Un jubilado pagó 250.000 dólares por un billete vitalicio: ha dado 1.000 vueltas al mundo y está amortizando cada punto de vuelo

  • United Airlines y American Airlines ofrecían billetes ilimitados para volar de por vida. Un jubilado compró uno y ha volado más de 38 millones de kilómetros

  • Los billetes ilimitados ocasionaban pérdidas de un millón de dólares a las aerolíneas, por lo que dejaron de ofrecerse. Todavía quedan unos 25 en el mundo 

Billetes vitalicios
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Viajar de forma ilimitada en primera clase es un lujo reservado solo para unos pocos afortunados, concretamente para 25 personas en todo el mundo que tuvieron el acierto de acceder a la oferta que lanzó American Airlines a finales de los 80: viajar de forma ilimitada a cualquier destino del mundo de por vida…y con opción de llevarse a un acompañante por solo un poco más.

El privilegio de volar de por vida. En 1990, Tom Stuker, un consultor de concesionarios de coches de Nueva Jersey, hizo una inversión que cambiaría para siempre su vida: un pase de vuelo vitalicio de United Airlines por 270.000 euros. Desde entonces, este jubilado de 69 años ha recorrido casi 38 millones de kilómetros, el equivalente a dar la vuelta al mundo cerca de mil veces. Según el portal especializado Simple Flying, Stuker podría ser el hombre que más ha volado en la historia.

United Airlines no es la única que tuvo la genial idea de ofrecer un 'Billete Dorado' con viajes ilimitados en primera clase a sus pasajeros. American Airlines también creyó que era una buena idea y durante más de una década ofreció los AAirpass para viajar de por vida, por unos 250.000 dólares. Por 150.000 dólares más podía añadirse a un acompañante que disfrutaba de los mismos privilegios que el titular.

El pasajero 1B de United. Tom Stuker lleva 34 años como titular del pase ilimitado de United Airlines ha hecho más de 12.000 vuelos y comparte sus aventuras desde su perfil de Instagram. Ha dormido, comido y vivido en aviones, preferentemente en el asiento 1B de los aviones, que reconoce que es su preferido. De hecho, según publicaba The Guardian, llegó a pasar 12 días sin tocar una cama, volando de Nueva Jersey a Dubái, San Francisco o Bangkok y descansando únicamente en las salas VIP de los aeropuertos. “Es la mejor inversión que he hecho en mi vida”, ha declarado Stuker en diversas ocasiones, no solo por los vuelos, sino por los beneficios adicionales que aportan las millas de viaje de los programas de fidelización de la compañía.

De profesión: pasajero. Tal y como publicaba The Washington Post, Tom Stuker no solo está amortizando su inversión visitando más de 120 países, también obtiene un beneficio económico gracias a las recompensas que ofrecen las líneas aéreas, que se traducen en vales y promociones en grandes superficies, hoteles y restaurantes o viajes en cruceros.

Como el propio Tom Stuker contaba al diario estadounidense, que en una ocasión obtuvo las suficientes tarjetas de regalo como para reformar gratis la casa de su hermano y en otra ocasión cobró 50.000 dólares en tarjetas de regalo de Wallmart.

Stuker viajando con su pase vitalicio Toca sobre la foto para ir al mensaje original

Una forma de obtener efectivo. El precio de estos billetes vitalicios se calculaba en función de la edad de los usuarios. La idea surgió como una medida urgente de las aerolíneas para conseguir una gran cantidad de efectivo rápidamente en la crisis financiera que sufrieron algunas aerolíneas entre mediados de los 80 y los 90 como consecuencia de la Ley de desregularización de las líneas aéreas.

Sin embargo, finalmente se comprobó que resultaba un negocio ruinoso para las aerolíneas ya que el uso intensivo que hicieron los pasajeros de estos billetes ocasionaba pérdidas millonarias para la compañía. Pese a eso, algunas compañías los utilizaron de forma inteligente como embajadores y representantes de su buena atención al cliente. United, por ejemplo, bautizó a dos aviones con el nombre de Tom Stuker y celebró con una campaña promocional sus 20 millones de kilómetros de vuelo.

Una inversión que no era para todo el mundo. En 1994, American Airlines canceló su programa de billetes ilimitados. Sin embargo, durante el tiempo que había estado disponible, 28 personas pudieron acceder a ese beneficio. El millonario Mark Cuban fue uno de ellos, tal y como contó en el podcast Club Shay Shay todavía disfruta de sus ventajas. 1990, Cuban vendió su startup MicroSolution por 5,4 millones de euros, por lo que salió a celebrarlo con sus amigos. A la mañana siguiente, todavía con resaca llamó a American Airlines para comprar un AAirpass por unos 125.000 dólares.

Era una suma considerable, pero, como ha demostrado Tom Stuker, el tiempo es la salsa secreta para convertirlo en un importante activo al que puede sacársele rentabilidad. No obstante, no todos han sabido darle un buen uso.

Una ruina para las aerolíneas. De los 28 titulares de un pase de vuelos ilimitado de American Airlines, solo 26 lo conservan en la actualidad. La aerolínea revocó los derechos de aquellos que, abusaron del programa. Steve Rothstein, un banquero de inversiones, y Jacques Vroom, un vendedor de coches, pagaron 250.000 dólares por sus billetes vitalicios, pero American Airlines decidió anularlos en 2008. La aerolínea los acusó de fraude, argumentando que habían vendido vuelos a otras personas y usado sus billetes de manera inapropiada. Según publicó Hustle, cada uno de estos pasajes ilimitados costaba a la compañía una media de un millón de dólares al año en concepto de tasas, impuestos y ventas de billetes perdidos.

Rothstein solía invitar a personas aleatorias en los aeropuertos a viajar con él solo para tener alguien con quien charlar durante el vuelo, una práctica que no incumplía ninguna norma en el momento de la compra. Sin embargo, estas acciones llevaron a la aerolínea a tomar medidas drásticas. Rothstein llevó a American Airlines a juicio, pero el daño ya estaba hecho: su sueño de volar ilimitadamente había terminado.

Un año para viajar. En la actualidad, ninguna compañía ofrece esos 'Billetes dorados' con vuelos ilimitados de por vida, pero sí que hay algunas compañías que se atreven a ofrecerlo durante un año.

Según publicaba la CNN, Alaska Airlines, Frontier Airlines, Air Canada o la lowcosteuropea Wizzair, han lanzado nuevas opciones de pases de vuelos ilimitados, pero con una duración limitada a un año, pensadas para viajeros frecuentes que desean aprovechar ofertas de viaje durante períodos específicos. Aunque no tienen la misma esencia de los míticos AAirpass o los billetes vitalicios de United, siguen ofreciendo una ventana para sentirse como un millonario y volar sin límites. Aunque solo sea por un año.

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Imagen |Royal Wave ENT

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