Id apuntándoos este nombre: pCell. El estándar desarrollado por Steve Pearlman y sus colegas de la empresa Artemis promete revolucionar las comunicaciones de datos móviles gracias a la tecnología DIDO (Distributed-Input-Distributed-Output), que fue mencionada públicamente por primera vez en 2011.
Su creador promete redes capaces de suministrar datos a 1.000 veces la velocidad actual de las redes 4G/LTE, con una primera implantación que podría estar finalizada en el cuarto trimestre del año y que, eso sí, deberá enfrentarse a algunos obstáculos.
El "Edison de Silicon Valley" vuelve a sorprendernos
Puede que el nombre de Steve Perlman no os suene, pero probablemente empezaréis a recordar ese nombre cuando os digamos que se trata de la persona que ayudó a desarrollar la primera versión de Quicktime y que más tarde sería el co-fundador de WebTV.
Esa empresa, una de las pioneras en televisión por Internet, sería comprada por Microsoft en 1997 por cerca de 500 millones de dólares, y acabaría representando la génesis del equipo que crearía el hardware de la Xbox 360.
Pero si por algo es probablemente conocido Perlman es por su aventura más reciente: la creación de OnLive, la célebre plataforma de videojuegos que no obstante nunca ha acabado de cuajar. El apodado como "el Thomas Edison de Silicon Valley" ya ha demostrado tener capacidad de ofrecer soluciones disruptivas en el mercado, así que a priori pCell parece llegar con las credenciales suficientes. Pero se necesitan algo más que unas buenas credenciales para convencer al mercado y a los usuarios, desde luego.
¿En qué consiste pCell?
Las antenas de telefonía móvil tradicionales dan cobertura en cierto radio de acción, y lo que se va a haciendo es ir colocando antenas de forma que esas "burbujas" de cobertura se vayan sumando unas a otras, pero sin estar demasiado cerca para evitar interferencias entre las señales emitidas por unas antenas y otras.
Como explicaban en ExtremeTech, el caso tradicional es el de un usuario con un smartphone LTE que tendrá a su disposición unos 10 MHz de espectro disponible entre su teléfono y la estación base más cercana:
Utilizando tecnologías varias como beamforming, MIMO y técnicas de multiplexación, un pulado de dispositivos pueden compartir esos 10 MHz, pero en cierto momento ocurre que demasiadas ondas están atravesando la misma frecuencia, causando interferencias críticas (teorema de Shannon-Hartley). Para tratar de minimizar esa congestión, los protocolos inalámbricos suelen usar un sistema de "ranuras de tiempo" en la que cada usuario espera en una cola para enviar o recibir paquetes de datos. Y como es de esperar, la latencia se incrementa y el throughput desciende. Probablemente hayáis experimentado este fenómeno en conferencias y grandes eventos deportivos.
En el caso de pCell, la aproximación al problema es totalmente distinta, y los dispositivos que proporcionan la cobertura --unas cajas del tamaño de un router a las que han bautizado como pWaves-- no solo no evitan esas interferencias, sino que, de hecho, las buscan y las aprovechan.
La idea es proporcionar mucho mejor servicio en un área mucho más pequeña que la cubierta por una antena de telefonía móvil, en un despliegue que aprovecharía el ancho de banda combinado de todas las pWave al alcance.
Así, en pCell se combinan las señales de todas las estaciones base pWave disponibles, lo que permite que normalmente el usuario --cuyo dispositivo se convierte en una "celda personal"-- disponga de cobertura total (las barritas a tope) en su móvil y obtenga velocidades de transferencia de datos en su móvil que según Perlman pueden llegar a ser 1.000 veces las que se obtienen actualmente en redes móviles 4G/LTE.
Esa mejora en las velocidades de transferencia se une a otro escenario muy común: cuando muchos usuarios tratan de acceder de forma simultánea a las redes móviles desde un mismo punto el servicio se resiente. En pCell este efecto no se produce, y la cobertura y calidad del servicio es según los responsables altísima incluso en esas situaciones.
Más eficientes energéticamente
Otra de las ventajas fundamentales de esta tecnología es su consumo energético, que es muy inferior al que suponen las conexiones a redes móviles tradicionales. Mientras que las señales de radio pWave usan un transmisor de 1 milivatio para ofrecer esos datos, las radios WiFi utilizan 250 milivatios, y esa cantidad es aún mayor en el caso de las torres de telefonía móvil.
Esa mejora también es apreciable en los dispositivos móviles que se conectan a una red pCell. En lugar de desperdiciar energía buscando cobertura y la señal de mayor calidad en cada momento, los dispositivos que soporte pCell de forma nativa podrían utilizar componentes más eficientes que los chips WiFi presentes en los actuales smartphones o tablets.
La infraestructura necesaria para implantar este tipo de tecnología es también menor, ahorrando los costes de la cara implantación de fibra habitual en redes móviles para usar una simple conexión de radio directa entre las distintas unidades pWave. Además, todo el software que gestiona estas conexiones se puede ejecutar desde un equipo con Linux lo suficientemente potente, y no desde caros servidores a medida utilizados en las infraestructuras móviles.
No necesitaremos cambiar de smartphone para beneficiarnos de esta tecnología en caso de que llegue al mercado. El soporte LTE, eso sí, es necesario para poder beneficiarnos de las ventajas de este estándar, y también será necesaria la utilización de nuevas tarjetas SIM preparadas para adoptar el estándar. En el futuro, afirman en Artemis, será posible adquirir terminales "nativos pCell" que serán más eficientes a nivel energético.
¿Qué dirán las operadoras?
Steve Perlman ya ofreció en febrero de 2014 una demostración de esta tecnología en la Universidad de Columbia, y ahora el objetivo es comenzar a ofrecer pCell de forma real en los próximos meses.
La primera implantación de la tecnología se ofrecerá en San Francisco, donde Artemis instalará en colaboración con una empresa colaboradora --no se determina cuál-- 350 pWaves en los tejados de la ciudad estadounidense.
A finales de año ofrecerán el servicio para los primeros interesados, mientras que esperan hacer despliegues más ambiciosos a principios de 2015, con una expansión masiva a finales de ese año.
Por supuesto, en ese despliegue masivo hay un problema especialmente delicado: el de la actitud que tomarán las operadoras respecto a una tecnología que al fin y al cabo podría robarles cuota de mercado. Será interesante ver si esas operadoras apuestan por pCell o tratan de frenar su avance priorizando sus redes tradicionales.
Steve Perlman afirma que está ya en negociaciones con algunas de las operadoras más importantes en todo el mundo y también con fabricantes de smartphones para impulsar el uso de la tecnología. El problema, por supuesto, es que los grandes suelen moverse despacio. Richard Doherty, director de la firma de consultoría tecnológica Envisioneering, lo explicaba claramente al hablar de este tema:
Los modelos de negocio actuales en telefonía móvil se basan en la escasez. Abrir las compuertas y dejar que cualquier servicio esté disponible en cualquier operadora tiene implicaciones tremendas. En nuestra experiencia al trabajar con operadoras... les gusta tener todo definido bajo sus términos, y hacer que las revoluciones lleguen cuando ellos quieren que lo hagan.
Hay otro problema, pero en este caso más práctico: ¿para qué queremos más velocidad, cuando el cupo de datos que nos ofrece la operadora de turno es tan reducido? Puede que precisamente este tipo de tecnologías logren que ese salto a tarifas planas móviles --como ocurrió en el caso de la telefonía fija-- se produzca de una vez por todas. De no ser así, pCell probablemente no sirva de mucho.
Más información | Artemis | Distributed-Input-Distributed-Output (DIDO) Wireless Technology (PDF)
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