La última vez que entrevistamos a Pablo Wang, la situación y el contexto eran muy diferentes. Por aquella época, verano de 2019, Pablo era Director de Consumo de Huawei en España y Estados Unidos acababa de incluir a Huawei en la ya famosa "entity list" y les impedía tener acceso a software y hardware norteamericano. Posiblemente fue uno de los momentos más complicados de la carrera de Pablo. Pero mucho ha llovido desde entonces y, aunque Huawei sigue estando "vetada" y ha habido pocos cambios en ese lado, Pablo está ahora al frente de otro proyecto que parece estar viviendo una segunda juventud.
Hablo, cómo no, de Honor. La que fuera submarca de Huawei emprendía hace algo más de un año su "vuelo" en solitario después de independizarse y ser comprada por un grupo de distribuidores de Shenzhen. Pablo Wang, fiel conocedor del mercado móvil español, es ahora vicepresidente de Honor en Europa y uno de los grandes responsables a nivel internacional de intentar llevar a esta "nueva" marca, entre comillas, al top de fabricantes del mercado.
Con motivo de la presentación del Honor 50, hace unas semanas pudimos sentarnos a hablar con Pablo Wang sobre presente y futuro de la marca Honor, sus dispositivos y también qué podemos esperar de este relanzamiento de una marca ya algo conocida pero que llega con un reto muy importante: dar el salto al gran público.
El nuevo Honor
Cuando Honor nació como marca de Huawei, lo hizo con un público muy marcado en mente: gente joven que compraba a través de Internet. Sus teléfonos no tenían el diseño más innovador del mercado (para eso te tenías que ir a Huawei), pero sí cogían las innovaciones técnicas que estrenaban los modelos estrella de Huawei y las lanzaban al mercado unos meses después a un precio más contenido. Todo ello con mucho colorido, claro.
La estrategia ahora ha cambiado: "Ahora con el nuevo Honor intentamos llegar a todo el segmento o perfil de consumidores, desde gama alta con los flagship, que llevan la máxima tecnología, hasta uno de gama entrada, para intentar llegar a todo tipo de público", según explica Pablo. Honor ha dejado de ser una submarca y pasa a ser una "marca" con todas las de la ley, que además viene a competir con las grandes del sector.
De hecho, este cambio en el planteamiento de la marca también se ve claro cuando preguntamos por quién es su competencia actualmente. George Zhao, CEO de Honor, ya nos decía el pasado verano que Apple y Samsung eran competidores claros. Pablo comparte su opinión: "Sí, si tenemos que llegar a la gama alta, al flagship, hoy en día las referencias con las que tenemos que competir son Apple y Samsung".
Más allá de ir a por todas en la gama super alta, y viendo que la idea es cubrir todas las gamas y llegar a todos los públicos, le preguntamos a Pablo qué planes tienen para su catálogo. ¿Lanzarán muchos productos cada año? ¿Cuántos teléfonos podemos esperar? "Estamos empezando", dice casi pidiéndonos paciencia con la voz. "Esto es como cualquier marca nueva en la que el producto va llegando uno a uno, pero, como he dicho, si tenemos que llegar a todas las gamas tienen que ser bastante teléfonos".
Nos habla del Honor 50, su gama media alta, y el Honor 50 Lite, gama media. En verano de 2021 en China lanzaron el Magic 3, su "buque insignia", pero ese no llegaremos a verlo en Europa. ¿El motivo? El siguiente flagship está a la vuelta de la esquina (¿MWC?) y van a entrar al mercado directamente con el nuevo modelo. Y finalmente estará la serie X, gama media y gama baja, que iremos viendo este 2022. "Poco a poco vamos a incorporar todo en 2022", dice Pablo. A estas gamas se sumará también el nuevo Honor Magic V (según las filtraciones), el primer plegable de la compañía y que conoceremos el 10 de enero.
¿Puede verse incluso como una forma de cubrir el hueco en teléfonos que dejó Huawei? Pablo no lo ve así: "No, el mercado siempre está ahí. Puede venir una marca, se va, viene otra. Nosotros como una marca nueva, como cualquier marca nueva, intentamos empezar a trabajar en el mercado con nuestro producto, calidad e intentamos competir y conseguir entrar en el mercado."
Aunque la primera parte de nuestra conversación la acaparan sobre todo los teléfonos móviles, le pregunto también a Pablo cuál va a ser su estrategia con otro tipo de productos. ¿Es Honor una empresa que pondrá el foco al 100% en teléfonos o veremos una aproximación a "empresa de ecosistema" similar a la que Huawei hizo en su día con su famoso 1+8+N? Pablo asegura que "la estrategia la vamos a enfocar mucho a la estrategia de ecosistema conectado".
Para ellos, "el smartphone siempre es uno [de los dispositivos] más importantes", pero ya tienen auriculares y portátiles. Lanzarán wearables y nos confirman que este año tienen planes para lanzar tablets en el mercado europeo. "Poco a poco vamos a complementar el portfolio", explica. Le pregunto si tienen pensado algún lanzamiento dentro de una categoría que nos sorprenda más allá de las habituales, como, yo que sé, microondas. "Que yo sepa no", dice Pablo entre risas.
Finalmente, le hago una pregunta que hoy en día podría hacerse a cualquier fabricante de electrónica: ¿les está afectando la escasez de componentes? No, nos explica, en parte gracias a su estrategia de depender de varios socios internacionales: "desde el principio queremos ser una empresa internacional, intentamos juntar sistemas de suministro muy internacionales". Incluso en China, donde dice que han alcanzado el 16,2% de cuota de mercado y hay una gran demanda, aseguraba durante el momento de nuestra entrevista que no estaban teniendo problemas de suministro.
La nueva vida de Honor sin Huawei
En 2020, Huawei vendía Honor a Shenzhen Zhixin New Information Technology Co., Ltd. "Son más o menos treinta inversores, que son los treinta partners mayoristas más importantes del sector de China", nos explica Pablo.
Honor tenía ya hace unas semanas 10.000 empleados en todo el mundo. Al ritmo que llevan de crecimiento, no sería de extrañar que esa cifra haya crecido considerablemente desde entonces. Y estamos hablando de una empresa que sí, que era una submarca de otra gran multinacional, pero que dependía también en muchas partes de esa "hermana mayor". Por poneros un ejemplo, cuando en 2017 entrevisté a la por entonces presidenta de Honor en Europa, me enseñaba una imagen donde se veía que departamentos como I+D, Producción y Servicio al cliente eran comunes de Huawei y Honor, mientras que otros como diseño o marketing eran independientes de cada compañía. Honor dependía mucho de Huawei.
¿Cómo han hecho tras la independencia y compra de Honor? "Esto es una empresa totalmente nueva, independiente que tenemos toda nuestra logística, nuestra I+D, todo, todo independiente", dice Pablo, que además asegura que más del 50% de esos 10.000 empleados que comentábamos se dedican al I+D. "Todo es nuestro. Ya es una empresa totalmente nueva e independiente que no tiene nada que ver con Huawei", insiste.
Más concretamente le pregunto cómo ha sido ese cambio de Huawei a Honor. ¿Hay gente que trabajaba, por ejemplo, en logística de Huawei y ahora toda esa gente ha pasado a trabajar en logística de Honor? ¿Cómo se crea una empresa de la nada y, de pronto, se tienen 10.000 empleados un año después? "No es de un día para otro", puntualiza Pablo, que además asegura que "poco a poco se están incorporando [trabajadores] no sólo desde Huawei sino desde todo el mercado, todo el sector".
¿Sobreviviría Honor un bloqueo por parte de Estados Unidos?
Durante nuestra conversación es imposible no mencionar el tema del veto de Estados Unidos a algunas compañías chinas. ¿Y si mañana Biden decidiera incluir a Honor en la lista de compañías bloqueadas? Algunos políticos estadounidenses pedían en octubre que así fuera, aunque de momento no ha habido novedades en ese aspecto.
¿Tiene Pablo Wang miedo a que Estados Unidos incluya a Honor en la Entity List? "Yo creo que no tiene ningún sentido. La empresa desde el principio se ha posicionado como una empresa muy internacional, muy abierta, que trabaja con todos los partners en todos los mercados a los que podemos llegar poco a poco. Esto es casi una pregunta para ellos. Nosotros hacemos nuestro trabajo, el producto llega al mercado y se vende y punto".
Ante la pregunta de si existe un plan B por si esto pasase, Pablo se muestra rotundo: "No hemos pensado en eso". También le pregunto si cree que los Google Mobile Services son fundamentales hoy en día para competir en el mundo de la tecnología móvil (recordemos que con el bloqueo Huawei se quedó sin ellos, además de sin poder optar a otros componentes). Pablo opina que esto "lo tienen que contestar los consumidores, cada uno tiene su necesidad para el smartphone", pero insiste en que "nosotros sí los tenemos, así que la gente sí que los puede utilizar".
Honor no sólo vuelve al mercado con los servicios de Google, recordemos, sino que también lo hace con acuerdos con partners importantes como Qualcomm, que les facilita los procesadores. De momento Pablo descarta con un rotundo "no, no tengo noticias" que Honor vaya a fabricar sus propios procesadores, como Huawei hacía con sus Kirin y como otros fabricantes, como Oppo, están empezando a hacer.
De hecho, le preguntamos a Pablo sobre otra posibilidad: ¿qué pasaría si mañana Estados Unidos levantase el veto a Huawei? "No tiene mucho que ver con nosotros porque Huawei es Huawei y Honor es Honor", responde convencido. ¿Sería un competidor más entonces? "Un competidor, incluso más duro que los demás", sentencia.
Mirando al futuro
A Pablo le sorprende mi última pregunta. Le planteo lo siguiente: Si dentro de cinco años en Xataka publicáramos una noticia de Honor, ¿cuál sería la noticia, el contenido y el titular? Hasta tal punto le resulta llamativa que al día siguiente utiliza la pregunta en su presentación ante los medios. ¿La respuesta? Pablo la tiene clara: "A mí lo que me puede dar más satisfacción es que, después de cinco años en esta fecha, publiquéis que Honor va a lanzar su flagship el próximo mes. Así año a año trabajamos y mejoramos."
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