Seguramente muchos seáis algo suspicaces con los servicios de Google y la forma en la que su software recolecta datos para mejorar la experiencia de usuario. Sus algoritmos de inteligencia artificial y aprendizaje automático hasta ahora tenían que comunicarse con su gigantesca nube, algo que planteaba ciertas amenazas a nuestra privacidad, pero eso ya está cambiando.
La empresa ha comenzado a aprovechar el llamado "aprendizaje federado", un tipo de procedimiento que se aprovecha de la capacidad de nuestros smartphones para entrenar al sistema y mejorarlo sin que Google se entere prácticamente de nada. Los beneficios de la inteligencia artificial se disfrutan y además lo hacen mientras se protegen nuestros datos de uso de nuestros dispositivos.
Aprendizaje federado en tu móvil, no en la nube
La inteligencia artificial se nutre de nuestros datos y de ese "entrenamiento" indirecto al que sometemos a estos algoritmos por el mero hecho de utilizar nuestros dispositivos y acceder a los servicios que recolectan esos datos. Normalmente cuando lo hacemos esos datos se envían a servidores de Google y otros proveedores para que sean analizados de cara a mejorar la experiencia de usuario.
Sin embargo en Google hacen uso de ese concepto llamado Aprendizaje Federado en el cual "nuestro dispositivo se descarga un modelo actualizado, lo mejora al aprender de los datos que vas utilizando en tu teléfono y luego resume esos cambios en una actualización específica". Esa actualización se envía a la nube, pero cifrada para luego combinarla con la de otros muchos usuarios. No se almacenan datos como tales, sino esos resúmenes cifrados que permiten ir luego actualizando esos modelos de uso.
El ejemplo de este sistema lo tenemos en Gboard, el teclado virtual de Google que va mostrando sugerencias a medida que tecleamos. Dependiendo de si ha acertado o no y de esa actividad se va mejorando el modelo de recomendaciones y sugerencias de términos a medida que escribimos, pero buena parte de ese "entrenamiento" se produce en nuestro teléfono móvil.
Este método además tiene muy poco impacto en la batería —de hecho se usa cuando estamos cargándo el móvil— y las conexiones también se realizan vía WiFi. No hay peligro de que los datos se envíen a Google tal cual, ya que el sistema usa algoritmos que hacen que solo se descifren esas actualizaciones recibidas de los usuarios si un mínimo número de usuarios participan en ese entrenamiento.
Vía | BGR
Más información | Google Research
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