El Moto G fue el smartphone que redefinió la gama media. En 2013 descubrimos uno de los terminales más exitosos de Motorola, el que acabó convirtiéndose en recomendación segura para quienes buscaban un dispositivo de garantías sin tener que hacer una gran inversión.
Mañana se presenta la cuarta generación de Moto G y cubriremos ese lanzamiento en directo en Xataka, pero a la espera de lo que nos pueda ofrecer este terminal es bueno hacer un repaso de lo logrado por un smartphone que eso sí, cada vez tiene una competencia más feroz.
Cambiando la tendencia
Las gamas baja, media y alta de mercado estaban bastante bien definidas en 2013, y no había muchos terminales en los que la relación precio/prestaciones engañase (ah, aquellos Nexus 4...). Solo algunos dispositivos chinos como los de Xiaomi ponían en conflicto esa diferenciación, pero ninguna de las grandes marcas nos ponía en ese compromiso casi nunca.
Puede que aquí el Lumia 520 de Nokia fuese uno de los que hizo que nos diéramos cuenta de que un precio ajustado no tenía que suponer sacrificar una experiencia de uso fluida y decente. Aquel producto se convirtió en un éxito de ventas en muchos países, y dejó claro que cuidando las especificaciones y el funcionamiento de la plataforma se podían conseguir terminales fantásticos a precios muy comedidos.
Muchos fabricantes intentaron lo mismo en Android, pero Motorola fue el que dio el paso definitivo con el Moto G, un producto que con sus 4,5 pulgadas y sus especificaciones modestas marcaba un cambio de tendencia. Uno de los grandes dejaba claro que también había sitio para "chollos", y convertía a este terminal en la referencia inclasificable. No era un gama media puro por especificaciones, pero desde luego tampoco era un gama de entrada. Lo confirmábamos en el análisis que hicieron nuestros compañeros de Xataka Android:
Otra lectura de este terminal es un mensaje muy claro que deja a la competencia. Ojo fabricantes: ya no vale colocar terminales con especificaciones mediocres tirando del diseño de los tope de gama y los nombres comerciales de éstos. Hay compañías dispuestas a ofrecer más al mismo precio.
No era un producto que destacase en nada en especial, y desde luego con su capacidad de almacenamiento base y su cámara no iba a satisfacer las necesidades de usuarios que buscaban un plus en este sentido, pero todos aquellos "defectillos" no impidieron que se convirtiera en un terminal estrella en los meses siguientes.
Benditas iteraciones
El tiempo le dio la razón a Motorola, que tras confirmar un año más tarde que tenía ante sí un caballo ganador fue iterando para mejorar el producto sin comprometer uno de los factores clave de su éxito: su precio. El análisis que hacían también en Xataka Android confirmaba que este modelo era referencia en una gama en la que había mucha oferta y demasiada confusión. La recomendación era clara.
El Moto G de segunda generación que se lanzó en 2014 corregiría algunas de las críticas que se le hicieron al modelo original. Aunque mantenían procesador y memoria había un cambio significativo en la diagonal de pantalla y también en las cámaras frontal y trasera, que también mejoraban. Lo que no cambiaba, insistimos, es el precio que seguía siendo de 179 euros para el modelo de 8 GB y de 199 euros para el de 16 GB de capacidad.
En 2015 llegaría la tercera generación y aquí Motorola fue conservadora: no hubo cambios en la pantalla esta vez, pero sí ligeras mejoras en el procesador (un Snapdragon 410 en lugar del 400) y sobre todo en cámara y batería. Eso también tuvo impacto por primera vez en el precio, que para el modelo de 8 GB (siempre ampliables vía microSD) subía hasta los 196 euros.
El modelo del año pasado esa iteración fue para muchos algo corta, sobre todo por esa capacidad base, y sobre todo porque otros fabricantes comenzaban a apretar mucho, pero aún así seguía siendo producto recomendado en esa gama de precios en el análisis que hicimos en Xataka:
Moto G vuelve a ser en 2015 ese primer coche que te compras cuando te sacas el carnet. Aquel que no te importa arañar y exprimir porque sabes que te va a rendir. Es un modelo de entrada para en el futuro, buscar algo más potente o bien, como un coche utilitario, quedarnos con él para hacer lo básico en el día a día.
El antes y el después de la gama media
La llegada del Moto G al mercado fue como un soplo de aire fresco. Habíamos dicho adiós a aquellos tiempos en los que las subvenciones de las operadoras a los terminales movían el segmento: de repente acceder a terminales algo más ambiciosos era más costoso desde el minuto cero para los usuarios, y el precio aproximado de un terminal de esa gama media rondaba los 285 euros si hablábamos de ese rango de especificaciones.
Motorola rompió esa tendencia, y lo hizo reinventando la categoría -otros lo han intentado después hablándonos de móviles de categoría "supermedia"- para sorprender a propios y extraños con terminales que de repente daban opciones más que respetables por debajo de los 200 euros.
Como indicaban nuestros compañeros de Xataka Móvil, el impacto de este terminal en el triunfo de la gama media fue notable. Motorola nunca ha dado cifras oficiales de ventas de este terminal, pero sí hay estudios que permiten confirmar que el Moto G se convirtió en el terminal más vendido de Motorola en 2014.
El informe de Kantar World Panel mostraba cómo Motorola había "resurgido" y uno de sus analistas iba más allá indicando que "Motorola estaba desaparecida en Europa antes del lanzamiento del Moto G en noviembre de 2013". Otros analistas coincidían con esa valoración, y de hecho en verano de 2014 supimos que la firma había logrado gracias en gran parte a ese terminal -aunque había otros implicados- vender 8,6 millones de dispositivos en el segundo trimestre de 2014.
La firma logró convertir a este terminal en un éxito de ventas en todo el mundo, y de hecho países como Brasil o India se convirtieron en ávidos consumidores del Moto G, que entraba en competencia con marcas que por ejemplo en India habían sido líderes absolutas en esa gama como Samsung, Micromax, Intex o Lava.
La competencia aprieta, pero el Moto G sigue siendo apuesta segura
El éxito del Moto G hizo que otros muchos fabricantes se lanzaran a ofrecer alternativas que hicieron que esa gama media se redefiniese. De repente la industria y los usuarios se daban cuenta de que a estas alturas a muchos les bastaba con invertir alrededor de 200 euros para conseguir un smartphone lo suficientemente bueno.
Las alternativas fueron surgiendo y de hecho nosotros fuimos hablando de todas ellas cumplidamente. El año pasado por ejemplo destacábamos la existencia de rivales de fabricantes como bq, Xiaomi, Sony, Samsung, ZTE, ASUS, o desde luego Huawei, la empresa que posiblemente más difícil se lo esté poniendo a los usuarios con sus terminales de gama media en los últimos tiempos en nuestro país.
Los Huawei P8 Lite son por ejemplo líderes en Amazon actualmente, aunque los Moto G siguen estando muy arriba y también hay otras opciones como los bq Aquaris X5, los Xiaomi Redmi Note 2 o los Samsung Galaxy J5 que en esta tienda online logran captar el interés de los usuarios en ese rango de precios. La batalla es ahora más interesante que nunca, y muchos otros han visto cómo es posible acceder a unas prestaciones sorprendentes a un precio muy ajustado.
¿Sigue siendo el Moto G el terminal de referencia si buscamos en este segmento? Para muchos usuarios, desde luego, pero como ocurre con tantos otros productos, el tiempo ha hecho que esa recomendación ya no sea tan clara: muchos otros fabricantes lo están haciendo realmente bien en este segmento. Será interesante ver qué nos prepara Motorola mañana para tratar de mantenerse en lo alto de las listas de recomendados en una gama media que sigue estando de lo más competida e interesante.
En Xataka Android | La gama media Android en 2015: el nacimiento de la supergama media
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