A Google no le fue demasiado bien con Project Ara. Lg y Motorola tampoco tuvieron éxito con sus teléfonos modulares. La idea era sugerente, pero sus implementaciones prácticas jamás cuajaron en el mercado.
Sin embargo Xiaomi parece querer revivir el concepto. Una patente revela un smartphone modular que estaría compuesto por tres partes. La pregunta no es ya si podrá hacerlo o lo hará. La pregunta es si revivir esa idea tiene sentido.
El móvil en tres actos de Xiaomi
Sobre el papel la idea de Xiaomi parece interesante. En la patente descubierta por la publicación Let's Go Digital aparece un móvil formado por tres partes:
- Superior: integraría cámaras, placa base y almacenamiento.
- Central dedicada a la batería.
- Inferior: donde se integrarían el puerto USB y los altavoces.
A partir de ahí la idea sería poder combinar esas tres partes con módulos que aparecerían gradualmente para ampliar las capacidades del terminal base.
¿Necesitas cámaras más versátiles o de mayor calidad? Cambia el módulo superior. ¿Más potencia en el procesador? Ídem. Quieres altavoces con más 'punch'? No hay problema: cambia el módulo inferior.
La idea es la que ya conocíamos: poder acceder a un móvil más capaz en cada una de esas áreas pudiendo aprovechar los otros módulos para abaratar costes. La pregunta que surge es obvia.
¿De verdad necesitamos un teléfono modular?
Puede que el teléfono modular fuera buena idea hace tiempo. Las mejoras en el terreno de la movilidad eran frenéticas, pero además eran notables.
Los saltos por ejemplo en el ámbito de las cámaras eran notables con cada nueva generación, y eso hacía que hubiera prisa por cambiar de móvil hace unos años.
Las cosas han cambiado últimamente: nuestros móviles nos duran algo más, probablemente porque ya estamos muy contentos con ellos o porque nos damos cuenta de que son lo suficientemente buenos para nuestro día a día.
Es cierto que siguen existiendo excusas para acceder a nuevos modelos, pero los avances ya no son tan notables aunque la aparición de nuevos modelos siga siendo igual de frenética (o más).
La defensa del móvil modular tenía además otro factor importante: el de abaratar ese acceso a lo último y mejor. Reaprovechar lo que no cambiaba para sustituir aquello que podía mejorar. La idea parecía lógica: si solo necesitábamos mejor cámara, ¿para qué pagar por todo un móvil nuevo?
El problema con ese enfoque es que hoy en día los móviles son más accesibles y asequibles que nunca. Tenemos smartphones que por apenas 200 euros dan mil vueltas a la mayoría (si no todos) de los que hace dos o tres años nos costaban cuatro o cinco veces más.
Lo modular es problemático también por eso: puede que los módulos fueran más baratos que un móvil completo, pero no mucho más. Aunque la idea y ese aparente sueño de Xiaomi es llamativo, no parece que a priori puedan cuajar más de lo que lo hicieron los móviles modulares de LG o de Motorola. Ni Google con todos sus recursos logró que la idea progresara.
Si no lo consiguieron ellos, ¿podrá esta idea de Xiaomi hacerlo si se convierte en realidad? Parece desde luego un reto complejo, pero será interesante ver si el fabricante chino logra lanzar esa idea y convencernos de que el sueño del teléfono modular, por fin, tenía sentido.
Imágenes | Letsgodigital
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