La belleza de lo pasado. La belleza de la decadencia. La belleza de lo abandonado, arrasado y de aquello a lo que la vida le ha pasado por encima. La belleza de un chasis de Ferrari abandonado, comido por el óxido e, incluso, arrasado por un huracán. Eso es lo que ha puesto encima de la mesa este mismo agosto Sotheby's, famosa casa de subasta de productos de lujo. Y le ha salido muy rentable.
Hay ciudades enteras que se venden al mundo con este reclamo turístico. ¿Por qué el chasis de un Ferrari iba a ser menos? Especialmente cuando se tratan de Ferraris que se creían perdidos, que son unidades raras y casi únicas. Superdeportivos de los que apenas queda su esqueleto y por los que, sin embargo, se ha superado ampliamente el millón de euros.
Este agosto hemos vivido una de las subastas más curiosas de los últimos tiempos.
20 millones por 20 Ferraris (o lo que queda de ellos)
Acompañados de otras atractivas unidades, Sotheby's puso este mes de agosto en Monterey varias unidades de Ferrari que se creían completamente perdidas y que difícilmente se podrán devolver a la vida, incluso pasando por los talleres oficiales que la marca tiene dedicados a la restauración de viejas glorias.
De los 20 vehículos entregados al mejor postor, algunos de ellos han sufrido un considerable abandono durante décadas. Parte de la colección fue abandonada por completo antes de la entrada del nuevo siglo y los primeros compases de los años 2000 no les depararon mejores noticias. En 2004, el huracán Charley (que dejó 131 muertes a su paso) pasó por encima de algunas unidades.
La colección fue trasladada a una nave industrial de Indiana, donde había caído en el olvido. Y cuando todo parecía acabado para estos 20 Ferrari, la casa de subastas les ha dado una nueva vida, encontrando para ellos compradores que han puesto un buen dinero por vehículos de los que apenas son reconocibles unos pocos detalles.
Por ejemplo, el caso más llamativo es el que ilustra este artículo. Un comprador ha pagado 1,875 millones de dólares por el chasis de un Ferrari 500 Mondial Spider Series I de 1954 diseñado por Pininfarina. El motivo: es la segunda unidad de los trece deportivos construidos para competir en competiciones como la Mille Miglia o la Targa Florio. Evidentemente, cuenta con todos los certificados de autenticidad de la marca.
Un precio parecido (1,655 millones de dólares) se ha pagado por este Ferrari 250 GT Coupe Speciale de 1956 y también carrozado por Pininfarina. Sólo se fabricaron cuatro unidades de este precioso deportivo y, a pesar de la imagen, es la única unidad que podría recibir una restauración completa para dejarlo como nuevo.
Mucho más accesible ha sido este Ferrari 330 GT 2+2 Series II de 1956 y, una vez más, diseñado por Pininfarina. Los 182.000 dólares que se han pagado por él son consecuencia de que, en este caso, se construyeron hasta 36 unidades de estas Series II. Finalmente, es un coche que alcanzó las 1.000 unidades fabricadas, por lo que es mucho menos raro que las unidades anteriores.
Pero el superdeportivo que más miradas acaparó fue este Ferrari 275 GTB/6C Alloy, esta vez diseñado por Scaglietti. Colocado por 3,305 millones de dólares ha sido el deportivo que más dinero ha alcanzado en su subasta. Se considera uno de los precursores de los grandes turismos de Ferrari y esta unidad compitió oficialmente en la Targa Florio de 1966. Su motor de 12 cilindros con seis carburadores era uno de sus grandes reclamos.
A todas estas unidades les acompañó otro buen puñado de modelos más o menos exclusivos que terminaron por elevar el total de la subasta a unos 20 millones de dólares. Algunos deportivos como este Ferrari 410 Superamerica Coupe Series I, mejor conservado y miembro de exclusivos clubes como las 12 unidades que fueron fabricadas de este modelo, consiguieron que la unidad se vendiera por 2,81 millones de dólares.
Un raro Ferrari 512 BB Competizione, un Ferrari 275 GTS o un Ferrari 330 GTS también superaron ampliamente el millón de dólares en la subasta.
Fotos | Sotheby's
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