Tesla ha elegido el camino del despido de sus empleados como método para recortar gastos para capear la mala racha de ventas que está sufriendo el fabricante de coches eléctricos en todo el mundo.
Tras el despido de parte de la plantilla de su gigafactoría en Austin, Elon Musk ha puesto el foco en el departamento de supercargadores prescindiendo de 500 empleados y algunos de sus principales directivos. Sin embargo, no se descarta que deba volver a contratarlos. No es la primera vez pasa.
Se inicia la “masacre” laboral en Tesla. Hace una semana, Tesla comunicaba su despido a los primeros afectados por el plan de recorte de gastos, con el que el fabricante tenía previsto eliminar hasta el 10% de su actual plantilla en todo el mundo. Medios especializados como Electrek apuntana que la cifra de despidos en Tesla podría ascender incluso hasta el 20%.
Según informaciones publicadas en Electrek, un correo interno revela que 500 de esos empleados pertenecían al departamento de supercargadores. Entre los despedidos se encontrarían altos cargos como Rebecca Tinucci, directora senior de carga de vehículos eléctricos y Daniel Ho, jefe del programa de vehículos nuevos.
El “algoritmo Musk” aplicado al recorte laboral. En el contenido del correo interno enviado por Elon Musk que publicaba The Information, el CEO de Tesla señala que la compañía tendrá una postura “absolutamente dura” en materia de recortes, y que el personal que trabaja bajo las órdenes de ejecutivos que “obviamente no pasan el test de excelente, necesario y fiable” también serán despedidos. Así lo confirmaba Will Jameson, uno de los responsables de la infraestructura de carga global de Tesla en un mensaje en sus redes sociales.
La referencia al test de “excelente, necesario y fiable” es un recurso habitual de Elon Musk cuando se trata de aplicar recortes de personal, y ya se aplicó en despidos tras la compra de Twitter. Los responsables de cada departamento deben hacer un listado valorando qué empleados cumplen con esos criterios. Los que no lo cumplan, serán despedidos.
Despidos de ida y vuelta. Tal y como ya sucedió en Twitter, este “algoritmo Musk” para recortar personal puede ser muy drástico en un primer momento, pero resulta muy poco eficiente al cabo del tiempo. De hecho, Elon Musk tuvo que volver a contratar a algunos de los empleados que despidió en Twitter unos meses más tarde.
Electrek apunta a que, más que una maniobra de optimización real de la plantilla de Tesla, muchos de los despidos del departamento de supercargadores responde más a una campaña de Musk para dar visibilidad a los recortes ante el consejo de administración de la compañía e inversores, por lo que no se descarta que sea un movimiento reversible a corto plazo.
Los supercargadores en el punto de mira. El departamento de infraestructura de carga es, precisamente, uno de los que mayores logros había conseguido en los últimos años, con triunfos para la marca como la estandización de su enchufe NACS abriendo del mercado de los supercargadores de Tesla a otros fabricantes.
La aniquilación del departamento de carga de Tesla hace temer la congelación de la estructura de carga de la compañía, algo que Elon Musk se ha apresurado a desmentir. “Tesla todavía planea hacer crecer la red Supercharger, solo que a un ritmo más lento para nuevas ubicaciones y centrándose más en el 100% de tiempo de actividad y la expansión de las ubicaciones existentes”, aclaraba Elon Musk en una publicación de X.
Frenazo al proyecto de carga de Tesla regado por subvenciones. El frenazo en el desarrollo de la infraestructura de carga de Tesla podría suponer un duro mazazo en las cuentas de la compañía que, como publica Politico, habría recibido el 13% de las subvenciones para infraestructuras de carga otorgadas por la Administración de Biden. Esto supone unos ingresos totales superiores a los 17 millones de dólares.
Por el momento, la compañía anuncia que paraliza la instalación de cuatro estaciones que ya tenía aprobadas en Nueva York para descongestionar las estaciones de carga de la zona.
Los inversores están encantados y Musk busca su recompensa. Las drásticas medidas de recorte de gastos laborales impulsadas por Elon Musk parecen haber sido muy bien acogidas por los inversores. Tras varias semanas de caídas imparables, el anuncio de los despidos ha conseguido revertir esa tendencia haciendo que vuelvan a subir a un ritmo de doble dígito.
En medio de toda esta tormenta, Elon Musk vuelve al ataque reclamando el restablecimiento de su bono salarial de 55.000 millones que paralizó la justicia de Delaware, tal y como publica The Associated Press. Esta dureza en la aplicación de las políticas de recorte asentaría la imagen de compromiso de Musk al frente de Tesla, algo que algunos inversores habían puesto en duda en los últimos meses.
Imagen | Tesla, Flikr (Ministério das comunicaçoes)
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