Los motores híbridos han dado un balón de oxígeno a un segmento que no esperábamos: los superdeportivos para millonarios

Superdeportivos con más de 1.000 CV con etiqueta ECO: el nuevo lujo se mueve con motores híbridos

El mercado de los SUV de ultralujo ha crecido de los 4.100 millones de euros en 2022 a los 12.300 millones previstos para 2032

Lamborghini Lujo
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No voy a negar que la primera vez que vi una etiqueta ECO de la DGT en un coche con 362 CV pensé que se trataba de una broma. Sin embargo, el caprichoso destino (y una buena dosis de ingeniería) han logrado que algunos de los supercoches de lujo más potentes del mercado luzcan de forma casi burlesca, la etiqueta que garantiza que de su tubo de escape solo sale poco menos que confeti.

El secreto tras este exclusivo milagro reservado solo para millonarios: los motores híbridos.

El paso intermedio que terminó en sorpasso. Se suponía que los motores híbridos iban a ser el paso intermedio entre los motores térmicos y los eléctricos. Honda y Toyota se encargaron de que ese paso tuviera suficiente cobertura entre sus clientes, por lo que en los años 90, pusieron todo su esfuerzo en desarrollar motores híbridos fiables y robustos, al tiempo que se reducían las emisiones de CO2.

Según publica Bloomberg, las ventas de vehículos híbridos en todas las marcas en Estados Unidos aumentaron un 152% en 2024, mientras que las ventas de híbridos enchufables aumentaron un 59%. Sin embargo, lo más llamativo de este incremento de ventas en coches híbridos es que este no se ha producido como respuesta al paso intermedio entre las versiones con motor térmico y sus homólogas eléctricas, sino que se han dado en la gama de coches híbridos de lujo, mucho más caros que los eléctricos.

Con enchufe, pero quemando gasolina. El camino de desarrollo masivo de motores híbridos ha servido a marcas de lujo, que hace algunos años parecía imposible relacionar con algo que no fuera un motor de combustión, miren a los motores híbridos como una forma de sacar algunos caballos más a sus motores, al tiempo que se ganan el prestigio de ser sostenibles. Los ejemplos son variados.

Lamborghini ha iniciado su camino hacia la hibridación de todas su gama de superdeportivos, con el Revuelto de 1015 CV como referencia. El motor híbrido del Bugatti Tourbillion araña 300 CV más de los que entregaba el Chiron.

Ferrari no se queda atrás en el desarrollo de la hibridación de sus superdeportivos con cuatro modelos entre los más vendidos; y Porche anuncia la hibridación de su Porsche 911 Carrera GTS para 2025, que llegará con 60 CV más que la versión de combustión, pese a usar el mismo motor de seis cilindros. "Queríamos aumentar el rendimiento del coche, pero quedarnos con el paquete del coche tanto como fuera posible", dice Frank Moser, vicepresidente de calidad corporativa de Porsche AG a Bloomberg.

Los SUV son los reyes de la hibridación de lujo. En los últimos años, el mercado se ha llenado de SUV, y parte del secreto de su éxito se encuentra en la gama híbrida de ultralujo, donde ninguno de los principales fabricantes de alta gama quiere quedarse sin su trozo de pastel de ventas. Ahí encontramos a los Porsche Cayenne, que abrieron el segmento del SUV híbridos de lujo, los Ferrari Purosangue arañando ventas, y los Lamborghini Urus recortando terreno con sus motorizaciones híbridas de 800 CV y etiqueta ECO.

Según datos de Global Market Insights, el mercado de los SUV de lujo en 2022 era de 4.100 millones de dólares, mientras que la estimación entre 2023 y 2032 es de 12.300 millones de dólares, con un crecimiento anual del 11%. "Estos vehículos demostraron que el respeto al medio ambiente puede coexistir con el lujo y el alto rendimiento, manteniendo la experiencia de conducción visceral que a menudo se pierde en los vehículos totalmente eléctricos", asegura Anthony Salerno, vicepresidente de la consultora de movilidad J.D. Power, a Bloomberg.

El eléctrico que pincha en el gran lujo. Mientras que en el rango del pequeño turismo urbano, los eléctricos han tenido una aceptación razonablemente buena. Las ventas en el resto de segmentos han puesto palos en las ruedas del despliegue del vehículo eléctrico entre las marcas generalistas. Un ejemplo de ellos es el paso atrás de Volkswagen alargando la vida a sus motores combustión e invirtiendo 60.000 millones de euros en actualizarlos y mejorar sus emisiones.

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Imagen | Lamborghini

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