Los fabricantes occidentales siguen dando muestras de agotamiento en las ventas mundiales de automóviles. El último nos llega desde China, el que se está convirtiendo en el mercado más importante del sector. La explosión de las marcas chinas, su tecnología y el coche eléctrico ha provocado que las marcas tradicionales estén pasando por un momento muy complicado.
Los primeros síntomas de agotamiento han llegado con la enorme caída de precios de los nuevos vehículos. China se ha convertido en un campo de batalla para comprobar quién puede ofrecer los mejores descuentos. Tanto que se pone en duda la viabilidad de algunas compañías que pierden miles de dólares por cada coche vendido.
En este contexto, BYD se ha convertido en la firma más vendida de China durante el primer trimestre, según datos de Bloomberg. Por el camino ha destronado a Volkswagen como el fabricante que más coches vende en el país asiático. Una noticia que no es anecdótica, pues los germanos mantenían un liderazgo ininterrumpido durante los últimos 15 años.
BYD ya es la marca más vendida en China
Según los datos del medio económico, BYD ha conseguido una cuota de mercado del 10,4%, mientras que Volkswagen se ha quedado en un 10,1%, su cifra más baja desde el final del tercer trimestre de 2021 y muy lejana a sus máximos, del 16,6% en 2014.
En los últimos dos años, BYD ha protagonizado la otra cara de la moneda. Al final del primer trimestre de 2021, su cuota de mercado era del 2%. Hoy ya es la marca más vendida de lo que llevamos de año. Un hito que la marca esperaba conseguir a finales de 2023, cuando aspiran a haber vendido, al menos, tres millones de vehículos. Analistas de Bloomberg sitúan las previsiones en unos 3,7 millones de coches BYD matriculados antes de que termine el año.
Detrás de todo, una vez más, está el coche eléctrico y su tecnología. BYD sólo vende vehículos de nueva energía, que en China engloban a los vehículos eléctricos e híbridos enchufables. En 2021, se pusieron en el mercado más de 3,5 millones de vehículos de este en el país asiático. Una suma casi superior a la de las ventas de 2018, 2019 y 2020 juntas. En 2022, se alcanzaron los 6,5 millones de vehículos de nueva energía vendidos.
La fotografía que rescata Bloomberg no puede ejemplificar mejor lo que ha sucedido. En un mercado donde los clientes se están volcando con los eléctricos e híbridos enchufables, Volkswagen vendió unos 25.000 vehículos de este tipo en el primer trimestre de 2023. Apoyaron las ventas unos 403.000 coches de gasolina. En el mismo periodo, BYD vendió un total de 441.000 coches. De ellos, solo 126 vehículos fueron de gasolina. Sí, el 0,028% de las ventas.
El problema no es solo para Volkswagen. Históricamente, Toyota y Honda se repartían la segunda plaza como fabricantes que más coches vendían en China. Con un giro a las tecnologías eléctricas, ambos fabricantes estaban experimentando un crecimiento desde 2018. Sin embargo, desde el verano del año pasado, la caída es constante.
Son evidencias de los esfuerzos que le está costando a los fabricantes tradicionales amoldarse a las nuevas exigencias del mercado. Volkswagen quita hierro al asunto asegurando que no buscan competir en volumen en China, una estrategia que también fue anunciada por Tesla o Mercedes. Todos ellos, sin embargo, han entrado al juego de los grandes descuentos.
Mucha tecnología a bajo precio
Lo que también confirma el ascenso de BYD es que el público chino espera acceder a vehículos eléctricos o híbridos enchufables, muy tecnológicos y a un precio mucho más asequible que el de las firmas europeas, japonesas o estadounidenses.
Para ofrecerse como la mejor opción, BYD ha inundado el mercado de opciones en muy poco tiempo. Sólo en el Salón del Automóvil de Shanghái, la firma apoyada por Warren Buffet y que empieza a sopesar un futuro sin él, presentó siete novedades. Coches de todo tipo, desde el baratísimo BYD Seagull, que ha contado las reservas por millares en las primeras 24 horas, al enorme y avanzadísimo Yangwang U8.
En Europa, la estrategia es muy parecida: coches eléctricos con autonomías en la media del mercado, mucha tecnología y un precio inferior a sus rivales, que no quiere decir que sean baratos. Y sumar lanzamientos cada muy poco tiempo.
El control que la compañía tiene en buena parte de las fases de la producción del coche eléctrico le permite una agilidad y unos bajos costes que consiguen despegarse de sus rivales. Las baterías, los semiconductores, las bombas de calor, el software... todo se idea, desarrolla y produce bajo la misma marca.
Con el objetivo de mantener su presencia y posición en el mercado, Toyota ya colabora con BYD para lanzar nuevos coches eléctricos en el mercado chino. De hecho, sus últimos modelos son coches que se aprovechan de las baterías de la firma china o de su software. No es casual la disposición de las pantallas en su interior, por ejemplo.
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Foto | BYD
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