Android Auto y Apple CarPlay se han convertido en un imperativo para lanzar cualquier vehículo al mercado. Mejor, de hecho, si la conectividad puede realizarse de forma inalámbrica y evitamos el uso de cables USB. Pero no todos piensan así. Algunos creen que pueden hacerlo incluso mejor y han decidido prescindir de estos servicios.
La primera en dar el paso es General Motors. La compañía ha confirmado que sus próximos coches eléctricos no contarán con esta posibilidad. Es una decisión que afectará a sus próximos lanzamientos y aseguran que los vehículos ya lanzados al mercado mantendrán esta opción, por lo que no se actualizarán para eliminarla.
En General Motors están trabajando en un Ultifi, un ambicioso software para sus coches eléctricos con el que garantizan "actualizaciones inalámbricas y una mejora de la experiencia del cliente continua". En Arstechnicha aseguraban durante la prueba del Cadillac Lyric que el sistema gustó mucho.
El movimiento de General Motors de prescindir de Apple CarPlay y Android Auto sigue la línea de querer diferenciarse de la competencia, ofreciendo un software adaptado a cada vehículo que le permita entregar un extra de interés al potencial comprador. La apuesta es tal que en el Lyric se contempla la llegada de sistemas de realidad aumentada para sumarse a un habitáculo que ya cuenta con una enorme pantalla de 33 pulgadas.
Pero no es el único modelo que disfrutará de un software propio para sacar partido a un habitáculo propio de una nave espacial. El Cadillac Celestiq tiene una gigantesca pantalla de 55 pulgadas y se ha posicionado como el arma de General Motors para rivalizar con Rolls-Royce en Europa, con una vuelta a nuestro continente que tiene al coche eléctrico como gran arma.
Diferenciación... y suscripciones
Sólo hay un motivo para apostarlo todo a un desarrollo propio del software de un vehículo eléctrico: el dinero.
Conseguir una integración mejor que Google y Apple para el teléfono móvil del conductor es muy complicado, tanto que algunas firmas como Volvo, Renault o Polestar han optado por entregarse a Google e incluir, de serie, Android Automotive como sistema operativo para sus próximos vehículos.
En el lado contrario, Apple está encontrando muchas más reticencias para poder hacerse un hueco en el sector pero, al parecer, el problema llegaría por la cantidad de información que esperan obtener de cada vehículo, lo que podría poner en una situación de desventaja a los propios fabricantes de esos coches de cara a un futuro donde llegara un posible coche autónomo de Apple o la compañía ampliara su negocio en el sector de cualquier otra manera.
La inversión en software está dando dolores de cabeza a los fabricantes tradicionales. En Volkswagen se ha llevado por delante a su CEO y aunque se espera que sea una enorme fuente de ingresos (Mercedes ya le está sacando mucho partido), la mayor parte de las empresas siguen sin concretar de qué manera pueden sacarle un rendimiento económico y no consiguen monetizar todos sus esfuerzos.
General Motors, sin embargo, hace tiempo que viene avisando de que gran parte de sus ingresos futuros vendrán de las suscripciones. Para su servicio OnStar, con funciones de navegación mejoradas pero, también, con asistencia en caso de accidentes, será necesario pagar unos 1.500 dólares cada tres años en algunos de sus vehículos. En otros habrá que desembolsar 50 dólares al mes.
Es solo un ejemplo. General Motors asegura que en 2030 podrán tener un negocio de suscripciones tan importante como el de Netflix y que, de media, el cliente está dispuesto a pagar 135 dólares/mes por el uso de servicios conectados en sus vehículos. Las predicciones están en consonancia con otros estudios que demuestran, además, que los potenciales clientes de coches eléctricos e híbridos enchufables están más interesados en este tipo de suscripciones.
Foto | Cadillac
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 22 Comentarios