"Recuerda. Es un teléfono para desarrolladores". Es lo que intentaba forzarme a pensar a mi mismo cuando llegó a mis manos el Geeksphone Keon, que es junto a su hermano mayor (Peak) el primer smartphone basado en Firefox OS del mercado. Y como todo primer dispositivo de una generación, uno debe contemplar este desarrollo con mucha perspectiva.
Porque en estos días en los que he podido disfrutar (y, en ocasiones, sufrir) del Keon, no dejaba de tener presente que ni Firefox OS es un producto preparado para el usuario final, ni el Keon es un smartphone para usuarios como tú o como yo, al menos si vivís en países como España donde la telefonía móvil está muy desarrollada. Las comparaciones son odiosas, y en este caso, aún más injustas todavía, porque hay que ver esta versión de Firefox OS y del Keon de Geeksphone como lo que son. Un primer paso.
En este artículo analizamos la plataforma Firefox OS en su estado actual, y este análisis se complementa con el del GeeksPhone Keon, que podéis encontrar en Xataka Móvil.
Firefox OS a escena
El sistema operativo móvil desarrollado por Mozilla no sorprende a priori. Eso en realidad no es malo: nos encontramos con una interfaz que mezcla varios conceptos ya conocidos y que funcionan bien en otros competidores. Y junto a ellos, por supuesto, algunas señas de identidad de Firefox OS, que en muchos apartados del sistema (como la información interna) sigue llamándose Boot2Gecko.
La interfaz hace uso de iconos al estilo de iOS. Ni los widgets de Android ni las baldosas animadas de Windows Phone tienen cabida en esta propuesta de Mozilla, que además los organiza de una forma curiosa.
Así, en la pantalla de inicio simplemente aparecen la hora y la barra inferior de iconos que da acceso a las funciones de teléfono, mensajes, contactos, y Firefox. Esa barra inferior puede contener hasta seis accesos a otras aplicaciones que podremos arrastrar y soltar desde los escritorios de iconos de aplicaciones.
Pero atención, porque en esta pantalla no hay más iconos, ni puede haberlos: los desarrolladores de la interfaz de Firefox OS parecen querer que la pantalla de bloqueo y la de inicio no tengan apenas diferencias, pero esa "original" ausencia de iconos adicionales puede provocar críticas razonables.
Y las puede provocar por el hecho de que en la pantalla de inicio uno normalmente espera ver (o poder ver) accesos rápidos a sus aplicaciones más frecuentes, sean las que sean. Tener que hacer el gesto táctil de desplazarnos a la derecha para mostrar las aplicaciones disponibles supone de por sí un mínimo de una pulsación más para llegar donde queríamos.
El hecho es que de momento en Mozilla han decidido que ese sea el funcionamiento de una pantalla de inicio flanqueada por los dos lados. Por el izquierdo, con una matriz de accesos a fuentes de información clasificadas por temáticas, y por el derecho, con una o más pantallas con los iconos de las aplicaciones instaladas en nuestro teléfono.
Esa primera pantalla con fuentes de información --al estilo de Everything.me para Android-- es curiosa, pero en esencia no son más que marcadores a esas fuentes de información, que se lanzan en un navegador embebido (sin barra de direcciones o demás opciones). Es una forma más directa de acceder a esos marcadores, pero no es más que un disfraz para los sitios web reales de dichos servicios o sitios web.
En las pantallas a la derecha del escritorio de inicio nos encontramos con las distintas aplicaciones instaladas, incluyendo algunas clave como Marketplace (la tienda de aplicaciones online de Firefox OS), el cliente de correo electrónico, o los reproductores de audio y vídeo. Esos iconos se pueden arrastrar a otras posiciones, pero nunca al escritorio de incio, como comentábamos.
En la pantalla de inicio tenemos otra pequeña sorpresa: para cambiar el fondo de escritorio tendremos que mantener el dedo pulsado en ese escritorio, algo que recuerda al comportamiento del escritorio tradicional de Windows, por ejemplo.
En Firefox OS contamos con un sistema de notificaciones que en este caso recuerda a Android. Al desplazar la parte superior de la pantalla hacia abajo aparecerán todas las notificaciones pendientes. Además, en la parte baja tendremos una útil barra de interruptores para activar o desactivar WiFi, datos, Bluetooth y el modo avión, además de un acceso directo a los ajustes.
De momento esos accesos no son configurables y por ejemplo echamos de menos el acceso a un modo silencio, pero es de agradecer que este tipo de elementos tan socorridos formen parte de la propuesta de Mozilla.
La gestión multitarea también se merece comentario destacado. Al mantener el botón de inicio pulsado unos instantes aparecerá un intercambiador de tareas que de nuevo recuerda a otra plataforma, esta vez webOS. Saltar de una aplicación a otra es muy cómodo y sencillo, y se trata de una solución notable para este propósito.
Para todas las tareas de introducción de texto Mozilla ha incluido un teclado virtual que tiene un problema: la pantalla de 3,5 pulgadas no ayuda a hacerlo fácil de manejar en modo retrato, aunque la cosa mejora claramente en un modo apaisado en el que ese teclado se hace más cómodo.
Las sugerencias proporcionadas por Firefox si activamos el autocompletado funcionan de forma discreta, por lo que ese teclado cumple su tarea, pero se vuelve especialmente engorroso cuando tenemos que introducir muchas contraseñas o largas cadenas de texto.
¿Dónde están las aplicaciones?
En esta experiencia con Firefox OS quedó patente el estado aún prematuro del proyecto. El catálogo de soluciones disponibles en el llamado Firefox Marketplace es, en el mejor de los casos, discreto, y un usuario de plataformas tradicionales como Android o iOS echará en falta esa gran riqueza de catálogo de esas alternativas.
Aunque en Firefox OS encontraremos algunas utilidades básicas y muy populares (Facebook y Twitter son las claras destacadas), existen otras muchas a las que no será posible acceder. Por ejemplo, no hay cliente de WhatsApp, ni tampoco soluciones destacadas en el ámbito de los juegos, con algunos representantes poco destacables.
Y sin embargo, todo son esperanzas en Firefox OS, una plataforma que demuestra su apertura también en este apartado. Por ejemplo, en el caso de la mensajería instantánea han surgido proyectos como Loqui, un desarrollo Open Source que ya está disponible en versión pre-alpha para Firefox OS y que con su soporte del protocolo Jabber y de cuentas de Google Talk solventa en parte esas necesidades.
Las herramientas disponibles de forma nativa dan algunas sorpresas, como en el caso del gestor de música, con una curiosa y atractiva organización en baldosas de distintos tamaños que podemos variar según mostremos la lista de artistas, álbumes o canciones. Aunque los altavoces integrados tienen una calidad baja, la salida de auriculares cumple su cometido en este apartado.
El reproductor de vídeo es más discreto --también lo es su rendimiento, aquí las limitaciones del hardware y el software son más evidentes-- pero como era de esperar el navegador es el protagonista. Firefox se comporta realmente bien a pesar de esos recursos, y salvo la ausencia de cosas como el soporte de Flash --cada vez menos necesario, cierto-- podremos disfrutar de una experiencia de navegación más que decente, aunque eso sí, la pantalla no ayude tampoco en este aspecto.
También es decente el papel del cliente de correo, que además permite trabajar con cuentas de correo de forma muy sencilla, dando soporte a los principales proveedores. Eso permite que por ejemplo para cuentas de Google no tengamos que introducir servidores SMTP o POP3: con introducir nuestra dirección de correo y nuestra contraseña el cliente tendrá suficiente.
En cuanto a la cámara, como ya adelantábamos previamente su sensor no permite ofrecer demasiadas posibilidades, aunque los desarrolladores de Firefox OS ofrecen un pequeño editor con el que añadir pequeños filtros (por ahora, casi anecdóticos) que sin duda irán mejorando a medida que la plataforma evolucione. Es un aspecto del que se podrá sacar más partido en terminales algo más preparados en la elección del sensor, pero el software apunta maneras, como lo hace en otros muchos apartados.
Aplicaciones online y offline
La concepción de Firefox OS tiene como pilar básico al estándar HTML5 con el que programan todas las aplicaciones que se ejecutan en esta plataforma. Eso podría hacer pensar a priori que las aplicaciones serían sobre todo herramientas online --actualmente muchas lo son--, pero también hay soluciones que se instalan en local y se pueden usar sin conexión a Internet.
Nos aclaraba este punto Miguel Benito, responsable de Soporte y Logística en Geeksphone, que destacaba que de hecho ya existen aplicaciones que se instalan en local y se pueden usar offline.
La mayoría de las aplicaciones del Firefox Marketplace se instalan de forma instantánea, algo que contrasta con las descargas que suelen tener lugar en iOS y Android. Y eso hace pensar que estas aplicaciones instaladas no son más que accesos a servicios web, cuando en realidad lo que ocurre es que incluso en el caso de aplicaciones locales el tamaño es mínimo y su instalación es igualmente rápida.
Lo que no existe por el momento es una diferenciación en Marketplace que indique que una aplicación o juego se puede usar sin conexión a Internet. Miguel Benito confirmaba ese dato, y añadía que no tenía claro que en Mozilla planeasen algún tipo de diferenciación al respecto. Ese es un pequeño hándicap ya que algunas herramientas o juegos que probamos y que esperábamos que se pudieran usar offline en realidad también necesitaban conexión a Internet.
Las actualizaciones marcan la diferencia
El Geeksphone Keon que llegó a nuestras manos disponía de Boot2Gecko 1.0.1.0, una versión especialmente prematura de Firefox OS. En estos días tuvimos la oportunidad de evaluar una de las compilaciones nocturnas (nightly builds) de las últimas ediciones de Firefox OS, y en concreto una edición preliminar de lo que será Firefox OS 2.0.
Estas ROMs que los desarrolladores de Firefox OS publican están disponibles por ejemplo en los foros de Geeksphone. Así, podremos descargar tanto las ROMs inestables o nightly builds, mucho más frecuentes, como las ROMs estables, orientadas al usuario final.
El proceso de actualización, explicado en dichos foros, es relativamente sencillo, y al realizarlo nos encontramos con un terminal más funcional en algunas áreas y con detalles interesantes. Por ejemplo, la activación o desactivación del almacenamiento USB (al conectarlo al PC) desde un acceso más cómodo en el menú de ajustes.
Pero también notamos un mejor comportamiento general y la correcta ejecución de aplicaciones que antes no funcionaban, como HERE Maps, la solución de Nokia para aprovechar el receptor GPS del terminal. Las aplicaciones multimedia también se notaban más fluida y la exploración de canciones, vídeos e imágenes fue más rápida y eficaz tras la instalación de esta ROM. También hay algún inconveniente, y por ejemplo la cámara se comporta de forma incorrecta en ocasiones, algo en parte lógico si tenemos en cuenta que optamos por una ROM inestable.
La conclusión parece clara: para cuando aparezcan terminales de más y más fabricantes ese ciclo de actualización constante de Firefox OS podría haber dado como resultado una plataforma seguramente mucho más capaz y fluida y a la que tendremos que volver a echar un buen vistazo.
Firefox OS en la rutina diaria
Ese repaso a las características del sistema operativo quedaría cojo sin añadir el resultado de nuestra experiencia de uso de Firefox OS en esta edición previa y en este dispositivo. Es importante matizar que el Geeksphone Keon es un smartphone muy discreto y que eso condiciona de forma notable nuestra experiencia de usuario, sobre todo cuando inevitablemente aparecen las comparaciones con terminales muy populares hoy en día.
La pregunta es, ¿puede Firefox OS convertirse en una plataforma válida para nuestro día a día? Lo cierto es que tras nuestras pruebas solo podemos decir: depende. Ya no es tanto cuestión del hardware --evidentemente notaremos mejoras de rendimiento en smartphones más capaces como el Peak--, sino de esas ausencias software a las que muchos usuarios nos hemos acostumbrado en nuestra rutina diaria.
El trabajo con fotos es un buen ejemplo: es probable que no sea una prioridad para los desarrolladores de dispositivos de Firefox OS por el momento --sobre todo teniendo en cuenta que irán destinados sobre todo a mercados emergentes-- pero para un usuario de smartphones convencional, esa función es muy importante. Sacar fotos de cierta calidad y compartirlas fácilmente en Facebook o Twitter no es algo tan cómodo o rápido como esperaríamos.
Y sin embargo, en otros muchos apartados el terminal y, sobre todo, la plataforma Firefox OS, cumplen. Realizar y recibir llamadas funciona de forma correcta, y la gestión de contactos también cumple su cometido. De hecho, es posible importar los de Google o Facebook fácilmente desde el asistente integrado en la plataforma.
Y por supuesto, herramientas con Twitter, Facebook o el navegador Firefox demuestran que en esencia la experiencia será idéntica a la de un smartphone más potente. Menos fluida, más incómoda en algunos apartados por las limitaciones que impone su poca madurez, pero al fin y al cabo, usable.
Conclusiones: Firefox OS apunta maneras
Las ventajas de Firefox OS son claras. Es una plataforma totalmente abierta y sin APIs propietarias. Esas ventajas parecen superar a sus desventajas, entre las que destacaríamos su reducido catálogo de aplicaciones, o la incertidumbre sobre la capacidad real de las aplicaciones y juegos HTML5.
De hecho, en suma la experiencia con Firefox OS ha sido prometedora. A pesar de las limitaciones hardware de Keon, la plataforma de Mozilla deja muy buenas sensaciones, y las deja cuando tenemos muy en cuenta el hecho de que estamos trabajando con versiones aún preliminares y no orientadas al gran público.
La única gran duda que plantea Firefox OS a nuestro juicio es la de las aplicaciones: si los desarrolladores apuestan por HTML5 y por Firefox Marketplace podríamos encontrarnos ante la gran promesa del mundo móvil. Esa apuesta también impulsaría el trabajo de las grandes del sector comercial de las aplicaciones y juegos móviles, que ni siquiera hemos visto en Firefox Marketplace y que obviamente será uno de los retos de futuro tanto para la plataforma como para los desarrolladores. Nuestros compañeros de Genbeta Dev han mostrado en una serie de artículos sobre el tema que ese apoyo tiene muchas ventajas, y esperamos que sea así.
Dada la cada vez mayor relevancia de este estándar en los navegadores de escritorio y los apoyos de la industria, todo hace esperar grandes cosas de Firefox OS. En los próximos meses podremos comprobar si dichas expectativas se satisfacen.
En Xataka | GeeksPhone Keon y Peak, los dos nuevos teléfonos Firefox OS para desarrollo
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