Pixel y Pixel XL: así compiten contra los mejores smartphones del año

Tras un Nexus 6p que tan buen sabor de boca nos dejó el año pasado (aunque arriesgado por su diagonal y precio), Google repite jugada este 2016 con dos nuevos smartphones que ya no quieren ser pruebas de nada sino una realidad que, lógicamente, ajustan su precio a lo que ofrece. Pero eso ya no es algo que nos pille por sorpresa con los Nexus, perdón, Pixel de Google. Hay que acostumbrarse a su nueva denominación.

Tras una primera mitad de año repleta de grandes smartphones de gama alta y media con altas aspiraciones, toca repasar cómo quedan y compiten los nuevos Pixel y Pixel XL con los mejores smartphones de 2016. Llegan curvas.

La resistencia marca diferencias en el primer teléfono de Google

Jugando en la liga de los grandes, los nuevos Google Pixel y Pixel XL se abonan al buen diseño para destacar o al menos sacarnos una mirada al observarlos junto a otros equipos. En el catálogo actual de terminales de gama alta nadie se permite dudas sobre el acabado (incluso con apuestas muy contundentes como la resistencia al agua de los nuevos iPhone 7 y 7 Plus o la curva de los Galaxy S7) y cualquier paso en falso pasa factura.

En el caso de estos nuevos Pixel de Google, volvemos a la línea de trabajo del año pasado, con equipos contundentes que transmiten robustez y que combinan materiales como el metal (aluminio en una sola pieza) y cristal con bastante personalidad. Aquí nos parece ver cierta influencia de HTC, quienes han trabajado de forma excelente en sus One los acabados pero no las buenas dimensiones. Los primeros teléfonos que Google dice fabricar los ensambla precisamente HTC.

En la tabla comparativa de sus dimensiones comprobamos que no estamos ante equipos delgados ni ligeros, aunque nos alegramos ver un mejor aprovechamiento del espacio frontal para la pantalla, especialmente en el modelo de más diagonal.

La vuelta a una pantalla bien dimensionada

Teniendo en cuenta el precio de los nuevos Pixel de Google, esperábamos algo más a nivel de pantalla. Tras el atrevimiento de Huawei con su Mate S y la pantalla sensible al tacto, sinceramente esperaba algún movimiento más contundente en este 2016 dentro del catálogo de la gama alta de Android. Y más de los nuevos modelos de Google, en teoría abanderados de las innovaciones que deberían estar por llegar al futuro de Android. Pero por ahora nada de nada.

Los nuevos Pixel y Pixel XL se alinean con el resto de competidores a nivel de especificaciones de sus pantallas. Paneles AMOLED y las resoluciones esperadas. La buena noticia es que retroceden de su idea del año pasado de saltar a una diagonal fuera de mercado y las dos opciones los meten de nuevo en la lucha por los tamaños más demandados: 5 y 5,5 pulgadas.

Lo último en procesadores (y sistema operativo)

Deseando estamos de poder comprobar la combinación tan atractiva que conformará la última versión de Android, la 7.1 con la que se estrenarán los nuevos Pixel de Google, junto con el último procesador de Qualcomm: Snapdragon 821.

Aquí no ha habido concesiones y los nuevos Pixel de Google se colocan como los más atractivos a nivel de rendimiento y sobre todo posibilidades de su sistema operativo. Con un precio ya igualado e incluso según qué casos en desventaja con los rivales directos, optar por actualizaciones garantizadas de Android es el gran arma y atractivo de optar por un teléfono de Google.

La ficha técnica a nivel de rendimiento la completan 4 GB de RAM, en lo esperado en esta gama alta más completa, así como en las opciones de memoria interna: parte de los 32 GB para el modelo básico y cuenta con una segunda versión mucho más atractiva gracias a sus 128 GB de espacio. Lo que no cambia es la ranura para tarjetas de memoria microSD, la cual no encontramos en este Pixel, algo que hará que algún grupo de usuarios rechacen al nuevo terminal de Google.

¿Y cómo se comportan los nuevos Pixel y Pixel XL a nivel de batería y autonomía? Aquí no falta en primer lugar la continuidad del puerto USB-C que ya estrenó Google con los Nexos 6P de Huawei. Con él se podrá rellenar la capacidad de sus baterías de forma rápida (ya veremos hasta qué punto).

Aquí se comprueba que el peso y grosor alejado de los récords dentro de la gama alta le sirven a los nuevos Pixel para ofrecer buenas cifras teóricas de capacidad. Veremos si de autonomía.

Sin sorpresas en la cámara: no hay doble sensor

La cámara del Nexus 6p nos dejó buenas sensaciones. Nos alegramos de que ya no supusiera el punto flaco a nivel de rendimiento de un Nexus, pero tampoco sobresalía como quizás necesitaba. Por no hablar del horror de aplicación por defecto de la cámara, a años luz de las posibilidades que Android permite y vemos en muchos rivales.

En los nuevos Pixel y Pixel XL nos encontramos más de lo mismo. Los sensores son de 12 megapixeles y cada terminal cuenta con el suyo. No hay opción de mejorar jugando con dos, así que con una luminosidad de f2.0 - reforzado con la estabilización óptica en ambos modelos - hay que conformarse para buscar mejores fotos en escenas con poca luz, que es actualmente donde la gama alta está marcando diferencias, con el Galaxy S7 a la cabeza.

Y ahora lo interesante, ¿qué tal precio?

Como ya comprobaste el año pasado, los teléfonos de Google ya no van a ser equipos atractivos por su precio. Hay opciones más asequibles con similares especificaciones. Aquí importan otras cosas y hay que tratar ya a los nuevos Pixel definitivamente como un fabricante más dentro del ecosistema Android.

Para nuestra, la tabla comparativa de precios de lanzamiento de los mejores smartphones del año:

Y ahora os toca a vosotros, ¿cómo le sientan a los teléfonos de Google que los fabriquen ellos mismos? ¿Están preparados para competir en el ecosistema Android?