Que uno de los principales lanzamientos del año para Samsung se realice un 13 de agosto pita. En esas fechas buena parte de la población española -y probablemente, de la europea- está de vacaciones. No parece la mejor elección para un evento de presentación de sus nuevos dispositivos de gama alta.
Y sin embargo a Samsung poco le importó esa circunstancia. Se habla de que quería evitar que Apple le robara el protagonismo en septiembre, y de que por eso prefirió adelantar esta presentación. A esa decisión de marketing le ha seguido otra mucho más discutible: el Note 5 no estará en Europa hasta 2016. ¿Es que en el viejo continente no nos gusta la productividad?
Una cadencia extraña
Los sajones hablan mucho del 'timing' de los lanzamientos. Ya sabéis: ¿es este el momento adecuado para lanzar uno u otro producto? Esa cadencia marcada por los ciclos de lanzamiento se ha visto modificada en esta ocasión. Samsung, que nos tenía acostumbrados a una presentación recién iniciado el curso para sus nuevos dispositivos de la gama Note, se ha adelantado.
Dejemos a un lado la reflexión sobre la validez en el concepto que ahora esgrime el Note 5. Tenéis una buena opinión al respecto de nuestros compañeros de Xataka Android. Lo que queríamos debatir era si estas decisiones de marketing son o no acertadas para una empresa que precisamente se está viendo muy afectada por la competencia tanto en China como en el resto del mundo.
La fiebre phablet que precisamente iniciaron los Galaxy Note -la evolución desde el primer modelo ha sido notable- se ha extendido a todos los fabricantes de dispositivos. Incluso la mismísima Apple que se resiste a adoptar tendencias creadas por otros acabó cayendo en esa moda para aprovecharla en su favor. Una de las principales características que diferenciaban a los Note, su diagonal de pantalla, ya no es diferencial: cualquiera puede tener un smartphone con una diagonal de 5,5 pulgadas o superior fácilmente.
La cosa cambia cuando uno habla del puntero y de esa tecnología S-Pen que se ha mejorado aún más en el Note. Esa apuesta por la productividad es algo que curiosamente no se ha aprovechado entre otros fabricantes. Es cierto que muchos usuarios ven el uso del puntero como algo extraño en un móvil, pero los propietarios del Note lo son precisamente gracias (o por culpa de ) a ese periférico.
¿Qué pasa con la productividad?
Como decíamos, el debate sobre la transformación del Galaxy Note 5 ya lo han propuesto en Xataka Android: disponer de un máximo de 64 GB sin posibilidad de expansión o acortar la capacidad de la batería son decisiones discutibles cuyo impacto es difícilmente predecible, pero es que esa productividad parece que no es adecuada para Europa, donde el lanzamiento se retrasará hasta 2016.
Nuestro compañero David Ortiz trataba de explicar el porqué de esa decisión de Samsung, que según la BBC se fundamentaba únicamente en el marketing. Como comentaba el analista de IDC Francisco Jeronimo, "el Note [5] habría sido una buena opción para el mercado empresarial europeo, y si Samsung espera que el S6 Edge+ atraiga a esos mismos usuarios empresariales, no creo que tenga éxito en ello".
Dudo que Samsung tenga esa expectativa con un producto que ellos mismos dejaron claro que estaba orientado a aquellos que quisieran maximizar el disfrute del consumo de contenidos. ¿Nos importa el diseño más que la productividad en Europa? Nuestro compañero realizaba un estudio de tendencias de búsqueda en distintos países europeos, y en todos ellos quedaba claro que el interés por el Galaxy S6 era claramente superior al que había generado el Note 4 incluso en su lanzamiento.
Sin embargo un estudio similar con otros dos países clave para Samsung -Estados Unidos y Corea del Sur, donde este dispositivo sí estará disponible- deja las mismas conclusiones que en los anteriores: también allí el Galaxy S6 era mucho más interesante para el público si uno atiende únicamente a las búsquedas relacionadas con estos dos dispositivos:
Eso deja claro que el Galaxy S6 parece mucho más interesante para los usuarios que el Note 4, pero... ¿qué pasa cuando comparamos el S6 con su versión con pantalla curva, el S6 Edge? Pues exactamente lo mismo: da igual el país en el que nos encontremos, porque según Google Trends el interés es mucho mayor para el S6 que para el S6 Edge.
Evidentemente esta métrica no tiene por qué ser motivo de conclusiones absolutas, y dado que no tenemos cifras de venta específicas de uno y otro modelo es difícil confirmar si efectivamente ese interés en búsquedas en Internet se corresponde con ventas reales. En The Wall Street Journal revelaban recientemente que Samsung había estimado mal la demanda de los S6 Edge. La empresa esperaba vender cuatro Galaxy S6 por cada Galaxy S6 Edge, pero la demanda parece haber sido muy similar en ambos casos.
Eso justificaría un poco la decisión de ofrecer disponibilidad para el nuevo Samsung Galaxy S6 Edge+, pero aún así impedir a los usuarios acceder al Note 5 en Europa hasta 2016 no será precisamente algo que muchos vean con buenos ojos. Aun cuando la demanda entre el Note 5 y el Edge+ fuera similar, ¿por qué retrasar la disponibilidad del Note 5? ¿Es solo marketing o hay problemas de producción (procesador, pantalla) detrás?
Más terminales franquicia de Samsung: ¿se complica el esquema de venta?
A esa decisión en la cadencia de los lanzamientos y en el marketing de estos productos se une otra consecuencia de esta estrategia de Samsung. Ahora mismo contamos con cuatro terminales de gama alta de Samsung: El Galaxy S6, el Galaxy S6 Edge, el Galaxy Note 5 y el Galaxy S6 Edge+. Todos ellos comparten bastantes especificaciones y también elementos de diseño, pero cada uno está orientado a un tipo de usuario distinto.
Se suponía que tras los últimos trimestres fiscales Samsung habían tenido un efecto "reformador" en la estrategia de la empresa, que había indicado que recortaría catálogo pero no parece que ese recorte se vaya a producir en la gama alta, que precisamente es la que da el dinero y por la que Samsung parece querer ofrecer más alternativas.
Veremos cómo le sale la arriesgada apuesta con el Note 5, pero a priori la medida ha sido muy criticada por los usuarios europeos, que esperaban una renovación destacable de la gama Note y se encuentran con un dispositivo quizás demasiado en la línea del S6 que además no podrán comprar aquí en los próximos meses. Parece que los amantes europeos del smartphone más productivo del mercado tendrán que "conformarse" con el Galaxy Note 4, que por cierto, no se ha visto demasiado afectado por la estrategia de rebajas de precio que sí se han realizado en el S6 y el S6 Edge y que también afectaron al Galaxy S5 en los últimos meses.
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