Loca academia de smartphones de Samsung

Samsung no parece tener miedo a experimentar. De hecho, su postura es totalmente opuesta a la de empresas como Apple, centradas en una gama muy limitada de dispositivos. Samsung no descarta formatos, no descarta ideas. No descarta posibilidades.

Por supuesto, eso hace que la probabilidad de éxito y la de fracaso aumenten por igual. El fabricante surcoreano ha logrado crear segmentos de mercado, pero también se ha columpiado con desarrollos que no lograron cuajar por una u otra razón.

Es difícil encontrar un tamaño de pantalla que Samsung no haya intentado abordar

Por eso nuestra elección del título. En esa "Loca academia de smartphones de Samsung" esta empresa no ha renunciado a buscar todo tipo de opciones para ampliar su catálogo y llegar a virtualmente todos los tipos de usuario.

Tamaños de pantalla, posibilidades de conexión, formatos móviles, plataformas elegidas... Es interesante hacer un repaso por algunos de los smartphones más representativos de la historia reciente de Samsung, y eso es lo que os proponemos a continuación.

Los buenos

Dell ya había intentado lanzar un smartphone con pantalla de 5 pulgadas. De hecho, en aquel momento muchos lo consideraron un tablet: la diferencia con los smartphones de la época, que rondaban diagonales de 3 pulgadas, era clara. Aquel dispositivo, por cierto, no tuvo ningún éxito.

Pero allí donde Dell fracasó, Samsung logró crear un verdadero segmento de mercado con apelativo propio. La era phablet debutaba con los Samsung Galaxy Note que se anunciaron en 2011 y que constituirían en sí mismos toda una tendencia. Pronto otros fabricantes seguirían los pasos de Samsung, y hoy en día las propuestas con diagonales por encima de las 5 pulgadas son muy numerosas.

De hecho, Samsung ha seguido apostando de forma aplastante por ese formato, y los Samsung Galaxy Note 2 o los muchísimo más recientes Samsung Galaxy Note 3 son una prueba de ello.

Pero quizás, como en muchos otros casos, hayan exagerado esa apuesta. Los Samsung Galaxy Note 8.0 son auténticos "zapatófonos" que van un paso más allá en esa propuesta de ofrecer opciones de smartphone en un tablet. Y por supuesto no nos olvidamos de la familia Galaxy Mega, que no parece haber cuajado tanto debido, probablemente, a la redundancia con los últimos Note 2 y Note 3.

Sin embargo, todos ellos se sitúan como referentes en un mercado phablet que vence y convence: los usuarios que dan el salto a diagonales mayores acaban tan encantados que volver a tamaños más manejables resulta imposible para la mayoría de ellos.

Los feos

Para gustos los colores, desde luego, y aunque probablemente nos llevemos algún que otro palo por nuestra particular clasificación, yo diría que el mejor ejemplo de un smartphone feo es el Samsung Galaxy S4 Zoom. Para muchos este dispositivo no es de hecho un smartphone con cámara, sino más bien lo contrario: una cámara compacta con funciones de smartphone.

El resultado es curioso, pero de momento, no es redondo. Así lo comprobó nuestro compañero Jesús Maturana en su análisis de un terminal que era "tosco" en su manejo diario y cuyo diseño, condicionado por ese gran objetivo, resultaba ser más un hándicap que una ventaja para los aficionados a la fotografía y los smartphones.

Más difícil de clasificar es el Samsung Galaxy Captivate Glide, que estaba basado en Android 2.3 Gingerbread y que aportaba un teclado físico. En esencia este dispositivo no era especialmente feo --ni especialmente malo-- pero su limitada disponibilidad se lo pusieron difícil para cuajar. Los teclados físicos no parecían ser del agrado completo de los responsables de Smasung. En Europa aparecería el Samsung Galaxy S Blaze Q, con un formato idéntico pero que, curiosamente, tampoco pareció tener gran éxito a pesar del teórico interés que muchos usuarios demostraban (o parecían demostrar) por los teclados físicos.

Tampoco es especialmente bonito el rumoreado Samsung SM-W2014, al que algunos llaman Galaxy Flip, y que demuestra que las modas acaban volviendo. Con un formato de concha y un diseño que desde luego recuerda a tiempos pasados, este terminal es aparentemente una singular mezcla de hardware de última generación (lleva un Snapdragon 800) y de un formato que para muchos sigue teniendo sentido. Veremos el resultado --de momento solo parece dirigido a China-- pero desde luego su aspecto no es especialmente atractivo.

Los malos

El Samsung Cleo probablemente estaba orientado al público femenino. Su singular diseño de concha con un formato cuadrado condicionaba el resto de sus prestaciones, y ese enfoque resultó ser contraproducente. De hecho, ese aspecto llamativo era lo único positivo del Cleo SCH-u440, un dispositivo que en lo demás era un verdadero desastre.

Algo parecido podríamos decir del Samsung Galaxy S diseñado por Giorgio Armani: de nuevo esa ambición por disponer de un teléfono de diseño hacía que el resto --lo realmente importante-- no destacase lo suficiente. Aquel experimento no podía salir demasiado bien.

Como sucedía con el Captivate Glide en el apartado anterior, no estaba seguro de donde meter el Samsung Galaxy Ativ S, un dispositivo con el que Samsung pareció dar un paso al frente en su apuesta por Windows Phone 8. Competía, eso sí, con el Nokia Lumia 920 y el HTC 8X, y su disponibilidad fue, como en el caso del Captivate, limitada.

Puede que eso condicionara su popularidad, e insisto en que el Ativ S no era en absoluto un terminal malo. Tampoco era especialmente bueno, pero podría haberse convertido en el primer paso de una estrategia que le hubiera dado a Samsung un plan B interesante.

Los raros

Sería difícil meter a algunos de esos "experimentos" dentro de categorías como "los feos" o "los malos", así que nos hemos armado de valor y hemos creado una más: "los raros". Smartphones que aportaban características interesantes y que han tenido una recepción agridulce.

Uno de los mejores ejemplos de ello ha sido el Samsung Galaxy Beam, el terminal que integraba un picoproyector en la parte superior y que permitía convertirlo en un singular medio para visualizar contenidos en superficies mucho más grandes.

Lamentablemente, sus especificaciones hardware eran muy pobres y solo destacaba ese picoproyector, pero el concepto era realmente interesante y personalmente confieso que me encantaría volver a ver un modelo de este tipo con un hardware adaptado a los nuevos tiempos.

También entraría en esta categoría el recién presentado Samsung Galaxy Round, el primer terminal con pantalla curva de la historia y que ofrece un aspecto realmente curioso. La moda de las pantallas flexibles ha logrado convencer a Samsung, que ha logrado aportar a este modelo un diseño que veremos si logra aportar algo más que esa singular curva.

Tampoco sabría muy bien dónde meter a los terminales de la familia Samsung Wave basados en Bada. Ese sistema operativo que ahora parece estar relegado a un segundo plano absoluto prometía en sus tiempos, y de hecho las impresiones que otro de nuestros compañeros reflejaron sobre uno de aquellos terminales fueron muy positivas.

Tizen parece haber absorbido lo mejor (o lo peor, ya veremos) de Bada, pero de momento no tenemos productos con los que contrastar si la apuesta de Samsung será o no acertada. De momento, parece que la decisión de tener al menos ese plan B propio parece interesante.

Mención especial en este apartado merece el Danger Hiptop, que aparecería con distintas denominaciones y bajo la responsabilidad de distintos fabricantes como la propia Danger, pero también Samsung. El Samsung Sidekick 4G comercializado por T-Mobile seguía las líneas de diseño de su predecesor, y ofrecía una serie de controles específicos para videojuegos móviles, además de un teclado QWERTY físico. El resultado era, desde luego, raro.

En Xataka Android | Un recorrido por la historia de los Samsung Galaxy S

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