¿De verdad compensa un teléfono de 16 GB por 749 euros en pleno 2015?

Los precios de los productos de Apple suelen ser objeto de acalorado debate, y el coste de los nuevos iPhone 6s y iPhone 6s Plus no es una excepción. Sobre todo porque Apple ha vuelto a hacerlo: parte de un modelo básico con 16 GB de capacidad de almacenamiento, que no tiene posibilidad de expansión interna, que se quiere apoyar en un servicio de pago para ofrecer esa función, y que tiene un precio de 749 euros.

749 euros. No, de verdad. Un siete, un cuatro, y un nueve. 749 euros.

A muchos la cifra nos parece una broma de mal gusto. A otros tantos, razonable. Es imposible llegar al consenso en una cuestión en la que ese número es solo la punta del iceberg. Porque al fin y al cabo Apple es muy dueña de ponerle el precio de venta que quiera a sus productos, y la gente es muy dueña de gastarse su dinero como le apetezca. Para muchos será un dinero bien gastado. Para otros, el tema merece una reflexión. Como esta, por ejemplo.

¡Es la experiencia, idiota!

Quienes defienden los precios a los que se venden los iPhone suelen esgrimir la experiencia de usuario como principal argumento frente a este tipo de críticas. Ningún otro smartphone del mercado, dicen, ofrece ese ecosistema, esa fluidez software, y ese comportamiento tan destacable en todas las áreas.

Es un argumento que desde luego está cimentado en muchas realidades: el control sobre el software y el hardware que Apple ejerce permite que incluso contando con algunas especificaciones hardware inferiores a las que protagonizan los dispositivos basados en Android -la memoria, el sensor de la cámara o la resolución de pantalla son ejemplos recurrentes-, estos dispositivos se comporten de forma excepcional.

Ningún otro smartphone del mercado, dicen, ofrece ese ecosistema, esa fluidez software, y ese comportamiento tan destacable en todas las áreas

El de la fotografía es un buen ámbito en el que defender ese argumento. Durante años a Apple le ha bastado con su sensor de 8 Mpíxeles para superar a prácticamente todos sus contendientes en el terreno de la fotografía móvil.

Solo unos pocos han podido hacerle sombra en los últimos tiempos, y la experiencia software es también destacable desde que uno saca la foto -la velocidad de enfoque y disparo es excelente- hasta que la ve -la gestión de la biblioteca de fotos es igualmente notable- el flujo de trabajo (o disfrute) es fantástico.

Esa experiencia se extiende a otras áreas, aunque desde luego ni siquiera los iPhone son perfectos. Como ocurre con todos los productos de Apple, uno no se puede salir fácilmente de la forma en la que tiene que hacer las cosas, e iTunes es por ejemplo imprescindible para las tareas de sincronización.

¡Apple vende hardware un producto de gama media a precios de gama alta!

Los que critican los precios de los dispositivos de Apple lo hacen sin tener demasiado en cuenta esa experiencia de usuario. Después de todo, hemos llegado a un punto en que las plataformas móviles se han equiparado en muchos apartados. La experiencia de usuario en dispositivos Android o Windows Phone -sin olvidarnos de BlackBerryOS- es hoy en día notable.

Así pues, con experiencias de uso similares, ¿qué diferencia a estos dispositivos? Las especificaciones, por supuesto. Y es ahí donde atacan estos usuarios, que hablan de la temas como las ranuras microSD, los sistemas de carga rápida, las pantallas 2K (mejor no hablamos de 4K), las cámaras con sensores que ya alcanzan los 23 Mpíxeles en la familia Xperia Z5, o los procesadores quad-core, octo-core o deca-core que comienzan a poblar el mercado.

La eterna crítica al iPhone, las especificaciones: ranura SD, pantallas 2K, baterías con carga rápida, sensores de 23 Mpíxeles...

Sobre el papel, desde luego, parece que el planteamiento de Apple es rácano: venden hardware de gama inferior a precios desorbitados, y además lo hacen con una tranquilidad pasmosa. Para muchos, y me incluyo, vender un dispositivo con 16 GB de capacidad a 749 euros es casi una broma de mal gusto. Ya lo era el año pasado, cuando aclaramos que Apple simplemente gana más dinero partiendo de ese modelo que de uno de 32 GB, pero lo es ahora con mayor motivo si tenemos en cuenta que la nueva cámara de 12 Mpíxeles hará que tanto en fotos (más grandes, y además tenemos las Live Photos que ocupan cerca del doble de una normal) como en vídeo (podremos grabar ya vídeo 4K) las necesidades de espacio aumenten de forma notable. Pero Apple tiene respuesta para eso, por supuesto. La cuestión es si nos la tragamos o no.

La realidad: hagas lo que hagas, Apple te logrará sacar aún más pasta

De los 16 GB de capacidad disponibles en los iPhone 6 y iPhone 6s del año pasado, iOS 8 requería cerca de 3 para él. En iOS 9 la cifra será probablemente parecida, pero aquí es donde Apple ha querido salir a la palestra con su nueva tecnología de "adelgazamiento de las aplicaciones". Los desarrolladores pueden aprovechar esta opción para que las aplicaciones solo instalen información esencial en cada momento: un juego, por ejemplo, solo tendrá instalados en local los niveles a los que estemos jugando.

No sabemos el impacto real que tendrá eso sobre la disponibilidad de espacio en los iPhone, pero teniendo en cuenta que muchos juegos exigentes ya ocupan alrededor de 1 GB, será interesante ver la reducción una vez puesta en marcha la llamada App Thinning. Pero no es la única medida de rescatarnos que tiene Apple. Está su salvavidas en la nube: iCloud.

Este es el otro gran componente de esa concepción del uso de un iPhone que tiene Apple. Los usuarios pueden almacenar sus fotos en tamaño completo en la nube, tenerlas en su móvil en formato "reducido" para no ocupar demasiado espacio, y solicitar las originales cuando las necesiten, para lo que necesiten. Brillante, salvo que claro,** hay que pagar por un uso intensivo de esa opción**.

Hagas lo que hagas, Apple logrará sacarte más y más pasta.

Apple anunció ayer precios rebajados para este servicio (50 GB por 0,99 dólares al mes, 200 GB por 2,99 dólares, 1 TB por 9,99 dólares al mes), y lo hizo precisamente para aliviar las necesidades de los usuarios que probablemente necesiten utilizar ahora más que nunca el servicio: un minuto de vídeo grabado en 4K en el iPhone 6s/Plus ocupa unos 375 MB, y utilizar esa característica podría poner en problemas muy rápido al iPhone de 16 GB.

Aparentemente todo ello no hace más que dejar una conclusión a los usuarios: es mejor optar directamente por el modelo de 64 GB, que es precisamente lo que pensarán muchos de ellos al lidiar con esta cuestión. Y lo cierto es que las necesidades de almacenamiento que impone la nueva cámara son igualmente altas incluso en este caso o en el del modelo de 128 GB: tarde o temprano tendremos que liberar espacio, y ahí es donde entra en juego iCloud de nuevo.

El planteamiento de Apple es brillante, y cuesta no desviarse de la cuestión: no importa que vendan el modelo de 16 GB a 749 euros.

El planteamiento de Apple es, como decía, brillante. Plantean un iPhone 6s de partida (16 GB) con un precio /749 euros) que no parece compensar. Para eso, dirán muchos, mejor ir directamente al 64 GB (849 euros). Pero es que además voy a necesitar un montón de espacio para todas esas fotos y vídeos que quiero tener en la nube por la sencilla razón de que esa sincronización de contenidos funciona fenomenal sin que tengamos que hacer nada. Así que a esos 849 euros habrá que sumarles otros 2,99 euros para 200 GB o, si nos queremos quedar tranquilos, 9,99 euros mes para tener 1 TB.

Olvídate del debate sobre si Apple debería dar el salto directo a un modelo base de 32 GB. O de la discusión sobre si 749 euros es un precio exagerado para un móvil con 16 GB de capacidad de almacenamiento. Lo que importa no es eso. Te estás olvidando de la verdadera cuestión.

Que hagas lo que hagas, Apple logrará sacarte más y más pasta.

En Xataka Android | iPhone 6s, ¿qué nos ofrece lo nuevo de Apple respecto a la gama alta Android?

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