El lunes por la tarde, dando una vuelta, pedí que una persona nos sacara una foto a mi mujer y a mí. Había unas vistas estupendas y queríamos tener un buen recuerdo de aquello. El selfie no bastaba, y prefería que alguien nos sacase una foto con las cámaras traseras de mi Pixel 8 Pro.
Puede que sea una de las últimas veces que esté en esa situación.
¿La razón? Google ha planteado una opción de lo más llamativa. Se llama "Inclúyeme" ("Add me"), y hace uso de la inteligencia artificial para poder sacar fotos de pareja o grupo en las que no necesitemos a personas externas.
El funcionamiento es sencillo: una de las personas saca la primera foto con un encuadre que, eso sí, luego le permita "colocarse" en ella artificialmente. Luego otra de las personas del grupo —o la pareja— saca una segunda foto con la persona que no estaba en la foto se sitúa en ella.
En la demo del evento de Google se vio en funcionamiento la nueva función de IA llamada "Inclúyeme".
A partir de ahí, la IA de Google nos permite fusionar ambas fotos para que todas las personas que tenían que estar en la foto lo estén. Se puede mover a esa persona de la segunda foto para que no tape a las anteriores, por ejemplo, y en unos instantes conseguiremos una foto de grupo especial.
Una que nunca existió.
Ese es el gran problema de estas imágenes. Como sucede con el Editor Mágico de los Pixel, lo que nos plantea Google es acabar creando recuerdos falseados. Esas fotos de grupo o de pareja nunca fueron exactamente así, y lo mismo ocurre con esas imágenes en las que aplicamos el (maravilloso, por otro lado) borrador mágico para eliminar objetos o personas que estropean la imagen.
Para qué tener un recuerdo mediocre de ese día en la playa cuando todo puede ser perfecto.
"Inclúyeme" es igual de mágico y maravilloso que el citado Borrador Mágico o que la función "Mejor toma" que nos permite tomar fotos grupales y familiares en las que todos tenemos una sonrisa Profidén. Todas esas opciones son llamativas, pero también inquietantes según algunas voces críticas.
Esas críticas son lógicas y razonables, pero también pueden considerarse un capítulo más de las críticas que en el pasado ya existieron de las imágenes "photoshopeadas". Hoy en día convivimos con esas imágenes editadas sin ningún problema, y sabemos que esa modelo de la portada de revista (probablemente) no es tan maravillosa como nos quieren hacer ver.
A veces esas imágenes falsas también han acabado siendo "cazadas" y han provocado verdaderos escándalos que por ejemplo aquí podrían mitigarse. Google no ofrece ningún tipo de opción —como una marca de agua— para dejar claro que esa imagen ha sido editada con herramientas de IA, y eso hará que una vez más las suspicacias sobre cualquier imagen no paren de crecer.
Pero eso sí, nuestros recuerdos serán perfectos y maravillosos. Al menos, una vez editados con las herramientas de IA de Google.
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