Dell Streak 5, el smartphone que se adelantó a su tiempo

Aquel 21 de octubre de 2009 nos reservaba una sorpresa: se publicaban los primeros datos -no oficiales- del Dell Streak 5, un dispositivo al que incluso aquí calificábamos como un MID (¿quién se acuerda de aquel segmento?) y que en realidad no era más que un anticipo de lo que apenas cinco años después sería lo más normal del mundo.

Pero entonces, desde luego, no lo era. La inmensa mayoría de los fabricantes apostaban por las 3,5 pulgadas de diagonal en sus pantallas, y algunos comenzaban a dar el salto a diagonales de 4 pulgadas, que entonces eran para muchos el límite de lo aceptable. Porque hace cinco años nadie sabía como clasificar aquel gigante que llegaba con una pantalla de 5 pulgadas. Ni la industria, ni el mercado, ni los usuarios estaban preparados para aquello.

Bienvenidos a las 5 pulgadas

Mucho ha llovido desde entonces, pero resulta curioso comprobar cómo entonces la mayoría de los medios no acababan de pronosticar un futuro en el que todos los dispositivos precisamente tendrían esa diagonal de partida.

Nosotros mismos nos preguntábamos hace un año y medio si los smartphones de 6 pulgadas eran el futuro, y puede que no tardemos mucho en tener la respuesta. La inminente llegada de ese teórico Nexus 6 con pantalla de 5,9 pulgadas y la disponibilidad ya de unos cuantos phablets que rondan esa diagonal -incluso Apple se acerca con el nuevo iPhone 6 Plus- apuntan a un mercado en el que esos smartphones serán mucho más comunes de lo que uno esperaría hace poco tiempo.

Por eso tiene aún más mérito la apuesta de una Dell que se aventuraba en el terreno de la movilidad con su segundo smartphone y que lo hacía desafiando los pilares de la industria. El Dell Streak 5 se encontraba entre los terminales más destacados del momento en especificaciones hardware, y de hecho muchas de ellas también apuntaban a lo que sería el futuro del mercado.

Dell presumiría de su dispositivo durante el Mobile World Congress de febrero de 2010, y sería en mayo cuando aquel inclasificable "monstruo" de la telefonía móvil por fin llegaría a los usuarios. El procesador Qualcomm Snapdragon QSD8250 'Scorpion' a 1 GHz era una de sus características notables -todos los gama alta montaban este micro o aquel Exynos 3 'Hummingbird'-, pero también contaba con otras opciones como la cámara posterior de 5 Mpíxeles, 512 MB de ROM, 512 MB de RAM y 2 GB de capacidad, ranura micro SD disponible, o batería de 1.530 mAh.

Pero obviamente donde sobresalía el dispositivo era en su pantalla de 5 pulgadas y 480x800 píxeles de resolución. Eso, unido al uso del metal en la construcción, hacía que sus dimensiones fueran considerables para la época -152,9 x 79,1 x 9,98 mm-, pero que también lo fuera su peso, de 220 gramos. Resulta curioso ver cómo en diversos análisis una de las pruebas típicas era la de comprobar si cabía en los bolsillos de los vaqueros, algo que hace unos días volvíamos a ver, en este caso con vídeo análisis del iPhone 6 Plus. Hay cosas que nunca cambian.

Android aún estaba algo verde

El Dell Streak 5 saldría con una versión casi antediluviana de Android, la 1.6, pero los responsables de Dell pronto ofrecieron una actualización mucho más decente a Android 2.2 Froyo. Aquella versión del sistema operativo llegaría con algunas mejoras significativas como el soporte de Adobe Flash o un previsor soporte para pantallas de hasta 320 ppp (por ejemplo, las de 4 pulgadas y resolución 720p).

Aquella edición era una plataforma decente para muchos terminales, y de hecho su comportamiento en el Dell Streak 5 era notable. Resulta extraño comprobar cómo este dispositivo era "tan grande" que Android lo trataba casi como un tablet: al pasarlo de modo retrato a modo apaisado, la interfaz cambiaba de orientación (¡anda, pasa lo mismo en el iPhone 6 Plus con iOS 8!), haciendo que las aplicaciones se adaptaran a esa resolución horizontal extendida.

Había algunos problemas con el soporte táctil del navegador en esa versión -no se podía hacer el doble toque táctil para hacer zoom en los contenidos de los artículos- y con aplicaciones como QuickOffice -que no dejaba editar documentos- o ArcSoft Mobile Media Gallery -la aplicación instalada por defecto para sustituir a una galería de imágenes aún algo limitada en Android-.

Sin embargo, esos problemas quedaban compensados con esa diagonal de pantalla, que era perfecta para escenarios como el del uso del móvil como navegador GPS, la reproducción de contenidos de vídeo o de fotos, a la que se sumaba la singular aparición de un teclado numérico a la derecha del teclado normal en modo apaisado (¡inconcebible!).

La apuesta de Dell era tan extraña para la época que las prestaciones de Android aún tendrían que definirse mucho. De hecho, la revolución de los tablets provocada por los iPad justo en los meses en los que aparecería el Dell Streak 5 haría que en Google trataran de lanzar una versión muy orientada a estos dispositivos. Android 3.0 Honeycomb fue un intento valiente de adaptar esas opciones, pero pronto se demostraría que aquella estrategia no era la acertada: Android 4.0 Ice Cream Sandwich aparecería apenas 9 meses depués con una aproximación mucho más global (como había hecho iOS desde sus inicios) al problema.

Los terminales top de la época: nace la familia Galaxy

Estamos hablando de una época en la que por ejemplo Google había presentado su Google Nexus One, fabricado por una HTC que luego vendería su famosa versión "no-Google", aquel prodigioso HTC Desire que conquistó a muchos usuarios -entre otros, a mi-. En ambos casos la pantalla tenía una diagonal de 3,7 pulgadas y una resolución idéntica a la del Streak: 480x800 píxeles.

Aquel año veríamos no obstante algunos dispositivos que planteaban diagonales cada vez mayores. El HTC Evo 4G con sus 4,3 pulgadas era uno de los destacados y era una especie de evolución del HTC HD2 de finales del año anterior (también en 4,3 pulgadas).Por supuesto también destacaban otros terminales como el iPhone 4 -cuya pantalla Retina de 3,5 pulgadas plantearía otra revolución (la de la resolución, trabalenguas a la vista) en ese apartado-, pero ni siquiera él sería protagonista en este apartado del tamaño.

No. La revolución nos la estaba preparando Samsung, que en marzo de 2010 presentaba el Samsung Galaxy S. El primer representante de una larga estirpe de dispositivos planteaba una apuesta singular por su delgadez -sus 9,9 mm eran lo más (o mejor dicho, lo menos) en la época- pero sobre todo por una plataforma difícilmente igualable en prestaciones (de hecho, nuestro análisis de Xataka se completaría con una segunda y una tercera parte). Aquel terminal, por cierto, mantendría aún las formas en cuestión de diagonal de pantalla, y la empresa surcoreana decidió dotarle de una pantalla de 4 pulgadas.

La verdadera revolución no llegaría hasta un año después: en octubre de 2011 -dos años después de aquellos primeros indicios del Dell Streak 5- Samsung sorprendería a propios y extraños con el Samsung Galaxy Note, que con su pantalla de 5,3 pulgadas desafiaba todo lo conocido hasta la fecha. Aquel primer representante de la familia phablet fue recibido casi con el mismo escepticismo que el Dell Streak 5 un año antes, pero eso no importó demasiado:Samsung ya era mucha Samsung por aquel entonces, y Android era una plataforma mucho más madura. El "cuanto más grande mejor" no ha dejado de convencer a más y más usuarios desde entonces. El resto, como suele decirse, es historia.

Especificaciones olvidadas

Dispositivos como el HTC Evo 4G o el propio Dell Streak 5 sorprendían por integrar algunas opciones que acabaron desapareciendo en posteriores generaciones de terminales móviles. Entre ellas destacaba por ejemplo el soporte de WiMAX en el Evo 4G, que se comercializó en una época en el que el futuro de la conectividad móvil no estaba del todo clara.

De hecho Intel y su tecnología WiMAX planteaban una alternativa interesante a las redes móviles de aquella época, y en Estados Unidos la apuesta de algunas operadoras por esa conectividad era evidente. La tendencia llegó a hacerse realidad en nuestro país con algunos desarrollos singulares en Sevilla y Málaga. El tiempo fue implacable con esta tecnología, que hoy en día ha sido claramente superada en popularidad por las redes LTE/4G a las que pretendía plantear batalla.

La otra característica perdida es aún más curiosa: la salida Micro HDMI Tipo D que tenía el Evo 4G y que era posible obtener en el Streak 5 a través de un dock opcional y varios terminales más presentaban y que permitía conectar estos dispositivos a un televisor, monitor o proyector con dicha entrada.

Aquella capacidad dejó de utilizarse en dispositivos móviles cuando los fabricantes comenzaron a lanzar sus apuestas por estándares inalámbricos de transmisión de contenidos. Aunque soluciones hardware muy actuales como el Chromecast o sus rivales ofrecen la capacidad de hacer mirroring de estos dispositivos, contar con este tipo de conexión podría ser muy interesante en otros escenarios.

Estoy pensando, cómo no, en ese futuro convergente en el que el smartphone pueda ser tu PC. En Ubuntu ya implementaron hace años la idea con Ubuntu for Android, y mostraban cómo un Motorola Atrix conectado a un dock con ese tipo de conector transformaba la sesión móvil normal en una sesión de escritorio una vez lo conectábamos al dock, que a su vez estaba conectado al monitor. La presencia de una ranura micro HDMI evitaría parte del problema, pero no parece que de momento los fabricantes estén pensando en esa opción. Veremos si esa convergencia llega, y veremos entonces si los estándares inalámbricos actuales ofrecen el rendimiento suficiente para que la experiencia de usuario sea la adecuada.

¿Cómo era tener un Dell Streak 5 en aquella época?

Puede que la sensación fuera similar a la que tenían los primeros usuarios de los Samsung Galaxy Note, pero hemos tenido la suerte de poder contar con las impresiones de un usuario del Dell Streak 5 que lo compró en enero de 2011. César Corcoles (@chechar), profesor de la Universitat Oberta de Catalunya, publicó ya en aquella época un análisis del dispositivo en su blog personal, y ha contestado a algunas de nuestras cuestiones sobre el mismo.

De izquierda a derecha, Dell Streak 5, Motorola Droid X e iPhone 4. Fuente: AnandTech

La decisión de comprar el Dell Streak 5, nos contaba César, provenía de su afición anterior a las Palm y otras PDAs, y de cómo para él las aplicaciones y la productividad eran más importantes que hablar por teléfono. "Una pantalla grande me daba mucho juego y me robaba poco". Así fue como se hizo con este terminal, que le costó unos 490 euros en aquella época. Por supuesto, lo más destacable era aquella pantalla, de la que hablaba maravillas en aquel análisis:

De las cosas que caben en un bolsillo, el Streak gana con facilidad: no importa si hay que consultar la Wikipedia, mirar los horarios del transporte público, consultar la IMDb o hacer una búsqueda en Google, el Streak es el que se acaba usando. No falla. Y, la verdad, no es cuestión ni de sistema operativo ni de potencia (es la misma CPU de 1 GHz que está usando todo el mundo ahora mismo, y que dentro de seis meses nos parecerá lenta a todos), ni de características técnicas (la resolución, por ejemplo, de 800×480, es ofrecida por bastantes otros móviles, y los 960×480 del iPhone 4 dejan al Streak a la altura del betún): es el tamaño el que facilita el uso y la interacción. Y en estos casos gana el más grande que lleves encima

También nos confirmaba que aunque "Android 1.6 no era ninguna maravilla, cuando llegó la actualización a 2.2 la cosa se volvió bastante más razonable". También admitía que con resoluciones de pantalla -los 480x800 eran escasos para esa diagonal- siempre ha sido conservador, lo que no le hacía esperar mucho más en ese apartado.

Ya en ese análisis apuntaba a una de las limitaciones del Dell Streak 5, la batería: la eficiencia energética no era especialmente destacable, y con un uso intensivo "difícilmente llegará la cosa a la hora de la merienda", contaba entonces. Estos días nos confirmaba aquellas impresiones, apuntando a que la autonomía era "la normal" teniendo en cuenta que en su caso tenía muchas aplicaciones instaladas.

César, que ha seguido prefieriendo terminales grandes -dio el salto al primer Galaxy Note, y ahora es usuario de un LG G2 que mira de reojo a los últimos Note 4- nos daba su opinión sobre el fracaso de aquel dispositivo:

No creo que fuera un problema tecnológico. De hecho, me supo muy mal que dejaran de insistir en la línea y sigo echando de menos lo que Dell podría aportar al sector smartphone (sobre todo en cosas como la integración con el resto de TICs en la empresa: Dell estaba mejor posicionada para ello que un Samsung, un LG o hasta la propia Apple). Creo, más bien, que fue la combinación de llegar demasiado pronto a un mercado nada maduro (inexistente, de hecho), un marketing de éxito nulo y la dificultad de tirar adelante un proyecto así en una cultura empresarial como la de Dell

¿Qué fue del Dell Streak 5?

La recepción de este dispositivo fue frecuentemente fría por parte de usuarios, industria y medios. Son tan célebres como crueles -y, vistas en la distancia, ridículas- las declaraciones de Walt Mossberg y de Kara Swisher, que entonces mostraron el dispositivo en la octava edición de su evento D: All Things Digital. Mossberg afirmó que "utilizar el teléfono era como sostener un gofre sobre su cabeza", mientras que Swisher afirmó que "el uso más probable para este dispositivo debería ser el de tener algo que comer".

Ambos periodistas demostraron no tener demasiada visión -todos nos equivocamos, eso es cierto- con respecto a un mercado que acabaría adoptando esa diagonal de pantalla como la básica años más tarde. Sin embargo, en aquellos meses Dell no lograría hacer que las ventas de su Streak 5 despegaran.

La empresa decidió abandonar este proyecto en agosto de 2011 para centrarse en otros productos como un Dell Streak 7 que quería competir con más garantías frente al iPad. Como apuntaba César Corcoles, a Dell le faltó cierto apoyo en tareas de marketing. Aquel lanzamiento no tuvo la repercusión que podía haber tenido entonces, pero nadie puede negarle a esta empresa que al menos lo intentara. Y en cierto modo, triunfó. O al menos mostró el camino para hacerlo.

En Xataka Móvil | Así ha sido la evolución de los gama alta estos últimos años

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