además del dock que permite conectar ese monitor al smartphone. En esa situación ya no tendríamos que llevarnos el portátil de un lado al otro.
Así es: nuestros datos, nuestras aplicaciones y nuestra experiencia de uso tanto en modo smartphone como en modo escritorio estaría encapsulada en estos dispositivos. Obviamente puede que aún así ciertos usuarios necesiten ciertas condiciones especiales en su trabajo o en su casa por el tipo de tareas que ejecutan en sus equipos, pero para muchos usuarios que hacen un uso "ligero" del PC, la propuesta de la convergencia es asombrosa.
No solo eso, y aquí el propio discurso de Satya Nadella era especialmente evidente: para mucha gente en países emergentes "y yo vengo de uno", comentaba en una entrevista exclusiva en The Verge, su smartphone ya es su PC. Obviamente los actuales Lumia están situados en la gama alta del catálogo, pero todo llegará: lo que hoy es exclusivo de cierto rango de productos será algo común en todo tipo de dispositivos.
Esto es solo el principio
La magia no solo se la debemos a Continuum, por supuesto. Microsoft ha puesto en juego muchos componentes clave para poder ofrecer esa posibilidad: ese nuevo núcleo común a todas las plataformas, la tienda unificada de aplicaciones y sobre todo las aplicaciones universales permitirán que no importe demasiado dónde ejecutas las cosas: el sistema se encargará de que siempre obtengas la mejor experiencia de usuario.
Microsoft nos mostró un avance de lo que sería posible conseguir con Continuum en smartphones, pero ha sido ahora cuando hemos podido comprobar cómo efectivamente ese pequeño dispositivo que llevamos en el bolsillo puede convertirse prácticamente en un PC completo. Y decimos "prácticamente" porque quienes han probado esa experiencia ya apuntan a que por ahora tendremos algunas pequeñas limitaciones.
Nada especialmente sorprendente teniendo en cuenta que estamos ejecutando una sesión de escritorio desde un procesador móvil: la multitarea no será tan potente, las aplicaciones no funcionarán tan fluidas, pero todo eso avanzará, sobre todo teniendo en cuenta que la evolución de los procesadores móviles es asombrosa, y que Windows 10 y las aplicaciones universales no han hecho más que iniciar su camino. Y aún así, en Ars Technica lo dejaban claro. "Continuum mola".
Ahí es donde debe quedar claro que los desarrolladores deben ponerse manos a la obra para adaptar sus herramientas de forma que se conviertan en aplicaciones universales. Las ventajas para ellos serán evidentes: una sola aplicación podrá usarse de forma indistinta en escritorio y en un móvil o una tableta, y esa adaptación, hecha según indica Microsoft, permitirá sacar todo el partido a la aplicación la utilicemos como la utilicemos.
Será interesante comprobar en el futuro cómo se resuelven cuestiones que ahora generan dudas, como la compatibilidad con juegos -¿tiene sentido un Steam universal?- o el soporte hardware. Por ejemplo, en la demo no se indicó nada sobre el soporte de impresoras, algo casi imprescindible para un usuario empresarial, pero sí que vimos cómo era posible conectar una llave USB al dispositivo y explorar sus contenidos para trabajar con algunos de esos ficheros en el teléfono.
Otras dudas respecto al soporte de temas como las redes VPN, la interacción con otros dispositivos y otros servicios y situaciones se quedan en el tintero, pero lo importante aquí es que la convergencia está por fin con nosotros. Ahora solo tenemos que ver cómo crece y -esperemos- conquista un mercado en el que podría suponer toda una disrupción.
En Xataka | Cinco años después, ¿cómo de lejos estamos de unir escritorio y táctil en una única experiencia?
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