La campaña de financiación colectiva que Canonical puso en marcha hace una semana comenzó con gran fuerza, pero en las últimas horas el empuje de esas inversiones se ha ralentizado de forma notable. ¿Conseguirán recaudar los 32 millones de dólares que persiguen para desarrollar y fabricar sus Ubuntu Edge?
El problema reside en que la avalancha de peticiones iniciales se ha debido a los importantes descuentos que Canonical ofreció. El Ubuntu Edge se podía conseguir por 600 dólares (más 30 de gastos de envío) frente a los 830 dólares que supondrían el coste final. Esa oferta se ha visto continuada con algunas más, pero éstas son cada vez menos atractivas.
Seguimiento a la campaña de financiación
La expectación que ha generado el proyecto de Canonical ha hecho que durante los primeros días surgieran muchísimas peticiones para apoyar el desarrollo de este singular smartphone, que llegaría con Android y Ubuntu preinstalados y que estaría dotado de unas prestaciones hardware notables.
Dos desarrolladores quisieron seguir de cerca la evolución de la campaña de crowdfunding, y desarrollaron dos gráficos que mostraban el nivel de recaudaciones. El primero, de MoveBits, parece haber dejado de funcionar en los últimos días, algo extraño considerando que el pequeño y elegante código en Ruby parecía estar cumpliendo perfectamente al comienzo de la campaña.
El segundo apareció poco después en la página Ubuntu-Edge.info, y en este caso las estadísticas han seguido funcionando de forma continua, mostrando además como referencia una diagonal con el "objetivo" lineal de recaudación de cada día.
El gráfico es interesante ya que permite comprobar cómo ha ido variando el ritmo de las recaudaciones, y cómo justo hace unas horas el ritmo pasó de estar claramente por encima de lo necesario a estar ahora mismo por debajo.
Esa situación hace que no quede claro si la campaña de financiación colectiva tendrá éxito, algo en lo que influyen varios factores. El primero, la desaparición de las atractivas ofertas (o "perks", como los denominan en Indiegogo) iniciales por ir agotándose. En segundo, el apoyo de los medios, que supusieron también un importante impulso inicial para el proyecto.
Canonical realizó algunas ofertas adicionales para tratar de volver a reimpulsar la campaña, pero las más relevantes ya están agotadas y actualmente el Ubuntu Edge se puede conseguir a 700 dólares (si aprovechamos la opción Double Edge, en la que reservamos 2 dispositivos por 1.400 dólares), o bien 775 dólares en el caso de querer reservar solo uno. Ese segundo precio es lógicamente menos atrayente para muchos interesados que llegan algo más tarde a la campaña de financiación.
No todo está perdido
Sin embargo, la evolución de las campañas de crowdfunding es más o menos la misma en muchos casos: al impulso inicial que generan esas expectativas por el proyecto le sigue una prolongada caída, una estabilización y, por último, un pico final en el que vuelve a haber interés por el proyecto.
Así lo demuestra el interesante estudio publicado por Kickstarter hace unos años. En él, los responsables de este popular servicio de puesta en marcha de campañas de financiación colectiva hablaban de los aspectos que caracterizan a las campañas y sobre todo de cómo estas se van comportando conforme va pasando el tiempo.
Lo que es más significativo en este gráfico es cómo de uniforme es la forma de la curva en todas las duraciones de proyecto. La mayoría de los proyectos tienen esas ráfagas de interés al iinicio y al final -- en la mitad es cuestión del creador mantener la inercia, normalmente a través de la prensa, de eventos, y de otras promociones--.
También se estudiaba la duración óptima de los proyectos de financiación colectiva. No hay un dato claro, pero todo apunta a que los proyectos que rondan los 30 días son los que suelen tener más éxito.
Estos periodos reducidos parecen permitir que los creadores estén involucrados al 100% a la hora de impulsarlos y tratar de llevarlos a buen puerto. Y es precisamente algo en lo que esta empresa debería aprovechar su capacidad.
¿Qué puede hacer Canonical?
Lo cierto es que el último de los anuncios de Canonical al respecto para impulsar las ventas ha sido algo decepcionante: garantizaban un Ubuntu Edge personalizado al usuario que más lograse promocionar a través de su web esta campaña.
Esa actualización no ha parecido tener el efecto deseado, y el ritmo de invesiones por parte de los interesados se ha ralentizado considerablemente. Los precios del Ubuntu Edge son ya bastante menos atractivos que en el comienzo de la campaña, y ese es el frente en el que deberían atacar en Canonical una vez más.
Mark Shuttleworth, creador de Canonical y de Ubuntu, respondió recientemente a las preguntas de los usuarios de Reddit en una de las famosas sesiones AMA (Ask Me Anything), y entre ellas hubo sugerencias de los usuarios para volver a animar la campaña.
Por ejemplo, la puesta en marcha de ofertas adicionales en las que se incluyera algo tabgible como pegatinas, camisetas o ediciones especiales de Ubuntu 14.04 LTS --la versión que se lanzará justo antes del teórico lanzamiento de Ubuntu Edge-- para los inversores. Otros apuestan por uno o dos años gratuitos de Ubuntu One para los inversores, que podrían conseguir esa oferta como inversores completos (reservando un terminal) como siendo inversores parciales (sin terminal, pero apoyando el proyecto con una inversión mucho menor, de por ejemplo 30 o 40 dólares.
Todo suma, y esperamos que Shuttleworth y Canonical tomen en cuenta alguna de esas ideas para volver a impulsar esta singular campaña de financiación colectiva.
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