Mi compañero Javier Lacort hablaba hace pocas horas de cómo Microsoft necesitaba a los desarrolladores. Yo creo que necesita algo aún más importante.
Necesita un móvil propio. Un nuevo Windows Phone.
La razón es sencilla. La empresa parece haber apostado su futuro a la inteligencia artificial. Sus inversiones tanto en OpenAI como en centros de datos repartidos por todo el planeta así lo demuestran. Pero puede que eso no sea suficiente.
Da igual que los copilotos estén por todos lados. Que se hayan apoderado de Windows 11, Azure o Microsoft 365. Que ahora sean un llamativo —e inquietante— argumento de compra para la nueva era de los PC Copilot+ con IA.
Y da igual por una razón sencilla: el ordenador no puede competir con el móvil.
Y Microsoft es un donnadie en móviles.
Es la ¿triste? realidad: Google y Apple se reparten ese pastel con Android e iOS, y el papel de Microsoft en este ámbito es residual. Ofrecen acceso a su ecosistema, pero lo hacen sabiendo que tienen esa batalla perdida.
Bing no puede competir con Google, Outlook tampoco importa mucho cuando Gmail o Mail están preinstaldos en los móviles Android o iOS respectivamente, y lo mismo ocurre con otras muchas herramientas de esos ecosistema.
Da igual que sean mejores o peores que las de Android e iOS: no compiten en igualdad de condiciones porque ya hay otras nativas preinstaladas que retroalimentan las plataformas de Google y Apple. Lo que importa es el ecosistemas, y en móviles el de Microsoft prácticamente irrelevante.
Eso es terrible no solo echando la vista atrás, sino también mirando hacia delante. Microsoft ya había perdido la guerra de la movilidad antes de comprar Nokia y mucho antes de tirar la toalla.
Eso le ha salido muy caro a Microsoft, pero es que ese déficit no para de crecer: cada día que pasa sin plataforma móvil propia es un día que Microsoft pierde relevancia y dinero.
Si la inteligencia artificial logra triunfar, la que usaremos en nuestros móviles Android será la de Google y la que usemos en nuestros móviles iOS será de Apple
Y aun así, es cierto que a la empresa no le ha ido nada mal a pesar de esa debacle móvil. En estos momentos Microsoft es la empresa más importante del mundo por capitalización de mercado, pero es que podría ser mucho más relevante.
Tiene una carta importante con esa apuesta por la inteligencia artificial, pero el problema es que todos sus esfuerzos probablemente no basten para conquistar a los usuarios móviles. De eso se encargarán Google y Apple. La primera ya ha enseñado sus cartas con Gemini. Sabremos qué propone la segunda el próximo lunes.
Pero en uno y otro caso, el futuro está claro: si la inteligencia artificial logra triunfar, la que usaremos en nuestros móviles Android será la de Google y la que usemos en nuestros móviles iOS será de Apple. Ni la una ni la otra van a dejar que un tercero les robe la cartera. No en algo tan importante como esto.
De hecho, en Microsoft ya están preocupados, y con razón. Hace unos días, cuando OpenAI presentó su nuevo y dicharachero modelo, GPT-4o, lo hizo ofreciendo clientes nativos de ChatGPT para iOS y macOS. El de Windows, dijeron, llegaría "más adelante", sin especificar.
¿Cómo es posible? Parece que a OpenAI no le importó que Microsoft hubiera invertido miles de millones de dólares a ella: cuando se lanzaron esas aplicaciones nativas que incluían esas llamativas opciones para "hablar" con ChatGPT, la empresa cofundada por Sam Altman sencillamente miró a otro lado. Su argumento era que simplemente estaban "priorizando el lugar en el que están sus usuarios".
Microsoft debería volver a hacer móviles
Eso es muy mala señal para una Microsoft que desde luego tiene mucho ganado en el mundo del PC, pero que carece de esa influencia en el mundo móvil. La solución, probablemente loca, es sencilla.
Que Microsoft relance Windows Phone.
El reto es sin duda colosal, sobre todo porque parece difícil pensar en competir con Google y Apple a estas alturas. Y sin embargo, las cosas han cambiado bastante en estos años tanto en el terreno del hardware como del software.
En el caso del hardware lo único reseñable es que Microsoft no tiene un chip móvil propio. Ya cuenta con chips de IA, pero dependería de fabricantes como Qualcomm en ese apartado, al menos a corto y medio plazo. No es un gran problema: la mayoría de fabricantes —Samsung incluida— lo hacen.
La solución, probablemente loca, es sencilla. Que Microsoft relance Windows Phone.
En el apartado del software la cosa es aún más interesante: el lanzamiento de los PC Copilot+ ha demostrado que Microsoft ya tiene su Windows 11 totalmente preparado para ARM. Ni siquiera habla de "Windows 11 ARM" en esos equipos, y para la empresa el sistema operativo es uno aunque la versión pueda ser x86 o ARM. Eso parece hacer plausible la adaptación de Windows 11 ARM a móviles.
El segundo componente serían sus aplicaciones nativas, y de nuevo no parece difícil pensar que Microsoft podría tener sus Edge, Bing Maps, Outlook, Office 365 adaptadas a las pantallas de nuestros móviles.
El tercer componente, el más problemático, sería el de las aplicaciones de terceros. No es fácil pensar que ahora millones de desarrolladores apuesten por una tercera plataforma, pero quizás no haga falta: Windows 11 es compatible con aplicaciones Android.
Pero es que además habría otras opciones, como el impulso de aplicaciones web progresivas (PWA). El rendimiento, la calidad y fluidez de la experiencia podría no igualar al de aplicaciones nativas, desde luego, pero al menos la opción estaría ahí.
Un móvil de Microsoft con la IA de Microsoft
El esfuerzo sería sin duda colosal para Microsoft, y esta idea loca en realidad no es nueva. Ya se ha planteado antes, y la posibilidad generó expectación en el pasado. Lo demuestran algunos vídeos e imágenes conceptuales que ofrecieron algunos diseñadores en los últimos años, como por ejemplo el siguiente.
Si Microsoft relanzara Windows Phone, tendría de nuevo una oportunidad en el ámbito de la movilidad. Es imposible saber si su ejecución sería lo suficientemente notable como para competir, pero lo que es seguro es que con Windows Phone la empresa tendría un vehículo perfecto para competir de cara al futuro.
Con Windows Phone la empresa tendría un vehículo perfecto para competir de cara al futuro. Y además, una forma notable de impulsar su IA.
De repente podría impulsar tanto su ecosistema actual como el futuro. Y precisamente ahí es donde entraría la inteligencia artificial, que parece que va a acabar apoderándose de nuestros móviles —a falta de unas gafas que lo hagan— y que ya no sería la de Google en Android ni la de Apple en iOS, sino la de Microsoft en Windows Phone.
Hay que recordar, eso sí, que la empresa ya intentó volver al mercado de los móviles. Lo hizo con el Surface Duo, pero aquel dispositivo con pantalla dual plegable basado en Android fue un fracaso colosal. Aquí la aproximación tendría que ser muy distinta, y debería estar protagonizada por su propio sistema operativo, por ese Windows Phone basado en Windows 11 ARM.
Teniendo en cuenta lo mucho que está invirtiendo Microsoft en este ámbito, arriesgarse a depender de sus rivales no parece demasiado apetecible. Y sin embargo, relanzar Windows Phone parece una idea demasiado loca.
¿O no?
Imagen | Cade Lin
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