Los últimos rumores apuntan a que Nokia tiene preparados una serie de anuncios llamativos en el Mobile World Congress, y uno de ellos es especialmente curioso: la marca prepara el retorno del mítico Nokia 3310.
Aunque no hay apenas datos sobre esa resurrección del viejo terminal, comienzan a aparecer las hipótesis sobre ese lanzamiento. ¿Será el mismo modelo y con las mismas prestaciones que el de hace casi dos décadas, o nos prepara Nokia una versión moderna de ese teléfono mítico? La nostalgia podría ser una gran aliada de ese lanzamiento: no hay más que ver el éxito de la NES Classic Mini.
La nostalgia vende, también en móviles
La filtración provenía de Evan Blsas, el ya conocido @evleaks que afirmaba que esa versión actual del Nokia 3310 no será un smartphone al uso, sino que mantendrá el formato de ese feature phone de capacidades limitadas pero en el que había dos grandes ventajas.
La primera de ellas sería su impresionante resistencia —aquello parecía más un tanque que un teléfono—, y la segunda la presencia de una batería con una autonomía asombrosa para los cánones actuales. La tecnología de baterías ha mejorado sensiblemente desde que se lanzó el terminal original, así que podríamos esperar aún más sorpresas en ese sentido.
El fabricante de este Nokia 3310 resurgido será HMD, la firma que desde hace tiempo trabaja con Nokia para devolver la marca a la relevancia en el segmento de la movilidad, y parece que lo que plantean con este movimiento es aprovechar la nostalgia que tan bien ha funcionado en algunos sectores como el de los videojuegos.
¿Un Nokia 3310 en versión moderna...?
Según ese rumor el Nokia 3310 se pondría a la venta a un precio de 59 euros, un dato curioso teniendo en cuenta que es posible encontrar estos dispositivos en tiendas online con modelos reacondicionados a precios por debajo incluso de los 15 euros.
Puede que ni Nokia ni HMD se planteen ofrecer novedades en este dispositivo y solo quieran aprovechar el tirón nostálgico para vendernos este dispositivo como móvil de batalla, pero hay muchas incógnitas que podrían plantear enfoques diferentes.
Por ejemplo, la del sistema operativo que gobernará ese terminal. Podría ser la misma versión de aquel sistema operativo propietario, predecesor del legendario Symbian, pero puede que en Nokia y HMD planteen un guiño a los tiempos actuales.
Cualquier SoC de gama de entrada de hoy en día es mucho más potente que los SoCs que integraban los Nokia 3310 originales, y si cambia el procesador o la memoria podría hacerlo también el sistema operativo.
Es mucho imaginar, pero un Android adaptado a este terminal con esa pantalla monocroma sería una verdadera sorpresa, como también lo sería el soporte de aplicaciones modernas como WhatsApp, Facebook, Twitter o Facebook Messenger, por citar algunas de las más extendidas hoy en día.
El problema es que esas aplicaciones no están preparadas para funcionar correctamente en ese formato de dispositivo (aquella pantalla de 84x84 píxeles haría difícil esa interacción), lo que hace casi impensable acceder a una opción así.
No es del todo imposible, cuidado, porque como comentaban en Stack Exchange hace años, es posible instalar aplicaciones de Google en teléfonos basados en Symbian.
¿...o un recordatorio de los viejos y buenos tiempos?
El Nokia 3310 que según @evleaks está preparado para lanzarse en las próximas semanas podría ser simplemente un homenaje a aquel terminal en el que evidentemente algunos componentes podrían cambiar por la lógica desaparición de muchos de ellos.
Entre ellos está la CPU MAD2WD1 de Texas Instruments que se utilizó en los modelos originales, pero también las baterías de NiMH o Li-ion de 900 y 1.000 mAh respectivamente que integrabn estos dispositivos, que por cierto, sólo ofrecían conectividad GSM.
Esa opción convertiría a estos modelos en todo un recordatorio de tiempos pasados. Nada de redes 3G o 4G, nada de mensajería instantánea, nada de navegador web o aplicaciones móviles modernas. Podríamos hacer y recibir llamadas, desde luego, podríamos enviar y recibir SMS (¡horror!), e incluso podríamos utilizar su calculadora o su cronómetro.
Y evidentemente, también podríamos jugar a Snake II, uno de los juegos legendarios de aquellos tiempos en los que uno utilizaba el teléfono precisamente como eso: como un teléfono. Si unimos esa filosofía al hecho de que un teléfono como este nos permitiría proteger mejor nuestra privacidad —algo cada vez más difícil— puede que lo mejor sea precisamente que HMD y Nokia nos ofrezcan una réplica exacta de aquel teléfono mítico.
Que esperamos, eso sí, que sea igual de indestructible que el original.
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